Comentario general

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Ante la inminente muerte de un ser tan propio hacia mí y tan propio a sí mismo que tiene su independencia, y al no encontrar digna lápida para su eterno descanso, se niega a ser enterrado. Por lo que, negándose a saberse derrotado, y mucho más negarse a un simple retazo del que fue alguna vez, renace con los simples pensamientos con los que me encontré al alba.

Uno de mis consejos para autores, de los más románticos que pueda tener, acontece precisamente cuando despunta, o la mañana o la tarde, dado que ese cambio, cuando oscurece o aclara, tiende a si no tranquilizar, sí entorpecer la actividad de las creaturas, dejándolas en el mismo cambio entre dinamismo y somnolencia. Y es que cuando el lector, creatura dinámica durante el día, se ve entorpecido, encapsulado en la ensoñación de la realidad y el sueño, debe ser momento justo la dualidad del escritor, dinámico también; residente del mundo intangible de los pensamientos también, tenga no la conciencia aturdida, más bien orientada precisamente. Este punto preciso es el llenar ese espacio que los taciturnos dejan en el ambiente una vez adormilados.

¿Cómo ha de llenarlo?

Con sencillez, respondo: con su propio ser.

Es increíble la dualidad que presenta el ser escritor, dado que debe verse a diario sumergido en la inconsistencia del mundo, en el bombardeo cotidiano de un espectro socioeconómico consumista y sexista que de ser débil, se verá empañado su talento y estilo por las corrientes de la agonizante segunda década del nuevo milenio. Es capaz, aún con esa intromisión en el mundo cotidiano, de encontrar la manera y el momento de verse a sí mismo; dejarse envolver por sus instintos, por otras vidas que las toma como suyas; y explotar su imaginación y empatía para recrearse.

El mundo cotidiano se extingue por algún tiempo, como mencioné, y en ese momento, donde todo se apaga; donde las luces dejan de consumir el todo, en el nada es libre la imaginación del autor: si se encuentra en un cuarto, el cuarto mismo se convierte en una nube de destellos, de pensamientos hilados que son pedazos de sus propias historias; las tramas se recrean en el aire, como cintas de cine, y el autor puede mover sus pensamientos de un lado a otro en el infinito espacio que es la nada.

Imaginemos que estamos en una espacio libre, así de un campo. ¿Qué tan grande se puede hacer la mente del autor en un sitio así?

En todo caso, me vi en una momento tan vacío en el exterior, que el ser moribundo tomó dominio y de dio las pautas que he de seguir, encontrando de nuevo en un sitio bastante conocido por mí en mi mejor época: una ensoñación de introspección y empatía que me generará, en pocas palabras, un resultado como el de antaño, presumiendo de él una nueva época estilística que sólo enriquecerá en mí las metas propias que quisiera alcanzar con mi escritos.

Sépase decir que estas metas no son unas externas, sino internas, ya que el resultado de ellas no dependen en factores tan ajenos en mí, como los son la popularidad y fanatismos por mis obras, sino más bien la calidad expresiva de cada una de ella.  

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⏰ Last updated: Oct 18, 2018 ⏰

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Factores a los que se enfrenta el escritor de la nueva épocaWhere stories live. Discover now