Dejame Ser Feliz - JonDami

¿Porqué hasta ahora?

Estando junto a Damian en la habitación la noche transcurrió mucho más rápido según lo que yo sentía incluso cuando no fui capaz de conciliar el sueño, traté con todas mis fuerzas el dormir aunque fuesen unos minutos pero me fue imposible.

Mi mundo poco a poco se está desmoronando, con este altercado mi mente no se ha podido tranquilizar, pensando constantemente en que va a venir mas adelante.

No puedo evitarlo por más que lo desee, Damian es lo más importante que tengo, lo amo demasiado. Solo pensar en que podría llegar a perderle....

No sería capaz de soportarlo.

Estando frente a la ventana de la habitación aun con Damian durmiendo, mis manos temblaban a cada momento que mi mente imagina las posibilidades en que Damian pueda lastimarse mucho mas por mi culpa, o algo peor.

—¿Jon? —dijo Damian despertando e incorporándose en la cama para ver hacía donde me encontraba. —¿Que haces ahí?

Su voz no llegaba a mí, mi mente vagaba completamente en pensamientos horrendos los cuales hacían manifestar en mí un gran sentimiento de dolor, mis manos estaban cruzadas y apretaban con gran fuerza mis brazos.

Más pronto que tarde Damian se había levantado de la cama y se dirigió a donde yo me encontraba posando una de sus manos en donde estaba una de las mías, pero al hacerlo este sintió algo por lo cual tuvo que retirarla y observar con detenimiento su mano.

Tanta fuerza estaba aplicando en mis manos que no me percaté al momento en que mis uñas perforaron tan profundo en mis brazos que la sangre comenzó a escurrir de aquellas heridas, dejando caer gota por gota ese liquido carmesí.

Los cálidos brazos de Damian me rodearon en un abrazo que al mismo tiempo usaba para tratar de frenar el que siguiera perforando mas mis brazos. —Hey, todo va a salir bien, tranquilo. —su tono de voz era tan sereno que podía con el transmitir completa tranquilidad a quién lo oyera.

Mis manos poco a poco fueron cediendo hasta dejar de presionar mis brazos, con cuidado me moví para así abrazar a Damian evitando ejercer mucha fuerza por sus heridas.

—No se como haces para poder tranquilizarme tanto. —susurré en su oído acariciando suavemente su cabello.

—Supongo que soy tu kryptonita. —respondió Damian en broma

Ambos soltamos unas pequeñas risas por ese comentario que, de cierta forma es completamente verdad, soy débil estando con él.

—Enserio te amo tanto Dami. —lentamente acerqué mis labios a los suyos para posar en ellos un tierno y corto beso siendo correspondido por el.

—Y yo a ti bebé llorón. —correspondió el oji esmeralda. —Vamos, busquemos algo de comer.

Ambos comenzamos a caminar por los pasillos de la mansión, por mi parte liberando toda la tensión que tenía minutos antes hasta llegar a la cocina de la mansión y para la sorpresa de ambos allí se encontraban los ex Robins, Alfred y Bruce los cuales al vernos llegar no dejan de mirarnos con un rostro difícil de describir.

—Chicos, ¿Como se encuentran? — su rostro denotaba seriedad como es costumbre en el, pero había algo diferente en el, mi superoído es capaz de percibirlo.

—Todo en orden padre, pero eso no es importante. —rápidamente se posicionó en una de las sillas y Alfred le acerca una taza de té la cual toma y bebe un poco de ella  —¿Qué sucedió en la reunión de la Liga?

Todos los presentes detuvieron todo lo que estaban haciendo poniendo su mirada en mí y por esa reacción tanto Damian como yo supimos que algo serio sucedió en aquélla reunión.