RICARDO...
Me levante temprano para llegar primero que ella, llame a una amiga y quede con ella que nos verÃamos temprano en mi oficina, quiero castigarle y ya tengo un plan en marcha.
Minerva me estaba esperando en la puerta de la empresa, con un abrigo largo y muy maquillada, la saludo y pegas sus labios a los mÃos pero no abro mi boca siempre le he dicho que sin besos, me parece demasiado personal y solo compartimos sexo.
La agarró del brazo y la guió a mi oficina, no cierro bien la puerta y la ayudo a despojarse del abrigo y entiendo porque es largo solo carga ropa interior sexy y unas botas altas de tacón fino, me acerco a su espalda y beso su cuello mientras paso mis manos por sus senos, ella responde rápidamente.
Sin perder el tiempo la llevo al sofá y la siento con las piernas abiertas y le comienzo a chupar el clÃtoris hasta ponerla húmeda para estar dentro de ella,
 la hago subir encima de mi cuando escucho los tacones en el piso, espero que sea ella. Minerva es del tipo gritona asà que la agarro de la cintura y comienzo una cabalgata duro para que grite fuerte.
El sonido de los tacones se detiene e imagino que nos ve desde la puerta, por lo que decido ser más cruel.
- Vamos nena, dame todo lo que tienes!- Minerva responde y se deja caer más fuerte, los tacones vuelven a sonar cuando Minerva se corre, le doy la vuelta para penetrarla desde atrás y sigo bombeando en ella y hacerla gritar mucho.
 Vuelvo a escuchar los tacones y me esfuerzos, sobre todo para mantenerme duro, me está resultando difÃcil por estar pendiente de ella. Los tacones regresan y busco hacer que Minerva grite nalgueando la pues a ella le gusta rudo, pero de pronto el grito no es de placer pues siento que me bañan de agua helada lo que hace que todo se baje.
- Qué Diablos!- Grita Minerva. Se levanta como puede y veo a mi peor pesadilla con una sonrisa en los labios que no le llegan a los ojos.
- Perdón pero me pareció que necesitaban refrescarse.
- Quien mierda eres?- Pregunta Minerva - Debes despedirla Riqui- dice mirándome pues no he podido salir de mi asombro, se supone que yo la castigarÃa no al revés.
Aria se rÃe y ladea la cadera colocando una mano en su cintura. - queridita yo soy dueña de esta empresa y quien podrÃa salir mal parado seria tu Riqui porque en esta empresa hay normas y estoy seguro que cuando entro como socio las leyó, el en este momento podrÃa enfrentarse a una demanda.- Me sonrÃe con frialdad y vuelve a ver a Minerva - Te recomiendo te vistas y te marches y si te vuelvo a ver en mi empresa te hago sacar a patadas.- Con eso se gira sobre sus talones y sale como una reina sin mirar atrás.
Voy al baño, arreglarme. - VÃstete- ella me mira dolida. - Vas hacer que me valla?- Busco toallas de meno para secarnos, y poder vestirnos, ella la toma con agresividad - No puedo creer esto, no me vuelvas a buscar- Se termina de vestir con la poca ropa que carga y sale dando un portazo muy fuerte.
- Esto no podrÃa haber salido mejor.- Término de arreglarme y llamo al personal para que retiren el sofá y lo manden a secar.
Empiezo a trabajar pero es inútil, tengo que verla, el impulso de reclamarle es demasiado fuerte aunque sé que yo soy el que está mal, me levanto y me dirijo a su oficina. Escucho su risa es una risa feliz de enamorada, la reconozco asà se reÃa conmigo.
Mi furia se eleva, ella no tiene derecho amar a nadie, ella no debe olvidarme tiene que sufrir por mi como yo sufrà por ella.
- Te amor mi amor, no lo olvides- La escucho decirle a alguien y no lo soporto entro como un vendaval a su oficia
- Te llamo luego bebe.-
Me mira con el ceño fruncido y se cruza de brazos.- Te puedo ayudar en algo?- sube una ceja esperando, respiro profundamente y aprieto mis puños.
- No tenÃas derecho de irrumpir en mi oficina de ese modo y menos echarme agua frÃa- Le reclamo
Ella me sonrÃe y suspira - Pensé que querÃas que te refrescara, no fue por eso que dejaste la puerta de tu oficina abierta?- Su sarcasmo es hasta divertido, habÃa olvidado que ella respondÃa con un humor sarcástico en ocasiones.
- No lo hice por eso, solo quedo abierta por accidente.- Ella se carcajeo fuertemente y se levantó.
- Ricardo, no me importa tu vida sexual pero mi empresa se trata de cosméticos y no sexo, para eso vete a un burdel o a un club de sexo.
Me sonrió ella esta celosa lo puedo ver como aprieta la mandÃbula.
- La próxima vez toca asà este abierto.- la regaño antes de retirarme, cuando voy saliendo suena su teléfono y ella contesta con el alta voz puesto.
- Hola princesa!- saluda una voz de hombre muy profunda, me doy vuelta y veo sus sonrisa que me enardece y regreso le arrebato el celular.
- Está ocupada llama luego.- Lanzo el teléfono al escritorio. La veo levantarse hecha una fiera, sus ojos café se ven más claro y parecen brillar, esa cualidad de ella siempre me ha encantado.
- COMO TE ATREVES A CORTAR MI LLAMADA!- Acentúa cada palabra con un golpe de su dedo en mi pecho
- Me atrevo porque tú te metiste en mi despacho.- No resisto y antes que replique la beso de forma brusca y dura, sé que le estoy lastimando los labios pero debo castigarla, es lo que más deseo que sufra como sufro yo. El Monstruo de los ojos verde llamado celos me está carcomiendo
- !BASTA!... No le dejo hablar introduzco mi lengua en su boca exigiendo que me corresponda, siento un fuerte dolor en mi lengua, la suelto y agarro mi boca, me ha mordido, no puedo creerlo.
- Nunca más me vuelvas a lastimar asÃ!- dice con los dientes apretados. - No te permito el abuso Ricardo Cogno, asà que sal de mi oficina y si no es algo relacionado con trabajo no VUELVAS!- señala la puerta, está temblando imagino que de rabia.
- Me mordiste!?- le digo sorprendido.
- Si! y agradece que solo fue un mordisco y no patee tus partes privadas, ahora vete-
Salgo molesto pero sorprendió por su ataque violento, ella no fue nunca asà cuando estábamos juntos y debo decir que eso me calentó la sangre a muchos niveles.
Frote mis manos con malicia, pues tengo otro plan en marcha muy pronto la tendré de rodillas frente a mi literalmente.
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LA MANSIÓN NUBLADA
Misteri / ThrillerMi vida no era perfecta, pero iba a tener el matrimonio perfecto, mi novio era el hombre perfecto, mi futuro era perfecto, pero en lo designios de Dios nunca falta el diablo. Y mi diablo resulto ser la persona en quien debía confiar, la que me tenia...