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Nadie hablo, habían llegado y lo primero que vieron fue al cobalto y al echidna sentados cabisabajos y de ahí supieron lo que había ocurrido.

La preocupación mataba a la eriza, con esa noticia no podía estar tranquila, solo esperaba y rezaba a los mil dioses que la gata estuviera bien aunque eso ni siquiera la podía dejar tranquila.

sin noticias de su amiga blaze no podía estar tranquila

—perdón...

—eh... —reacciono la eriza y miro hacia abajo en donde estaban los dos chicos sentados «ella estaba parada junto con la albina y el albino»

—debimos llegar a tiempo...—termino de decir el echidna.

—no es su culpa, nunca se culpen por algo que no hicieron...

—la culpa es del maldito chófer—dijo silver con las manos hechas puños—ni siquiera el cobarde se digno en venir aquí y pagar por lo que hizo, estúpido cobarde hijo de...

—silver—llamo rouge al albino y este volteo a verla—por el momento no hay que pensar en Eso, lo importante es saber que como esta blaze.

—eso lo se, ¡joder! Podemos denunciarlo ¿verdad?

—claro...—respondió Amy.

—¡entonces que estamos esperando!

—¿podemos denunciarlo? Si, ya somos mayores y podemos hacer eso. pero no sabemos como era y como se ve, si nós preguntan sobre el no sabremos como decirles ¿lo entiendes silver?—hablo Sonic mirando serio al albino quien este le devolvió la mirada.

—pero...

—nada de “pero” silver. Ahora concentremonos en blaze que no sabemos nada de su estado.—dijo la albina sentandoce al lado del echidna.

Silver suspiro rendido y se sentó a lado de la albino.

La rosada también se sentó a lado del azulado quien le había jalado suavemente el brazo para que se sentara a lado de el.

Varios minutos pasaron pero sintieron que fueron horas hasta que salió el doctor que atendía a la gata.

—¿como esta? Por favor dígame que esta bien—hablo silver desesperado por saber el estado de la gata.

—ella esta bien, sufrio solo unas fracturas en su pierna derecha y algunos moretones y raspones, pero ella esta bien, lo que necesita es mucho reposo y nada de esfuerzo físico eso dañara su músculos.

—gracias doctor.—agradeció la rosada

—de nada.

—disculpe ¿puedo verla?—pregunto el albino esperando la respuesta del doctor.

—claro pero no haga ruido, ella necesita descansar, con su permiso.—se despidio y se alejó dejando en un silencio a los chicos.

—gracias—agradeció el albino y se alejó de las cinco personas que estaban ahí.

(🌷)

Ya me dio sueño TuT

_yukkine_

¡Oye Pinky! 我爱你 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora