¡Hola! Acá estamos de nuevo, esta vez con una historia Fratt xd. Esta es un poco más larga que la anterior, aunque en lo personal no me terminó de convencer, pero ya fue.
Para entender del todo/eliminar dudas hay que tener en cuenta esto antes de leer.
➼Aún no la he corregido.
➼Matthew se recibió de sacerdote siendo joven.
➼Si bien él es creyente, se guía por su propio criterio.
➼Frank es un mercenario apodado "Punisher", porque solo trabaja en contra de personas que él mismo considera como "malas".
➼Mucho ooc.
➼Karen y Frank se criaron prácticamente juntos, por eso siempre fueron muy unidos, ella no conocía a ningún otro personaje aparte de Castle.
(...)
Creo que eso es todo por ahora, cualquier duda, corrección o sugerencia no duden en decírmela. Sin más que agregar, ¡comencemos!
—Ante el llamado de Dios, callan todas las objeciones y las fábulas humanas. Solamente queda la respuesta de quien ha sido llamado ante Dios, y nuestra intercesión humana mediante el sacrificio de Jesús ante el misericordioso Padre Celestial. Que Cristo Rey, cuya festividad celebramos hoy y a quien ofrecemos esta Santa Misa, reciba a la difunta mujer, Karen Page, y le otorgue el premio por sus buenas obras y el perdón de sus faltas. También nosotros nos arrepentimos por las buenas obras que dejamos de cumplir y por todos nuestros malos pensamientos, palabras y obras que no están de acuerdo con la ley de Dios.—la voz del viejo hombre resonaba por toda la iglesia, haciendo llenar de lágrimas los ojos a los presentes.
La joven Karen, había sufrido de múltiples derrames internos posteriormente a un accidente automovilístico, causándole la muerte tras dos semanas en el hospital.
—En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén. ¡Dios nos ampare y la paz esté con ustedes!—culminó el sacerdote, dando espacio a los demás a despedirse por última vez de la rubia antes de retirarse.
Caminó a paso lento pero seguro, resaltando el sonido de las suelas de sus zapatos contra el piso de mármol del lugar, era uno de los últimos en acercarse al ataúd.
—Perdóname, linda, nunca imaginé que todo esto pasaría, y mírate; ahora por mi culpa estás muerta.—pronunció amargo, en un susurro, observando el pálido rostro perfectamente maquillado, de la chica.— Te amo, nos vemos luego.—finalizó, inclinándose a dejar un beso en su frente, y retomando el paso hacia la salida de la "casa de Dios".
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Despertó de golpe, sudando frío y con la respiración y pulso acelerado, mientras una lágrima caía por su mejilla. Lo había soñado de nuevo, ese maldito momento, todo ocurrió en un instante. Su amiga había pagado las consecuencias de su irresponsabilidad e inmadurez con la vida, y esto no dejaba de atormentarlo. Hacía casi una semana del entierro, iba cada día a visitarla, dejando un ramo de rosas rojas sobre su lápida. Pero se sentía cada vez más y más culpable, quería ayuda, que alguien lo escuchase. Quería sentirse bien consigo mismo y estaba desesperado. Una idea vino a su mente "religión".
Miró el reloj, marcaba las 06:02 AM del sábado, y ya no quería seguir durmiendo. Decidió por levantarse y darse una ducha rápida para luego subir a su motocicleta e ir a la iglesia.
Llegó y se adentró con cuidado, intentando hacer el menor ruido posible, aún así, sus pasos hacían eco por toda la estructura.
Frank, entró, dudoso, a uno de los confesionarios, esperando poder recibir ayuda por parte del hombre al otro lado de la rejilla.
—Nunca me he confesado antes, siendo sincero no sabía a quien recurrir, hasta que pensé en Dios, él podrá escuchar y perdonar. He pecado; maté en varias ocasiones, mentí y cometí adulterio. Estoy sumamente arrepentido de lo que he hecho. Por mi egoísmo e irresponsabilidad ha fallecido alguien muy cercano.—admitió, cabizbajo, realmente no sabía cómo era eso de las confesiones. Sabes, tal vez era mejor ir a un psicólogo, ¡tonto! ¿Cómo no se te ocurrió antes?
Si bien concurría a misa muchos de los días correspondientes, no creía en Dios, aunque tampoco negaba su existencia. Era algo más bien por las dudas y por Karen -chica sumamente religiosa- , además de que podía sentirse bien consigo mismo, aunque fuera por un rato.
—Cuéntame tu pecado, hijo mío.—se compadeció un padre, bastante joven, castaño, con lentes de cristales carmesí y su característico bastón en mano. Realmente el confesionario no funcionaba del todo así, pero mientras el otro se sincerara y arrepintiera era válido.
—Verá, padre. Mi mejor amiga, Karen, y yo, veníamos por la carretera en mi camioneta, por lo que estaba conduciendo. Solíamos discutir por nimiedades, pero llegamos al punto de gritarnos mutuamente. Desvíe mi atención del camino, y en un pestañear de ojos un camión se dirigía hacia nosotros a gran velocidad.
Intenté desviarme para evitarlo, pero esto causó que cayéramos por un barranco. Milagrosamente yo salí casi ileso -con algunos huesos rotos-, pero ella no contó con tanta suerte.—terminó de explicar, secando rápidamente las gotas saladas que salían de sus ojos.—Como penitencia, rece veinticinco credos.—sentenció el muchacho, sin titubear. En lo personal, pensaba que no había sido culpa suya, fue un accidente y comprendía totalmente la situación, notando la tristeza y desesperación en la voz de Castle.
—No me correspondería decir esto, pero no creo que usted sea el culpable de la situación.—agregó en un susurro, se arriesgó a ello, podía notar la depresión en el aire.—Dios, padre misericordioso, que reconcilió consigo al mundo por la muerte y la resurrección de su hijo y derramó el Espíritu Santo para la remisión de los pecados, te conceda, por el misterio de la iglesia, el perdón y la paz. Y yo te absuelvo de tus pecados en el nombre del Padre, del Hijo, y del Espíritu Santo. —terminó el ciego.
—Amén. —respondió simplemente el pelinegro, sabiendo que ya era hora de retirarse del estrecho lugar.
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Father, forgive me »»(Fratt)
Fanfiction"-Dios, padre misericordioso, que reconcilió consigo al mundo por la muerte y la resurrección de su hijo y derramó el Espíritu Santo para la remisión de los pecados, te conceda, por el misterio de la iglesia, el perdón y la paz. Y yo te absuelvo de...