Capítulo 24

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Despierto precipitadamente, confundido y mareado, mi maldito celular esta sonando, lo busco y lo veo sobre la mesa de noche, aún conectado inútilmente con su cable para recargar la batería... bufo... tomo el celular y veo que ha entrado una llama, me froto el rostro tratando de adaptar mi vista a la luz. Veo la pantalla del celular.

"Mark"

-¡¡¡Maldición!!!- Digo recordando de golpe que teníamos que ir a ver los depósitos de su tío. Descuelgo -¿Que pasa Mark?- hablo a través del aparato al ponerlo cerca de mi oído.

-Hermano, en quince minutos llegó.

-Ok, ok- Digo tratando de sonar lo más despierto posible.

Cuelgo la llamada y pienso en lo agitada que se escuchaba la voz de Mark, se escuchaba como cuando habla por celular mientra está al volante.

Es inconfundible el sonido del viento chocando contra el micrófono del celular... Marck puede ser mi amigo, pero siempre he odiado a los imprudentes que conducen sus vehículos mientras hablan por sus teléfonos móviles... bufo ignorandolo.

Busco un pantalón, un calzado cómodo, y una remera mangas cortas.

Bajo las escaleras, salgo del edificio y luego veo la camioneta de Marck estacionar frente a mi. Baja del coche y se precipita al verme.

-¡Diablos amigo! ¿pero que carajo te ha pasado?- Dice perplejo al ver los moretones de mi cara.

-Eh, ¿tan mal estoy?-  El asiente -Es que resbale y caí sobre unos escalones- Digo riendo a la vez que niego con la cabeza.

-¿Caiste sobre unos escalones o ellos cayeron sobre ti?- Dice Mark con algo de ironia en su tono. Me doy cuenta de que no me cree mucho y trato de desviar un poco la conversación.

-No es para tanto- Río -Se hincho un poco y como no hay agua en el edificio no he podido lavar la herida como corresponde, ya me tomé una pastilla, dentro de unas horas se verá mejor.

-Si tu lo dices.

-Claro- Digo mientras me quedo viendo mi reflejo por la ventanillas poralizada <<veo mis moretones y nisiquiera yo creo lo que digo>> -Sólo necesito lavarlo y se verá mejor.

-¡Si, eso y hiello, mucho hiello!- grita mientras saca las llaves de su chaqueta de cuero marrón- Diablos hermanos- Apolla ambos brazos sobre la chapa negra de su camioneta, y lo miro con atencio -Tienes la cara como el culo de un mandril- Ríe a carcajada y yo río levemente. Inspira profundo luego de las carcajadas -Bien, Andando.

Subimos a la camioneta y conduce, me reclino sobre el aciento acolchonado de piel negra, el lugar es espacioso, casi no siento el ruido del motor y los amortiguadores dan la impresión de que la camioneta en ningún momento se movió de su sitio.

Miro por la ventanilla, el sol esta en su punto mas alto, es medio día, esta un poco fresco pero es un día agradable.

Cierro los ojos tratando de ignorar la noche anterior, me emociona saber todo lo que está ocurriendo, todo es tan extraño, todo ocurre de una manera muy rápida, todo es muy nuevo.

Trato de relajarme, no es el momento para pensar en todo eso, el estrés me comienza a marear, además de la paliza que me dio la rubia y tambien por no dormir bien.

Más de media hora por la carretera y al fin estábamos llegando.

-Mira hermano, ese es el lugar- Señala con su enorme y negro dedo índice.

Aparca el automóvil en una entrada de tierra, bajamos del coche, y me siento alerta al oír los furiosos ladridos de un perro, levanto la vista y veo a un perro correr hacia nosotros de manera violenta.

La venganza de Alex [Editando]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora