31 days: Kiribaku october stories

Bonfire/Fireplace

Los campamentos siempre habían sido objeto de devoción de Kirishima.

Y es que, en sí, los campamentos eran lo más útil del mundo. Estaban en contacto con la naturaleza, la conocían y aprendían a sobrevivir en ella. Eran divertidos, y además hacían deporte, lo cual era, para Kirishima, algo perfecto.

Claro que la cosa cambiaba cuando en vez de deporte, les lanzaban a la boca del lobo a su suerte y tenían que buscar la manera de sobrevivir. Porque el profesor Aizawa parecía disfrutar viéndoles correr asustados, y el pelirrojo se lo podía imaginar fácilmente que estaba observándoles mientras tomaba un té y acariciaba un gato, como si no fuera con él la cosa.

Pero después de la tormenta venía la calma, y cuando pudieron reunirse y ver que todos seguían de una pieza, los alumnos declararon fiesta nocturna—porque ya había caído la noche tiempo atrás— y decidieron montar una hoguera. Cosa que tampoco era muy complicada teniendo en cuenta que tenían a gente con quirks de fuerza y a Todoroki para encender el fuego.

Claro que Iida pidió previamente permiso para montar la hoguera y poder quedarse, porque si no lo hacía, no se quedaría tranquilo. Mina propuso poner música desde sus teléfonos, y convenció a Yaoyorozu para que crease un altavoz.

De esa manera, acabaron montando una pequeña fiesta que acompañaron con malvaviscos, porque convencieron al delegado de ir a por ellos dado que era el más rápido y el más confiable. Y como era costumbre en las hogueras, según Mina, debían contarse historias de terror. Y claro, había gente que se asustaba fácilmente, entre las que más Midoriya, Kaminari y Uraraka. Otras menos, como Todoroki, Mina o Bakugou, y Kirishima de vez en cuando, sobre todo cuando le tocaba a Mina, porque estaba a su lado, le ponía mucho énfasis y se sabía muchísimas.

Y claro, era normal que en algún momento tuviera un accidente de los sobresaltos que se daba, porque tendía a esconderse en la persona más cercana y esa era Bakugou. En una de las demostraciones de Mina, usó a Kirishima de ejemplo y no salió nada bien, porque el pelirrojo se abrazó del miedo al rubio y ambos cayeron al suelo debido a que Bakugou no se lo esperaba para nada.

—¡Joder, ya era hora! —gritó la chica, emocionada, y tomó unas cuantas fotos.

—¿¡Qué cojones haces, maldita alien?!

—¡No tomes fotos!

Ambos se levantaron para impedir que Mina siguiera tomando fotos suyas, pero al hacerlo ambos a la vez y tan rápido, volvieron a caer al suelo, esta vez Bakugou encima de Kirishima.

Ambos se miraron con cierto sonrojo y luego se apartaron al notar el flash de la cámara, mientras Kaminari y Sero reían ante la situación y Jirou escondía el móvil de Mina para que ese par no lo rompiese.

Los demás tan solo eran meros espectadores, sin atreverse a ponerse de lado de ninguno. Sin embargo, Todoroki fue el único que se atrevió a preguntar ante la duda que no parecía poder resolver por sí solo.

—¿Pero están juntos o no?

Midoriya le miró con ojos muy abiertos ante la cuestión tan directa, mientras Mina reía y la pareja en concreto miraba al muchacho con incredulidad.

—¡Madre mía, están liadísimos! —rió Mina.

—¡Claro que no! —negaron los dos al tiempo.

Todoroki parecía seguir igual de confuso mientras Bakugou y Kirishima argumentaban las razones por las cuales no podían estar juntos, ante los oídos sordos de Mina, que solo daba la razón con una sonrisa divertida.

Como Todoroki no pudo resolver su duda con sus respuestas, miró a Midoriya y le hizo la misma pregunta, porque después de todo, Bakugou era su amigo de la infancia.

—La verdad, es mejor no preguntar, Todoroki-kun —suspiró resignado el de cabello verde.

—¿Por?

—Es... complicado. Sobre todo teniendo en cuenta de quiénes estamos hablando.

Todoroki miró al rubio y al pelirrojo sentándose en el mismo lugar que antes, dejando que las historias volvieran a ser el centro de atención de todos. Un tiempo después, Kirishima parecía cansado y se apoyó en el hombro de Bakugou, cerrando los ojos. El rubio, contrario a quejarse, le pasó un brazo por los hombros con un murmullo que Todoroki no alcanzó a escuchar.

Y la duda le asaltó de nuevo, porque viendo eso ya no sabía qué pensar. Vio a Mina tomando una foto a escondidas de ambos y la pregunta volvió a surgir en su mente:

¿En serio que no estaban juntos?

Todoroki no entendía nada.