El colegio Sweet Amoris planificó una expedición en el bosque por dos días y una noche, para el 30 de Octubre. Y ni siquiera porque sea Halloween los alumnos se perderían de un buen campamento. Compartir cabaña, contarse historias de terror antes de ir a dormir y platicar junto a una hoguera es todo lo que los chicos esperan.
Entre muchos de los grupos estaba el típico de los más populares. Pero, de ellos alguien no encajaba, y ese era Armin. Quien fingía la mayor parte del tiempo ser alguien que no es, para no tener que estar solo. Ya que en su anterior escuela todos se burlaban de él por ser un friki. Sin embargo, sus expectativas estaban por acabarse ¿O tal vez no?
Aquella tarde, Armin había dejado encendido su celular sobre el camarote, mientras iba al baño. Entonces, uno de sus amigos aprovechó para rebuscar en su teléfono. Lo que encontró fue un montón de imágenes del delegado de la clase Nathaniel, quien a pesar de tener un buen aspecto tiene unos gustos que la mayoría del colegio consideraría de un nerd.
En el momento que el friki salió del baño todos lo interrogaron sobre su extraña obsesión. Él no pudo encontrar ninguna excusa, así que como más temía volvió a ser un objeto de risas de sus compañeros.
Al no aguantar las burlas de sus propios amigos intentó huir de ellos, pero fue inútil. Comenzaron a planear sobre encerrarlo en la casa que los mismos profesores les prohibieron entrar. Así, agarrándolo entre todos obligaron al chico a entrar en esa horripilante choza. Atrancaron la puerta por fuera impidiéndole salir.
-¡No volveremos a por tí hasta la mañana!- Le dijeron desde el otro lado de la puerta.
Golpear la puerta y gritar era en vano. Forcejear también era inútil. Ya no había salida. Por lo cual, el pelinegro se adentró en la mugrienta casa, esperando hayar otra salida. Los pasillos eran oscuros y la madera crujía.
Una pelota se acercó saltando a las manos de Armin y cuando hizo contacto con sus dedos se convirtió en polvo. No era suficiente experiencia para gritar, pero si para dejarte la piel como gallina. «Será una broma» Penso él y si no lo hubieran tomado por los tobillos, arrastrandolo por el suelo lo hubiera creído. Algo lo dejó tirado en la esquina de unos pasillos.
Oyó unos pasos aproximarse y soltó un grito cuando una luz blanca lo cegó.
-¿Armin?- Preguntó alguien viéndolo desde arriba. Y verlo derritió todo el temor que contenía el chico.
-¿Nathaniel, qué haces aquí?-
-Lo mismo te pregunto... Digamos que me jugaron una mala broma y busco una salida- Nathaniel le ofreció su mano para que se levantara. Temblando Armin la acepto e internamente agradeció por estar en esa situación.
-Parece que estamos en las mismas- Dijo Armin ruborizandose al ver que el otro aún no lo soltaba.
-¿Qué te parece si buscamos juntos?- Propuso el rubio y Armin aceptó sin inconvenientes. Ahora pareciera tensarse más por estar al lado de su amor platónico que por la casa encantada.
Deambularon sin rumbo por la choza, siendo el celular de Nathaniel su única fuente de luz. Dando un paso en falso, una tabla de madera se rompió quedando el pie de Nathaniel atrapado.
-¡Maldita casa!- Exclamó enojado. Y como si lo hubiesen escuchado, risas se oyeron a la distancia. -¿Qué fue eso?- Confundido sacó su pie con sumo cuidado.
-La casa está encantada- Dijo Armin más blanco que un papel.
-Los fantasmas no existen- Le contradijo.
-¿Cómo lo sabes? Hace un rato algo me arrastró hasta el pasillo donde nos encontramos-
-Ya sé, todo esto es una vil broma de esos incompetentes. ¿Por qué te encerraron a tí? Creía que te llevabas bien con ellos- Decía extrañado.
-Me llevaba, a decir verdad nunca me llevé bien con ellos. Ni siquiera me gustan los deportes o salir de fiesta como a ellos. Les mentí a todos sobre quien era para que no me ocurriera lo mismo que en mi anterior colegio- Le explicó.
-¿Entonces, cómo eres? ¿Me haz estado engañando todo este tiempo? Creía que tu eras diferente- Dijo decepcionado.
-¡Contigo es distinto! Contigo simpre soy yo. No mentía cuando te dije que me leí el señor de los anillos- Aquello hizo sacar una sonrisa a Nathaniel.
-¿Es así? Me alegra, eres más que un amigo para mí Armin- Todo hubiera sido muy romántico, si es que no se encontran en medio de una casa embrujada. En ello un montón de arañas saltaron del techo hasta sus cabezas. Los dos salieron corriendo desesperados. Pero, en el instante que se iban a quitar las arañas, éstas no estaban.
-¿Viste y sentiste lo mismo que yo?- Su acompañante asintió con los nervios de punta. Es como si una fuerza invisible jugara con sus mentes.
-Creo que nos estamos volviendo locos- Agregó. Lo que era probable según Armin, ya que no solo la falta de luz le volvía loco, si no que además Nathaniel estuviera con él pasando momentos que nunca hubiera imaginado. Y por un momento creyó que era perfecto para preguntarle o ver si él sentía lo mismo.
-¿Puedo hacerte una pregunta?-
-Ya la estás haciendo y por supuesto que puedes ¿Qué te lo impide?- Si supiera todo lo que le impide preguntarle.
-¿Cuál es tu orientación sexual?- Le pregunto haciendo lo posible por sonar firme. Su corazón latía a mil por hora, en cualquier momento se le iba a salir del pecho, sin embargo temía más que cualquier otra cosa por su respuesta.
-¿Por qué me preguntas eso? ¿Te intereso?- El rubio le lanzó una sonrisa pícara y Armin no evitó sonrojarse hasta las orejas y desviar la mirada. -¿Acerté? Nunca me hubiese imaginado, ni creído que te gustara... ¿Te digo un secreto?- Él se acercó al oído de su enamorado. -Tú igualmente me interesas- Susurró.
-¿En serio? ¿No me estás bromeando?- Preguntó esperanzado.
-Jamás jugaría con algo así, pero creo que antes de seguir hablando sobre nuestros sentimientos es mejor encontrar rápido la salida- Aclaró.
Los dos continuaron caminando abriendo puertas y recorriendo pasillos, solo que ahora iban tomados de la mano. Aumentó la ansiedad de ambos al divisar una luz al frente, que deducieron pertenecía a las de las cabañas de noche. Y ahí encontraron una puerta que dirigía al exterior. Iban a abrirla cuando algo que colgaba del techo cayó. Por poco los golpea un espejo, que se quebró al chocar con el piso. Rápidamente abrieron la puerta y salieron corriendo asustados.
Al ver que se encontraban seguros pararon de correr para recuperar el aliento.
-¿Nathaniel, no te da miedo que los demás te vean conmigo de la mano?-
-No, no tendría porque asustarme de lo que esté por venir si estoy feliz con ello- Se sonrieron y por último unieron sus labios en un beso.
¿Qué fue lo que ocurrió realmente ahí adentro? ¿Fue la imaginación de los chicos? ¿La presión? ¿Los nervios? Bueno, eso importa poco, mientras hayamos comprendido el significado oculto.
Todos le tenemos miedo a algo, ya sea la soledad, tu reputación, volver al pasado o la oscuridad. No obstante, todos compartimos un miedo en común. A todos nos asusta lo desconocido, no hay nada más grande que temerle a ese suspenso que nos demuestra el hecho de que no tenemos la más mínima idea de lo que vendrá después. ¿Qué es lo que más desconoces? ¿Serás tú mismo? ¿Los demás? ¿El futuro? O ¿Lo que hablan de tí? Halloween nos recuerda nuestros miedos, pero no significa que sea algo malo. Aveces tu debilidad puede ser tu mayor fortaleza. Y jamás olvides que...
"Cuanto antes te enfrentes a tu miedo, antes dejará de perseguirte"
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"Asustando A Tu Corazón" [Nathaniel x Armin] Oneshot #UnlimitedPride
FanfictionEncerrar al friki de la clase junto al nerd en una casa embrujada puede sonar divertido y más si sabes que uno de ellos lleva hace tiempo intentando conquistar el corazón del otro. Sin embargo, se acaba la diversión cuando te cuentan la historia des...