Primer Calor

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Título: Primer Calor

Palabras: 1765

En el momento que LuHan supo que no era un beta, quiso llorar, por que el no quería ser como todos esos estúpidos alfas que se volvían unas bestias y sucumbían a sus instintos animales, esos instintos primitivos que todo alfa tenía.  

Él detestaba esa forma tan estúpida como irracional que se comportaban los de su especie, es decir; ¿Quién en su sano juicio sería tan idiota, para ir detrás de alguien a quien acababa de conocer?, o lo que es peor, quisiera marcarlo o ser su dueño rozando lo inimaginable, como absurdo.

Sí, definitivamente, LuHan no quería eso para él.

Nunca, definitivamente nunca actuaría de esa manera, o de alguna peor.

¿Han escuchado, nunca digas nunca por que te puede suceder?, alguien debía haberle dicho a Han que podía pasarle.

A mediados de la época de invierno, fue el inicio del sufrimiento del joven alfa.

Una de las reuniones de viernes por la tarde de su madre, con sus amigas, había sido diferente. Su madre pidió que bajará a la sala de estar con ellas, tenía a alguien a quién presentarle.

     ⏤ Te presento a Oh SeHun, el hijo menor de los Oh y tu futura pareja.

Futura pareja.

Futura

Pareja.

Mierda.

Por favor, díganle que es es una puta broma de mierda. Y no por qué sea algo malo, no.

Es que el joven frente a él, era el sinónimo de belleza. Era tan bello, tan precioso, tan irreal, parecía un pequeño muñequito de cristal.

No quería admitirlo, por que no quería ser igual a los demás alfas, pero Oh SeHun había despertado esos instintos animales, que tanto estaba deseando olvidar.

Probablemente habían transcurrido tres semanas, donde LuHan estuvo huyendo del joven, sin dirigirle la palabra o siquiera voltear a verlo. Y era sumamente difícil considerando que sus padres habían decidido que le sentaría bien a su relación el que vivieran juntos.

Error.

LuHan pasaba ignorando al menor, desde el desayuno, hasta la cena. De lunes a viernes. Ya que los fines de semana SeHun iba de visita con sus padres.

Y esos, sinceramente eran los mejores días para el alfa; ¿Por qué?, sencillo. Podía masturbarse hasta horas altas de la noche sin necesidad de ocultar sus deseos carnales. Sin correr el riesgo de dañar a SeHun.

Así debía de seguir. Por supuesto LuHan, era un alfa con muy poca suerte... O tal vez mucha.

Fue un viernes, que llegó más tarde de lo normal a su departamento, el trabajo lo estaba consumiendo al mil, sumándole el hecho de organizar el evento de caridad  que su madre le había impuesto, sentía que iba a morir.

Lo único que deseaba, era poder tener un largo, largo baño, una buena copa de vino tinto e ir a dormir.

Todo hubiera estado increíble, si no fuera por ese delicioso olor a menta y yerba buena, que estaba nublando su vista. Pero debía ser el simple cansancio de su cuerpo que le estaba afectando, ¿cierto?

Retiró su saco, como la corbata, retirando los zapatos sin desatar las cintas y caminando hasta su habitación se fue tarareando una leve melodía que no podía sacarse de la mente.

Puede qué LuHan fuera un buen ser humano y por eso lo han bendecido, o el mismo satanás estaba harto de verlo tan recatado y quiso que comenzará a pecar, que sucumbiera a sus instintos más salvajes,  más animales, más fuera de sí.

✽。Rincón HanHunWhere stories live. Discover now