𝐅𝐄𝐋𝐈𝐃𝐀𝐄 | 𝚃𝙷𝙴 𝙷𝚄𝙽𝙳𝚁𝙴𝙳 𝙵𝙰𝙽𝙵𝙸𝙲𝚃𝙸𝙾𝙽
Tener más de un hijo en el Arca estaba totalmente prohibido, pero no era culpa de uno/a que fuesen gemelos... o gemelas, en este caso.
Lo que no te mata te hace fuerte, en este caso, si la...
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Floukru
Octavia, Jasper, Bellamy y Clarke despertaron dentro de un contenedor. El contenedor no estaba en perfecto estado, pequeños agujeros habían el, así que esa era la única opción de luz que tenían. Luego de descubrir que no se encontraban con ningún arma en defensa propia, Octavia comenzó a golpear, así que las puertas se abrieron. Una mujer apareció, cabello enrulado y color oscuro. Luna.
—¿Dónde está Lincoln? —preguntó.
—Lincoln está muerto. —respondió Octavia muy a su pesar, causando que Luna agachara la cabeza, sintiendo pena por su amigo.
—¿Skyler también está muerta? —volvió a preguntar.
—No, está viva. —respondió Bellamy.
Alzó la ceja, con confusión. Sabía y conocía en persona aquel amor incondicional que se tenían. Sólo pudo pensar en lo terrible que se encontraba aquella chica.
—Necesitamos tu ayuda. —dijo Clarke— Lincoln dijo que nos ayudarías.
—¿Sí?
—Luna, eres la última de tu clase. La última Sangre Nocturna. —continuó Clarke, haciendo que Luna se llenara de dudas.
—Entonces Lexa también murió. —resumió, evitando el hecho de que ella sabía que Skyler era Sangre Nocturna también.
Skyler sabía que Luna no aceptaría la Llama a menos que encontraran una mejor manera de persuadir, pero, Luna pensó que si Skyler los envió, debe ser porque ella no era lo suficientemente capaz de llevar la situación, aparte de que ser Comandante implicaba unas consecuencias donde no se sabía si Skyler siquiera sobreviviría.
—Su espíritu te eligió como la próxima Comandante. Titus me confió la Llama para dártela.
Titus también sabía que la joven hermana de Lexa era Natblida. Comenzó a atar los cabos sueltos, pensó que no querían poner a la muchacha en riesgo, y como Luna ya estuvo en combate, acudieron a ella por su experiencia.
Luna sabía que eso era mentira, sabía que Skyler y Lexa la consideraban traidora al igual que muchos, por no decir mayoría, de los terrestres. Si Skyler no le había dicho a sus "amigos" que era Natblida, entonces no quería ser Comandante tampoco, y por eso los envió con Luna. Cobardía, pensó la morena.
—Entonces debería haberte dicho que me fui de mi cónclave, jurando no volver a matar.
La líder de Floukru seguiría con la posición de rechazar su derecho de nacimiento, la Llama. No quería, tampoco debía hacerlo, ya que ha vivido en paz por muchos años, no quería perder ese récord.
—No debes matar. Dirigir es tu derecho natural, cómo diriges es tu elección. —insistió Clarke. Le mostró la pequeña caja que contenía la Llama, para abrirla frente a sus ojos. Luna tomó el dispositivo que Clarke poseía.
