-Venga Ade, es ese restaurante, está repleto de gente y también repleto de platos carísimos, guau... - Exclamaba mientras desviaba su vista al menú del día en un papel negro en una de las ventanas de la puerta. - Además yo voy a estar en aquella esquina por si pasa algo. - Le miré asustada. - Que no va a pasar nada claro. ¡Suerte!. - Me empujó hacia la puerta y entré.
El restaurante era bastante elegante, y yo no iba muy acorde con el lugar. Llevaba los vaqueros negros ajustados del día que aquel tipo me chocó y un suéter fino color blanco de punto. Mi pelo que había ondulado con las planchas iba recogido en una coleta alta. Había pintado la raya de arriba de mis ojos y apliqué rímel a mis pestañas. En mis pies llevaba unas botas negras y una chaqueta de tela fina de color azul oscuro.
Me senté en una mesa libre esperando que alguien se acercara. Pero solo se acercó el camarero y me entregó la carta.
-¿Puedo sentarme?
Pregunta una voz grave que ya me era familiar, después de unos dos o tres minutos de espera. Alzo la vista y solo asentí lentamente con la cabeza mientras tragaba en seco. Él llevaba un gorro que cubría todo su pelo, aún llevaba las gafas de sol puestas. Llevaba una camisa de cuadros azules y blancos abierta y debajo una camiseta básica blanca, unos pantalones muy ajustados negros, y no logré alcanzar a ver sus pies.
-Gracias.
Dijo sonriendo mientras se quitaba su abrigo negro y lo ponía en el respaldo de la silla. Se quitó el gorro y montones de rizos perfectos y despeinados comenzaron a caer. Oh dios mío... Se quitó las gafas de sol y me regaló una preciosa sonrisa. Su sonrisa.
Estoy embobada, no puedo creer como el chico de mis sueños estaba frente a mí, en un restaurante súper carísimo y sonriéndome. Empezó a mover su cabeza rápidamente provocando una oleada de rizos mientras los colocaba perfectamente en su posición correcta con sus manos. Alcancé a ver los tatuajes de su muñeca.
-Hola, soy Harry Styles. - Sonrió nuevamente y me alargó su mano en forma de saludo mientras se sentaba. ¿Qu... qué? - ¿Hola? – Preguntó extrañado.
-Lo siento, encantada, yo soy Adelia Conelly. - Alargué el brazo y acepté su apretón de manos, sonrió y alzó sus cejas. - ¿Fuiste tú el que me empujó en el aeropuerto?
-Nuevamente te pido perdón... Una manada de paparazzi me seguían, yo solo quería estar tranquilo después de un largo viaje.
-No importa, no te preocupes. - Sonreí, estaba demasiado nerviosa. "Tranquila Adelia, así vas bien, al menos hablas" recuerda mi subconsciente. - ¿Por qué me has traído aquí?
-Quería compensarte por el empujón y no se me ocurrió mejor forma. - Se llevó la mano a la nuca y formó una sonrisa en sus labios. – Entonces, cuéntame sobre ti... ¿volvías de un viaje? - Preguntó.
-Vengo de vacaciones aquí. - Comenzaba a soltarme un poco y a poder respirar, pero no termino de confiar en mí misma.
Que guapo... ¡que ojos! Me quedaba hipnotizada ante lo bonitos que son esos ojos verde esmeralda. Todo en su rostro encajaba y lo mejor de todo era su sonrisa.
-¿Qué vas a pedir? - Dijo leyendo la carta.
-Yo... - No tenía ni la más remota idea. - No conozco muy bien estos platos. No soy de aquí... Y bueno... - Reconocí avergonzada, noté que mis mejillas se encendían, el solo me miraba con una sonrisa tierna.
-¿Preferirías una pizza? - Alzó las cejas y amplió su sonrisa.
-Sí, por favor. - Dije aliviada cerrando la carta.
Nos levantamos de allí, cogimos nuestras pertenencias y nos fuimos en busca de una pizzería.
Cuando salí del restaurante vi aun a Ros en la esquina, sin que se diera cuenta Harry le levanté el pulgar en señal de aprobación con una gran sonrisa, ella solo nos miraba impresionada, con la boca abierta.
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Extrañas coincidencias (Harry Styles) Terminada/Editando.
ФанфикTiene SEGUNDA TEMPORADA. Adelia nunca pensó que un simple viaje no deseado a la casa de su padre en Londres le diera la vuelta a su vida. Un chico, sus ojos y su perfecta sonrisa no iban a dejar pasar a esa chica sin más. Harry Styles. El nombre de...