→¿Qué son los sentimientos?← ♪Zack y Rachel♪ ∆CORTO HIATUS∆

V: Nueva Convivencia.

"¿Eso significaba sonreír? Que sus labios se curven hacia arriba por si mismos y al verla caer se apresuró para atraparla, era tan pequeña que podría cargarla para siempre".

Tenerla en sus brazos inmediatamente le hizo dar una especie de susto, el no estar acostumbrado al tacto a pesar de aquellas sensaciones, no tuvo de otra que casi arrojarla a los brazos del castaño con el ceño fruncido. Todos se le quedaban viendo como si hubiera hecho la buena acción del día poniéndole de pésimo humor y todo por aquella niña que había colapsado luego de una semana llegando a las mismas condiciones que ellos, no sólo causando malestar sino también ira ya que era más pequeña...¿La obligaron a cargar cosas, a...?.

Su mente quedó en blanco al ver su ropa llena de tierra y sus manos con ampollas, sus dientes se apretaron nuevamente haciéndolos sonar, tan bajo tienen que caer los adultos por no querer hacer el trabajo sucio. Despreciables humanos, tanto que le decían que era un monstruo y hasta empezaba a creérselo debido a su resistencia con lo que pasó, lo lastimaban más que otros niños y apenas comía. Todo esto, le estaba causando dolor de cabeza incluso no se había dado cuenta que lo seguían mirando de una forma extraña y luego miraban a esa niña para volver sus miradas en él, agradecía que tenía vendas en su rostro porque a pesar de no saberlo un calor invadió sus mejillas al punto que ardían dándose la vuelta y así darles la espalda a todos lanzando maldiciones al aire o más precisamente a ellos.

-¡Escúchenme! ¡Si le dicen a esa niña que yo detuve su caída se arrepentirán!.

-Se llama Rachel...-. Acotó el castaño.

-¡Ya lo sé!.

Se rascó la cabeza simplemente por la ansiedad que sentía, al menos se había asegurado de que para ella no sería ningún héroe, no tenía deseos de involucrarse con ella aunque en esos momentos ya tenía en mente algo para fastidiar a sus cuidadores.

Entre aquellos pensamientos, Lenny se le había quedado mirando a la niña pensando que "dormida" se veía demasiado bonita, sus mechones rubios se disparsian por todos lados quedando uno en el rostro haciendo que su mano cálida con sumo cuidado lo corriera acariciando una de sus mejillas frías, toda esta acción bajo la mirada heterocromatica del mayor, que no comprendía que hacia pero lo ponía con peor humor pateando una botella de soda que estaba en el suelo, aquel estruendoso ruido hizo que el cuerpo de ella empiece a reaccionar removiéndose en los brazos del otro niño que empezaba a sonreír de forma genuina al verla mejor.

Poco a poco sus ojos se abrían acostumbrándose a la poca luz de la habitación, sin embargo, algo le parecía extraño porque no recordaba que su cuerpo este en aquellos brazos, podrían ser fuertes y firmes pero algo tenía diferente, eso era tacto porque a pesar de las vendas se sentía más cálido que el castaño, sus labios se entreabrieron ante la mirada de reojo del chico, esos movimientos estaban siendo capturados en los recuerdos del chico sin saber porqué pero aquel brillo en los ojos azules decían que recordaba algo y deseaba no porque sus mejillas parecían explotar. 

-¿Qué me pasó?...

Lenny parecía aliviado, la bajo en el suelo para que sus pies descalzos toque la tierra, su otra mano acariciaba su cabello con algo de tierra y le estaba explicando que había sufrido un desmayo a la falta de fuerza y comida por lo que el castaño fue "quien la atrapó", pero claro todos estaban temerosos de decir la verdad debido a que el mayor por primera vez les había dirigido la palabra y todo fue para amenazarlos así que obedecieron al jefe, así le llamaban en secreto, para que la niña no se acerque tanto a él a partir de ahora. 

Como si nada la niña recordó de la bolsa de comida para sacarla de abajo de su remera, mostrando a todos incluso a Isaac con orgullo lo que había conseguido. Todos sin excepción alguna se acercaron debido al hambre. 

Por fin comerían algo decente.

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A la mañana siguiente, cuando todos dormían el hombre se acercó sin decir nada, sin levantar a nadie solamente buscaba a una, tomó el brazo sin delicadeza haciendo que la niña soltará un débil quejido de dolor en el proceso, tenía miedo Rachel tenía miedo, es el único sentimiento que conocía y lo experimentaba más seguido siendo llevada a las rastras por aquel hombre, se suponía que era el día del baño de los mocosos que hace tiempo que no se daban un baño, tenían agua para arrojar para arriba así que aprovecharía para primero bañar al encanto de niña que tenía aunque lastima que no quería gastar luz en calentar el agua así que seria una ducha helada. 

Más no llegaron a las escaleras debido al brazo de alguien que jaló a la niña de la remera para atraerla a su lado, ese niño parecía que nunca dormía o que sus sentidos estaban demasiados despiertos como para despertarlo con el más ligero ruido, ese monstruo.

-Vaya parece que es día de baño como para venir más temprano de lo normal.

-Monstruo. 

-¿Por qué no me lleva a mi también? Digo, se supone que el baño es de dos.

Estaba en cólera, cada vez que trataba de hacer algo, el niño estaba en todas por lo que a gruñidos y con una botella en la mano decidió que los niños se bañarían juntos aparte esas vendas ya estaban del asco así que las cambiaría ya que si ese monstruo moría pues no tenían a alguien tan útil como él así que tenían un poco más de cuidado con él.

Mientras tanto, Rachel volvió a mirar a su contrario que estaba con un semblante serio, tal vez siempre la cuidaba, sus labios se volvieron a entreabrir captando la atención del mayor que miraba nuevamente sus labios de reojo sólo un susurro había salido como una muestra de agradecimiento para él lo suficiente para que sus mejillas volvieran a arder debajo de las vendas.

-Isaac...

Si seguía de esa forma entonces conviviría con esa niña, sólo con ella.