Capítulo 1
Los nacionales estaban cerca.
En el Oshaka Gakuen, los miembros del equipo de atletismo se preparaban para partir a sus respectivos entrenamientos.
—Sekime, ¿crees que Sano vendrá con nosotros?
El mencionado de cabellos rizados castaños y de ojos negros desvió la mirada hacia la ventana del pequeño autobus que los llevaría hasta los campos de entrenamiento.
—¿Sekime?
Una sonrisa se dibujó en su rostro al observar a través de ella como un joven alto, de cabello negro por encima de los hombros, de ojos negros rasgados y grandes se acercaba apurado al autobus.
—Él vendrá—habló por fin Sekime dejando a todos extrañados.
Al poco rato el pelinegro había subido al automóvil y observaba a todos detenidamente.
Los chicos que se encontraban ahí, apartaron sus miradas y cada uno se sentó en su lugar.
Sekime sonrió y saludó a su amigo.
—Bienvenido Sano.
El joven sonrió tímidamente y se sentó al lado del castaño.
—¿Estás preparado? —preguntó Sekime mientras dirigía su mirada orgullosa hacia él.
Sano solo asintió. Estaba más que preparado.
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Cerca de las puertas del Oshaka, una joven de cabello castaño largo de ojos color miel, tez blanquecina y bajita, se encontraba nerviosa, como si lo que iba a hacer, fuera una gamberrada, aunque, efectivamente, lo era.
Con un largo suspiro se encaminó hacia el instituto masculino, no había viajado tantos kilómetros por nada.
Para su desgracia las puertas estaban cerradas, tendría que averiguar la forma de entrar sin ser vista.
Decidida observó a su alrededor, todas las instituciones poseían una puerta trasera, la que normalmente utilizaba el conserje para entrar y salir, simplemente debía encontrarla.
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Allí estaba ella, una joven de cabellos dorados, melena larga que caía por su espalda como una hermosa cascada, de ojos castaño claro como las hojas de otoño a plena luz del día, de pestañas pronunciadas, tez café con leche y de estatura mediana.
Movida por su rabia y su deseo estaba esperando, decidida, el proximo avión a Japón.
¿Cómo se atrevían a hablar de él así? Cada vez que lo pensaba la furia la carcomía para sus adentros.
''Pasajeros del vuelo 24, por favor, dirijanse a la puerta de embarque, su avión despegara en breves´´
—Ya es la hora— Dijo mientras se encaminaba hacia los dos empleados dispuestos a registrarla.
Suspiró, cuando estos finalizaron su trabajo se dirijió a su respectivo avión.
Una vez en el, buscó su asiento para, al fin poder cerrar los ojos y concentrarse en las dulces melodías que se había descargado antes de partir.
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Vuelve conmigo (Hana Kimi fanfic)
FanfictionDos jóvenes se encuentran en un mismo lugar con un mismo objetivo. ¿Será cosa del destino?