Jungkook siempre había sido un chico con una extraña tendencia a avergonzarse por las cosas más comunes del universo. Jungkook recibía un saludo amable en una tienda y se ruborizaba, alguien se le acercaba en la calle para preguntar por un poco de orientación y tartamudeaba tanto que dudaba que le entendieran las indicaciones, alguien quería, de repente, socializar con él y en Jungkook solo despertaba este instinto de querer correr; y no, no era un asocial o algo por el estilo, era solo que en él, la confianza funcionaba de manera peculiar y siendo sinceros, había trabajado demasiado duro durante la adolescencia para que este sentimiento dejara de asaltarlo todo el tiempo. Después de largas meditaciones, reflexiones, muchos vídeos motivacionales, y miles de consejos leídos al respecto, finalmente había logrado no entrar en shock cuando alguien quería hablar con él de manera repentina... Al menos por un tiempo.
Durante su último año de preparatoria, Jungkook había estado luchando por mantener conversaciones normales con este chico nuevo que asistía con él a algunas clases y que era tremendamente lindo, suspicaz e inteligente. Así que después de un tiempo no había podido dejar de notar que tenían muchas cosas en común, y que si era sincero con él mismo, estaba hasta un poco enamorado. Las cosas iban bien porque Jungkook no planeaba decírselo y nadie lo iba a saber jamás, pero entonces este chico había dicho que necesitaba despejarse un poco, que desde que se había mudado no había hecho nada entretenido; fue así que uno de los tantos días en los que habían estado conversando durante el receso lo había invitado en una salida a los juegos arcade del centro comercial que quedaba a unos minutos de la escuela. Jungkook no quería exagerar al respecto, él sabía que el chico probablemente quisiera entablar una amistad estable y duradera, y que la salida era para demostrar que podía ser divertido aun en las salidas fuera del colegio; pero debía aceptar que el cosquilleo que sintió en sus manos y en la parte inferior de su nuca estaban delatando que algo le sucedía.
Para cuando la tarde estaba finalizando, él debía admitir que la salida iba demasiado divertida: habían jugado a casi todos los juegos del lugar, se habían cansado de disparar a zombies, de competir en carreras, de encestar canastas; Jungkook incluso se había animado y había aceptado jugar retos de baile, había descubierto que era particularmente bueno en esa máquina. Cuando estaban a punto de abandonar el lugar, de repente él había notado que una de las maquinas de pinzas estaba llena de tiernos muñecos de los personajes de Marvel y se había quedado estudiándola por un momento, evaluando las posibilidades reales de que pudiera sacar un Ironman que producía sonidos y luces. Se había volteado y se había encontrado de lleno con una sonrisa ladeada, "vamos a intentarlo" había dicho el chico. Fue tierno, pero después del cuarto intento Jungkook se estaba poniendo nervioso por hacerlo malgastar su dinero, incluso le había dicho que era suficiente, que no tenía importancia; pero entonces en el quinto intento el chico lo logro, "te dije que podía" le había dicho demasiado feliz, depositando el muñeco entre sus manos. Habían ido a comer hamburguesas y patatas fritas después de eso, y a Jungkook le dolía el estómago por reírse tanto de las muecas y las tonterías que se habían hecho en toda la cena y que sabía, la mayoría de la gente encontraría de mal gusto.
Durante el trayecto en bus de vuelta a su barrio, Jungkook había sentido la mano del chico recorriendo su brazo hasta encontrar la propia que él tenía escondida en el bolsillo. Él no había despegado la vista de la ventanilla, pero había liberado su mano permitiendo así que el otro la tomara, mientras sentía su rostro arder y un hormigueo recorrer sus pies. Habían pasado tres paradas desde que el chico debía bajarse y faltaban solo tres más para llegar a la suya, así que cuando volteó a verlo no necesitó cuestionar nada para saber que lo acompañaría hasta su casa. Estaban frente a su portal, y el chico no soltaba la mano que había vuelto a tomar después de bajar del bus, mientras él estrujaba un poco el muñeco contra su estómago con la otra. En algún momento de la noche había pensado que lo que estaba a punto de pasar era posible, y se había mentalizado con todas sus fuerzas para no querer escapar. Así que cuando el primer beso, muy corto y fugaz, llegó, él estaba realmente preparado; tanto que fue el mismo Jungkook quien rodeó al chico por la cintura para obtener uno más consistente, dulce y un poco intenso.
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¡Ya no quiero avergonzarme! - Taekook OS
Fanfiction"¡Ya no quiero avergonzarme! Me gustas, y tener pena de ello es embarazoso pero eres tan lindo que no puedo..." O donde Jungkook sufre de problemas de timidez y Taehyung es un compañero de piso demasiado lindo. Advertencias: ▪️ OneShot. ▪️ Leve menc...