Aquel evento tan sofisticado, resultó ser una completa locura. En lugar de mantenerme atento y de pie, terminé sucumbiendo ante la presión, bueno, más bien al vino, pues tuve un desmayo. Sin embargo, no todo era malo, puesto que obtuve la recompensa que había olvidado unos momentos atrás, la cual me había proferido Lili. Ese simple beso, hizo que mis ojos se abrieran tanto, que casi parecían salirse de mis cuencas y, por si fuera poco, tenía demasiado calor, aun así, creí estar por un momento viajando sobre las nubes.
—Dalton —escuché mi nombre, y eso hizo que saliera de mi burbuja.
—¿Qué pasa? —le pregunté a Louis.
—Entiendo que estés completamente feliz, pero debo advertirte que, a partir de mañana, tendrás que empezar con el entrenamiento, y no será nada fácil.
—Comprendo —bajé mi mirada un momento, pues me puse a meditar. ¿Entonces no tendría tiempo para hacer lo que quisiera? Si ese era el caso, debería aprovechar, así que dije lo siguiente—. ¿Entonces puedo salir con Lili hoy? —sabía que él no era su padre, aunque así se sintió cuando le dije eso. En cuanto a Louis, él se rio a todo pulmón como si le pareciera algo irónicamente obvio.
—¿Salir? Pero acabamos de llegar del evento, y aparte, ya está anocheciendo, además, te habías desmayado por beber tanto. Deberías seguir descansando—respondió ella mirándome algo preocupada.
—Bueno, en realidad, quizás sea su última oportunidad de salir contigo de acá a tres meses —le informó su hermano—. Así que... ¿por qué no lo acompañas? —mi futura esposa prestó atención a su hermano, y luego suspiró ligeramente, para más tarde asentir, lo cual me ponía realmente feliz.
—¡Bien! La pasaremos bien juntos, Lili, te lo aseguro. Será una agradable caminata —le mencioné.
—¿Entonces iremos a pasear al parque? —me preguntó, y yo moví la cabeza afirmando. Tenía la idea de llevarla a donde por lo general me reunía con los chicos, aunque antes de eso, debía darme un baño, ya que al haber tomado demasiado, seguro que apestaba a alcohol.
—Sí, pero antes deja que me prepare —mi contraria asintió y se retiró de la habitación, dejándome a solas con Louis—. ¿Y tú no te vas a ir? —le pregunté.
—Sí, pero antes quería decirte algo —me aclaró.
—¿Qué pasa?
—¿Entiendes por qué estoy tan apurado al respecto? —me interrogó, mientras que yo entre cerré los ojos.
—Algo más te habrá dicho entonces su hermano, ¿no? —supuse, y él hizo un gesto de desgane que quizás se inclinaba a lo que pensaba.
—Así es. Me dijo que cuando Gael despierte, lo más seguro es que quiera vengarse, y es por eso que tenemos que ponernos a entrenar enseguida, pues en cuanto tenga la oportunidad, nos atacará.
—Entiendo, ahora vete —le hice una seña con mi mano de que se fuera; prácticamente lo estaba echando.
—Está bien, está bien, ya me voy —refutó entre risas, me dio la espalda y antes de salir dijo—. Tómalo enserio Dalton, de ahora en adelante, tu vida será un suplicio —y al final se fue.
Una vez solo, me levanté de la cama, e hice lo que tenía planeado: me desvestí, y salí a ducharme. Al finalizar mi actividad, me lavé bien los dientes para luego ponerme una ropa más elegante. Quizás no tenía trajes como Louis, pero al menos, sentía que no entraba en la categoría de lo ridículo. De allí, abandoné mi cuarto para ir a la entrada principal, en donde esperé pacientemente a Lili. Al rato, la vi llegar con una calza debajo de una pollera corta que se extendía hasta sus muslos. El carmín que poseía la falda destaca por ser intenso, y la decoraba unos bien distribuidos puntos negros. En su torso, tenía una camiseta floreada, que estaba tiernamente adornada con estampados delicados. Como toque final, traía consigo un pequeño bolso, y se encontraba con su peinado de siempre.
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Soy un temerario mi amor ©
RomanceHoy es un día de verano más, un día que paseaba con mi libro, el cual actualmente no recuerdo su título, ¿pero qué importa eso?, lo importante es que la conocí. Y desde ese momento, no he dejado de seguir sus pasos arduamente. Mi amor se ha vuelto i...