Mi Amiga

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Soy Daniela y en este preciso momento mi amiga Carla va a acabar con una de mis más preciadas y amadas pasiones, la cual es dormir – rin... rin... suena el teléfono de casa – sé que es Carla porque ¿quién más? se atrevería a llamarme a las 4 Am.

– ¿Qué quieres? Carla – respondo aburrida.

– ¿Cómo sabes que soy yo y cómo sabes que quiero algo? en tan mal concepto me tienes – se hace la ofendida.

– Vamos, dime ¿qué quieres? para decirte que no y volver a dormir – la apresuró, sus preguntas me ofenden la conozco como si la hubiese parido.

– Necesito que me lleves al aeropuerto, buscaremos a alguien a las 11 Am, no puedes decirme que no pliss.

– No, pero ¿a quién buscaras? – si seré chismosa ja, ja.

– Es importante te lo prometo, además es un regalo para mi mama y yo... – me encanta que me ruegue, es mi forma de cobrarle el haberme despertado.

– Te recojo en tu casa o tu vienes a la mía – decido sacarla de su miseria y mostrarle mi misericordia, se lo que piensan que buena amiga es, si soy la mejor.

– Iré a tu casa queda más cerca de donde vamos, ¡te súper amo! sabias que irías aunque sea solo por saber a quién buscare - será sinvergüenza y mezquina.

– Uju – me hago la nada interesada en saber y bostezo – Me volveré a dormir, así que si me vas a contar a quien buscaras hazlo ya – me desespero, sé que no me va a contar es una...

– No te lo diré por insolente – se ríe y me tira un beso – A las 8 Am te quiero lista – dice antes de colgar.

– Claro no le digas a tu Uber personal a quien buscaran en su auto y oblígala a madrugar – le digo al teléfono sacándole la lengua como si fuese Clara, pongo el teléfono en su sitio y me vuelvo a entregar a los brazos de Morfeo.

Ya a las 7 Am me levanto antes de volver a dormir he puesto la alarma para que me despierte, me baño doy un montón de vueltas para ver que me voy a poner, optó por un jeans negro que me queda súper ajustado, una blusa rojo vino que es súper mona, unos tenis negros y me suelto el pelo no me maquillo porque se me haría tarde, cojo mi cartera y me dirijo a la cocina voy a ver que me como antes de que llegue la insoportable de Carla, ella tiene un súper problema obseso-maníaco con eso de la puntualidad y yo soy todo lo contrario siempre llegó tarde a todos lados, veo que aún hay hojuelas de maíz azucaradas pero no hay leche, recuerdo que deje en el refri pizza de antes de ayer pero cuando me dispongo a sacarla oigo la puerta de mi casa abrirse.

– Coño – murmuró por lo bajo, miro mi reloj y efectivamente son las 8 Am – Holiss – digo sonriendo.

– Te traje de desayunar porque apuesto que tu refri está vacío – ella es un amor.

– ¿Qué has traído? – la miro hambrienta.

– Croissants, un jugo de naranja y una ensalada de frutas que mamá preparó.

– Sabes que te amo – le digo arrancándole la bolsa de comida de las manos – Nunca lo dudes.

– Aja, eso no es lo que sentí a noche cuando contestaste mi llamada, ni lo que pensaste cuando me oíste abrir la puerta y dijiste COÑO – carajos olvide el buen oído de Carla le sonrió para que se olvide eso y obviamente no funciona.

– Oye, no te pongas pesada que te estoy haciendo un favor – me hago la fuerte y la miro de reojo JA, esto si funciona.

– Está bien, termínate eso y vámonos.

– Ok – Ñan... Ñan... devoro todo lo que me trajo y una vez acabo lo acabo todo, nos marchamos a buscar a no sé quién al aeropuerto.

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Nota:

Holiss, soy nueva en esto y espero que les guste mi libro.

Estoy abierta a recibir criticas constructivas.

ENTONCES SUPE QUE ERAS MÍA Donde viven las historias. Descúbrelo ahora