Eran las dos de mañana cuando la cantina aún seguía llena, la banda se había retirado hace unos minutos mientras ponían más música en la rockola del lugar, todos estaban contentos por las horas que pasaron alegres con la banda pero había un lugar en todo el local donde tenían la atención.
— ¡Eres insufrible rancherito de pacotilla! — Mi amigo gritaba observando con furia a su rival.
— ¡Y tu un consentido little bitch! — Rey Gasca le contestaba también furioso mientras ambos se encaraban ante la mirada de las chicas que lo rodeaban, apenpendejadas más por su imagen que por conocerlos.
Y no las culpó, un hombre de rancho con grandes musculo, emanando su aire de macho mexicano, alto, barba perfecta, cantor y con sonrisa seductora era como un imán para cualquiera. Y por otro lado, un chico de piel tersa y suave con un color claro, extranjero y mirada penetrante de color azul, simpático y con sonrisa de mil soles, aunque me enoje en decirlo, Zac también tenía lo suyo para atraer a mujeres.
Ahora sumando ambas fuerzas magnéticas era notable que todas estaban atentas a ambos, yo por mi parte simplemente me quería mantener alejado de todo ese desmadre. Así que me mantuve platicando con Mane el cantinero, quien seguía sirviéndome cerveza.
— En verdad que aguantas la cerveza chico, no pareciera que fueras del tipo aguantador. — Reía.
— Aunque no lo creas desde pequeño me enseñaron a tomar caguama y licores, en la ciudad de México es una vida ajetreada pero relativamente de apariencia, muchos prefieren bebidas preparadas pero por eso mismo me ha tocado ver como dichas bebidas son alteradas por los mismos cantineros de los bares para que estos consuman más o acaben más rápido. Por eso prefiero una cerveza de su botella, sé que no le harán nada, puedo beber tranquilo y además es deliciosa.
— Entonces eres uno de los míos Xenres. — Abrazándome por el cuello de repente apareció Valentino riendo mientras ponía su cerveza en la barra. — No hay mejor bebida que la cerveza bien helodia.
— ¿Dónde estabas? Tu jefe y mi amigo están a punto de sacarse los ojos. — Pregunté curioso mientras poco a poco me separaba de aquel hombre.
— Estaba con el señor Pedro y recibiendo su regaño, disculpándome por todo el escándalo jeje. — Decía con una sonrisa sincera, pude ver de reojo al anciano sentado en la silla de ruedas a pesar de haber dicho que lo había regañado, el señor Pedro parecía contento, su sonrisa lo decía que era todo un semblante contrario a lo que habíamos visto al llegar. — Los dos reyes no se harán nada, están en conflicto por sus egos y personalidades tan parecidas pero opuestas. Son como dos gatas peleando bajo la lluvia por ver quien se moja más. — Dijo tomando a su cerveza.
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El Charro: "Pugna de Reyes" (LGBT/Finalizada)
RomancePara Reynaldo Gasca, en los últimos meses su vida se había vuelto fría, una vida perfecta entre trabajo, diversión y descansó. Cualquiera envidiaba el estilo de vida del ahora líder del equipo charro del rancho "De la Cruz" pero para Rey su vida est...