"Fantasmas"

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¿Cuánto tiempo pasó desde que te fuiste?

¿Por qué lo hiciste?

Aunque es estúpido preguntar esto, pues lo sé, fue por mí...¿No?

Tú lo mataste...

Sakata ¿Cómo estás?

No escucho, no siento. Estoy tan triste, me siento tan triste.

[...]

Había salido del instituto. Dos de nuestros mejores amigos me ofrecieron dar una vuelta con ellos, negué la petición.

—Pero Ura-san, es para despejarse— me insistió Mafumafu.

—No, gracias— sonreí forzosamente y comencé a caminar para llegar a casa.

¿Cuándo volverás?

Me siento maldito.

Sakata, abrázame, ven conmigo.

Por favor...

Sin darme cuenta comienzo a llorar, mis verdosos orbes derraman lágrimas y en un inútil esfuerzo intenté limpiarlas.

Corrí hasta mi hogar, intentando evitar que no me vieran otras personas ajenas en tal estado.

—No es justo— duele, maldición, duele.

"¡Vamos, mi tanuki!"

"¡Urata, malo!"

"¿Sabes lo mucho que te amo?"

—Sakata...Q-quiero escuchar tu voz...P-porfavor...Dime tus cursis frases. Agh, eran tan tontas...

''Tú eres mi prioridad''.

—Ahora estás sufriendo— no podía retenerme. Yo era un mar de tristeza.

Nunca creí en la famosa ''opresión'' o ''punzada'' en el pecho al estar triste. Pero estaba equivocado, desde que pasó ese incidente, lo comprobé, si se siente, y es doloroso.

[...🍀...]

El fantasma de ese día parecía vivir en mi cabeza.

—¡Sakata no por ahí no! Se ve muy oscuro~— hice un puchero por tu desobediencia.

—¡Pero esos niños se lo llevaron!— habíamos perdido a unos infantes que habían querido juguetear, y tomaron el colgante que te regalé el mismo día.
Recuerdo como se te acercaban traviesos y te lo arrebataron de las manos mientras se los enseñanzas, ellos inocentemente querian jugar con nosotros.

—Déjal...— antes de poder continuar, sentí un brusco agarre que me envolvía el hombro y me hizo darme la vuelta.
Era un hombre mayor, no demasiado, apestaba a alcohol, y parecía interesado en nosotros dos.
No sabía de dónde había salido, habían un par de autos cerca pero no podría descifrar si alguno era suyo.

Parecía querer acercarse insinuoso, e insistente intentó pasar sus manos por mi cuerpo, me sentí asqueado.

—¡Suéltalo, idiota!— me apartaste de él rápidamente.

—¿Cuál es tu problema? ¿Eh?— no estaba en sus cavales, estaba ebrio a más no poder, pero se veía peligroso, y estaba furioso de la agresividad con la que parecíamos responder a él —. Vengan, no se arrepentirán— siempre odié a los estúpidos acosadores sexuales. Creo que todos los odiaban. No podía haber peor situación que encontrarte con uno, que aparte de borracho, se veía violento. Pintaba mal, muy mal.

—¡Lárgate bastardo!— exclamaste al ver cómo nuevamente se nos acercaba peligrosamente. Su mirada se perdía en la incoherencia, su enojo, y deseo.

''¿Soy fuerte?'' [UraSaka] RevisiónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora