Tenía más ganas de pintar que nunca, y el pincel corría por la tela plasmando una infinidad de colores a su paso. ¿Era por el sexo increíble que había tenido con James durante el fin de semana? No, y no quería reducirlo sólo a eso. Había tenido sexo fantástico otras veces y no había sido motivo de ninguna inspiración, aunque definitivamente James estaba en el puesto número uno de mi ranking personal. Bebí de mi café y me alejé para mirar mi trabajo con más detenimiento, mientras en el aire sonaba "It runs through me", de Tom Misch, y mi pie se movía sin darme cuenta, al ritmo de la música.
Sus labios me sorprendieron al estampar un sonoro beso en la base de mi cuello, y salté, volcando el café por completo.
-¡Mierda! -grité.
Su carcajada retumbó por sobre la música.
-¿Tienes cosquillas?
-Claro que tengo cosquillas, pero no fue sólo eso. ¡Me asustaste!
-Me desperté y no estabas -me rodeó con los brazos la cintura, hundiendo su nariz en mi pelo.
-Ya ves, aquí estoy... -le contesté, sacudiendo mi mano que chorreaba café. Me moví para soltarme de su abrazo y fui a la cocina.
Me sentía extraña. Nunca nadie se quedaba a dormir, pero después de nuestra charla en la acera se sintió natural que él lo hiciera. Y se sintió natural para mí hacerlo. Ahora, a la luz de la tarde, mis defensas volvían a subir un poco, y me sentía rara, con una mezcla perfecta de vergüenza y temor que se volvían incomodidad. Quizás eso era lo que me había impedido, todavía, mirarlo de frente.
-¿Quieres café? -le dije mientras me lavaba las manos.
-Claro.
Mientras servía la taza lo miré acercarse a mi pintura. Se detuvo a observarla con una gran concentración. Estaba descalzo, con sus pantalones grises de jogging cayéndole perfectamente en sus caderas, y sin camiseta.
Suspiré.
Juro que suspiré.
Sacudí la cabeza, y me acerqué ofreciéndole la taza de café.
-Es algo nuevo que estoy intentando para mi próxima serie de pinturas. No está terminado -le resté importancia, a pesar de que estaba muy contenta con lo que estaba logrando.
-Es muy bueno. Es todo un cambio -no quitó la vista de la tela mientras me hablaba y bebía un sorbo de su taza.
-Si, no lo se. Es muy distinto a lo que vengo haciendo, es algo que tenía rondando en mi cabeza hacía un tiempo. No lo sé. No está...
-Si, lo dijiste, lo sé. Eso no importa, Mia. Acepta que es muy bueno.
-Es tu opinión, y te agradezco...
-Acepta que es muy bueno -se giró para ponerse frente a mí, sonriendo.
-No sé si es bueno, James.
-Acepta que es muy bueno. Dilo.
-¿Qué?
-Dilo. Di, "mi trabajo es muy bueno".
-No haré eso.
-Dilo -dejó el café sobre la mesa y puso sus manos en la cintura, parándose erguido frente a mí. Sus ojos brillaban y sus hermosos labios se curvaban levemente.
-No -bebí de la taza, apenas asomando los ojos por encima. Quería ocultar mi sonrisa.
-Mía... -caminó un paso y se acercó a mi- ¿Sabes que tu trabajo es bueno? ¿Sabes que tienes talento?
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Dos corazones en guardia
FanfictionMia ama el arte; es pintora, tranquila y ama su independencia y su soledad. James ama las motos; es extrovertido, tosco y persuasivo. Ambos se esconden en sí mismos, pero, a pesar de sus corazas, descubrirán que tienen mucho más en común de lo que...