Querido Nahuel:
Hoy recuerdo el día tan especial cuando me adoptaste.
Mi gran compañero Nahuel. Me pusiste un nombre muy hermoso, Serena.
Todos los días nos la pasábamos jugando, reíamos, y me compartías tus secretos. Aunque no hablemos el mismo idioma yo te compartía los míos y nos entendíamos.
Hasta que un día todo cambio. Me empezaste a dejar de lado, ya no pasábamos tiempo juntos, estas todo el día frente al televisor jugando con la consola.
Por todo los medios posibles trate de llamarte la atención y te me ignorabas.
-¡Nahuel Nahuel vamos a jugar en el jardín!- mientras te jalo del pantalón, y tu solo te dedicaste a escuchar mis ladridos.
Este tiempo te noto muy distante, no solo conmigo sino con toda tu familia.
Hace un mes solía escucharte y ser tu cómplice. Fui tu amiga y tu compañera.
Hoy dormiré muy profundamente para olvidar y así quizás algún día volvamos a jugar.
YOU ARE READING
Querido Nahuel
Short StorySeré, la mascota de Nahuel, con la llegada de la tecnología a su casa le puso patas para arriba a su vida, y le escribió una carta a su dueño para expresar su tristeza