Paternidad ©--Pausada

Anexo de Dylan

La campana suena estridentemente dentro de los pasillos del instituto.

Dentro de unas horas el bus amarillo llegara para recoger a los centenares de estudiantes y entonces el colegio se quedará vacío, salvo por la directora y el servicio de mantenimiento.

El Inti es normal. Bueno, en realidad, no tan normal.

 Es un ancho y largo edificio con zonas verdes alrededor(es una de las pocas instituciones con árboles que quedan por aquí. Pero la familia de la directora es ecologista y se han empeñado en hacer que todo esté lleno de verde, lo cual es bueno). Una pileta de mármol blanco se ubica justo frente al estacionamiento de autos, donde, a la hora de salida, desfilan los buses que nos llevaran a casa.

En un lado del terreno hay una especie de laguna, junto a la universidad (que está un poco más allá del instituto). Está rodeado por un alto muro natural de plantas trepadoras y demás cosas.

En la laguna hay tres patos. Uno blanco, uno medio plomizo y otro blanco con machas negras. Los tres siempre se pasean debajo del puente de madera blanca que llega hasta la mitad de la laguna.

Ese pequeño lago es la parte que más me gusta de todo el lugar. Podría ser romántico, si tuviera pareja, pero a veces siento que las posibilidades de que yo tenga novia son ridículamente mínimas. Pero, por ahora eso no tiene importancia.  No después de que me spoilearan por internet y descubriera que Tris de la saga Divergente (¡Alerta de Spoiler!) muere.  

¡O sea!, ¡Ya casi terminaba de leer Insurgente y me vienen con esa mariconada!. ¿Qué mierda de sociedad es esta?. Pero, bueno, ya nos salimos del tema.

En realidad, la laguna, solo es una pequeña porción de paraíso en la que me escondo durante las clases para no dormirme encima de las carpetas y babear frente a toda la clase.

En la laguna hay dos pequeñas cuevas artificiales, con forma de media esfera, que están casi unidas, como gemelos siameses. Siempre están húmedas en la parte superior. Están cubiertas de musgo en las esquinas y son muy oscura (salvo por algunos rayos de luz que se introducen por las pequeñas grietas en el “techo”). Pero, a pesar de todo, sigue siendo un lugar muy acogedor.

Me pregunto por qué soy el único que viene a este lugar. Tal vez porque los estudiantes normales van al instituto para recibir clases y no para sentarse a leer un buen libro en una patética cueva sombría.

Llevo viniendo a la laguna casi desde que comenzó la etapa escolar, lo malo es que probablemente los profesores ya se han dado cuenta de ello.

No tenía amigos así que prefería la soledad. De todas formas, estar solo no es tan malo como parece.

La razón por la que no tengo amigos es porque no hay nadie en el insti que quiera entablar una amistad con el “chico-chica”: apodo que me dieron después de que Matt Lowers-Idiota-Patán se enterara de mis buenas notas en gastronomía (Comparadas con las de él soy un maldito genio culinario), que descubriera el pdf de Bajo la misma estrella en mi móvil y después de que diera por sentado que soy un asco en el fútbol y en el baloncesto.

No es que tenga otros gustos o que sea un afeminado. Simplemente no puedo soportar la idea del hombre estereotipado que todos tienen en la cabeza.