Capitulo único.

270 46 16
                                    

— ¡Maldición! Voy tarde de nuevo - mi reloj marcan las 3:55 pm, mis clases empiezan a las cuatro y aún me falta tres cuadras para llegar al lugar. Procuro acelerar mi paso lo más que pueda, otra llegada tarde me costaría mucho.

Ya casi sin aliento logré llegar a la institución y me disponía a entrar cuando el guardia de seguridad me detuvo afirmando que hoy no había clases, ¡¿Qué?!
Parece que mi mirada de desconcierto fue bastante evidente, ya que el guardia me explico todo.

— lo lamento, hubo una falla eléctrica por lo que las clases se tuvieron que suspender, fue de improviso así que no podían ser avisados. Lo lamentamos.
— no se preocupe, comprendo.

Al parecer corrí para nada, será mejor que regrese pronto, el clima no se ve muy bien.
¡Genial! No di ni tres pasos cuando la lluvia había empezado a caer, con la mochila en la cabeza cruce la calle y entre a un cafetería que siempre había llamado mi atención y por falta de tiempo nunca fui.

Era muy linda, acogedora, a pesar de que afuera la lluvia cada vez caía con mas fuerza, adentro había mucha gente y libros rodeando las paredes, además el exquisito olor a café inundaba el lugar. Me dispuse a esperar que la lluvia cesará con un café oscuro, mis audífonos y un libro que había encontrado en la estantería.

La música no llevaba mucho tiempo reproduciéndose cuando alguien tocó mi hombro llamando mi atención, levanté la mirada y ahí estaba un chico que parecía esculpido por los mismos dioses; su cabello negro estaba un poco despeinado y su pecho subía y bajaba gracias a la agitación, su piel se veía suave y las gotas de agua que tenía en ella parecían brillar, era muy alto y tenía unas orejas sobresalientes que lo hacían lucir un rostro un poco infantil, sin embargo seguía siendo precioso.

No sé cuánto tiempo lo estuve observando, pero seguramente fue más de lo necesario, así que decidí apartar la mirada un momento y preguntarle qué quería.

— emm, disculpa, lo que pasa es que no hay mesas libres y me preguntaba si podía sentarme aquí - se rascaba la nuca mientras me lo preguntaba, aún así me regaló una sonrisa llena de brillo.
— claro, siéntate tranquilo.

~☕~

No estoy seguro de cuento tiempo pasó ya, pero la lluvia que parecía no tener fin cesó, y el chico de orejas grandes resultó llamarse ChanYeol, es estudiante de música y es un año mayor. Hemos estado hablando todo este tiempo y es todo un caso; me contó sobre su infancia, sus gustos y disgustos, es bastante extrovertido... Yo en cambio he estado escuchando y respondiendo algunas cosas, pero disfrutando igual cada cosa que me cuenta.

— Dios, solo he estado hablando de mí, cuéntame algo.

Sentí mis mejillas tomar ligeramente color y de inmediato nuestras miradas conectaron.

— Emmm, no hay mucho que contar tengo veinte y soy estudiante de lenguas extranjeras, de hecho hoy venía a clases, pero se cancelaron.
— ah, ¿A quién debo agradecer que las clases se hayan cancelado? - me regaló una sonrisa pícara y yo no pude hacer más que bajar la mirada con los cachetes cada vez más calientes.
— Creo que debo irme - no se porqué diablo dije eso, los nervios pudieron conmigo.
— ¿Qué te parece si te acompaño a tu casa?
— ¡Si!, Digo estaría bien - no podía ser más vergonzosa toda esta situación.

Pagamos y nos retiramos del lugar, ChanYeol tenía moto, así que ahí estaba, abrazando su cintura mientras le indicaba por cual camino tomar. Estaba nervioso, espero que no notará que mis manos sudaban, o la manera en que mi corazón golpeaba.

Cuando llegamos tenía algunos problemas con el casco, así que se acercó y riendo de mí torpeza con el aparato, lo retiro de mi cabeza. Comenzó a arreglar mi cabello que había terminado despeinado, dejo de hacerlo cuando fuimos conscientes de la cercanía que había entre nosotros.

Sabía que tendríamos que separarnos, pero no quería. Sus ojos se desviaron y se muy bien a donde miraban, se fue acercando más, cosa que parecía imposible. Cerré mis ojos esperando sentir sus labios, esto era una locura lo conocía se hace unas horas, lo se, pero quería ese beso.

Mi cabeza se desconectó de cualquier pensamiento cuando sentí sus labios tocar los míos, había empezado tímido, casi con miedo a tocarme, pero una vez que siento que le correspondía sus manos viajaron a mi cintura y yo jugaba con el cabello de su nuca. Fue un beso lento, sin prisas, intentando saborear cada momento y solo logramos separarnos cuando nuestros pulmones exigían aire.

Nos separamos lento, y cuando abrí los ojos el ya estaba mirándome con una sonrisa, sentí la vergüenza apoderarse rápidamente de mí y como siempre mis mejillas se encargaron de hacerlo público.

— Te ves lindo avergonzado - sonrío aún más y podría jurar que si no tuviera aún sus manos en mi cintura hubiese caído.
— Gra-gracias por traerme.
— fue un placer - iba entrando cuando llamo mi atención.
— ¡KyungSoo! ¿Que dirías si te invito a salir?
— mm probablemente diría que sí, inténtalo a ver - dije con diversión y sus ojos parecieron brillar.
— ¿Saldrías conmigo?
— me encantaría.

~☕~






Holaaaaa, es el primer escrito que público y ahhhhh espero que sea de su agrado~
No sé, espero que no les haya aburrido y si llegaste hasta acá gracias por leer. ❤️❤️❤️

🌟S K Y🌟

coffee & rain (OS) ~ChanSoo~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora