William Carey, su vida y su obra.

 

WILLIAM CAREY, SU VIDA Y SU OBRA.

 

 

 

 

 

Osmany Cruz Ferrer

 

  

Peregrino Publishing 2014

1ª edición

Impreso en España / Printed in Spain

Dedicatoria: A aquellos misioneros que sin importar el precio han obedecido el llamado del Maestro.

Prólogo:

William Carey es uno de los misioneros más apasionados de la cristiandad. Su entrega a la obra, su perseverancia y su devoción son dignas de imitación. Esta breve obra pretende entregar pinceladas solamente, de quien fuera llamado con toda justicia: El padre de las misiones modernas. Oro y espero que disfrutes leyendo sobre este insigne misionero, y que al final de esta lectura desees caminar con Dios con mayor compromiso y audacia para la gloria del Señor.

 Osmany Cruz Ferrer, La Carlota, Córdoba, España.

7 de agosto de 2014.

 

 LA VIDA Y OBRA MISIONERA DE WILLIAM CAREY

Es cierto que el tema de las misiones nunca ha dejado de ser tratado por la iglesia militante de Jesucristo. Sin embargo, es también ciertísimo que no siempre se ha tratado este tema con el énfasis que debiera. Especialmente en estos últimos tiempos donde la iglesia en occidente ha concentrado su enfoque más en sí mismos que en otras direcciones. El énfasis en la prosperidad de los movimientos neocarismáticos, la súper fe y el pensamiento positivo hablan elocuentemente de una iglesia con fuertes tendencias egocéntricas. Este, por supuesto, no es el cuadro de la iglesia general, pero de alguna manera es un indicativo de las disfunciones que prevalecen hoy en ella.

El legado de los grandes misioneros, evangelistas y pastores de antaño en ocasiones se vuelve difuso para la nueva generación de creyentes. Son millones, los cristianos  que no logran establecer su conexión con la iglesia que les precedió. Es por ello que de cuando en cuando se les debe traer a la memoria lo que otros apasionadamente hicieron para la gloria de su Señor. Las librerías cristianas están llenas de libros de autoayuda, de sanidad, de administración eclesial y liderazgo exitoso, pero poco se escribe sobre el sufrimiento en el ministerio, los sinsabores del servicio consagrado y la responsabilidad para con este mundo que se pierde en su ignorancia y en sus pecados. Se impone, por tanto, que cíclicamente se fomente el recuerdo de los que por la fe y la paciencia heredaron la promesas (Hebreos 6:12). Esto, además de loable, es una necesidad de las nuevas generaciones.

Cuando se mira retrospectivamente son cientos los hombres y mujeres de fe que asombraron al mundo con sus hazañas espirituales, pero sin lugar a dudas, en el lugar cimero se encuentran los misioneros. Es difícil hablar de alguno de ellos en particular a la hora de inspirar a la feligresía. Todos y cada uno de los grandes misioneros hicieron un aporte único e invalorable a la historia de la iglesia. No obstante hubo algunos de ellos que por su servicio no solo glorificaron a Dios, sino que también marcaron un hito en la historia de las misiones. En ese justo caso se encuentra el mundialmente célebre William Carey, quien también es conocido como el padre de las misiones modernas. La lectura de sus proezas de fe son de obligatoria lectura para todo aquel que desea prestar un servicio eficiente a Dios y sus santos. Su vida, rica en matices y experiencias, es un fanal para los que con esmerada devoción desean prestar a Dios un servicio esforzado e ininterrumpido.