↟ entre tareas y primeros besos《pt.1》↟

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Hoy sería un día interesante

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Hoy sería un día interesante.

Los fines de semana por la mañana para mí significaban ocio puro, pero hoy se vió perturbado por un mensaje mientras disfrutaba de mi desayuno. El contacto 'Satanás' repentinamente envió un simple: "Ven a las 2pm a mi apartamento". Obvio pregunté el porqué necesitaba de mi presencia pero no recibí respuesta, así que me limité a rodar mis ojos y vestirme. Luego de un trayecto de 25 minutos finalmente llegué al apartamento de Minatozaki. La recepcionista ya había sido informada de mi visita, así que simplemente marcó con su llave en el ascensor el último piso del edificio (por lo visto, Sana vivía en el Penthouse). Al salir del elevador me adentré a un pequeño pasillo de paredes de mármol que daban rienda a una puerta caoba que sería la entrada del hogar. Toqué el timbre y luego de unos minutos apareció el pequeño diablito frente a mí.

Eh, corrijo lo del diablito. Sana se veía simplemente adorable.

La pelinegra al verme sonrió tierna, cosa que logró acelerar mi corazón patéticamente. Dí un vistazo fugaz a su vestimenta, llevaba un sweater rosa pálido muchísimo más grande que ella, el cuál llegaba hasta mitad de su muslo. Sus largas piernas me distrajeron por un momento, Jesús, espero que tenga un short debajo....

- ¿Tzuyu? - volví mi mirada a los ojos divertidos de la japonesa. Sentí mis mejillas sonrojarse ante la sonrisa juguetona que portaba. - ¿Terminaste?

- Ehm, hola.

Sana rió y se hizo a un lado - Pasa.

Hice una reverencia y me adentré tímidamente al condominio. El loft era digno de fotografía, un departamento espacioso con paredes pálidas y un piso embaldosado de mármol. Cuadros y decoraciones púrpura y gris contrastaban el ambiente frío que sus paredes expresaban. Todo su extremo lateral era conformado por vidrios verticales en lugar de paredes de cemento, dando vista a la ciudad de Seúl en todo su esplendor.

- Tu hogar es hermoso. - comenté luego de observar el lugar.

Para mi sorpresa, Sana rió amargamente - Ésto no es un hogar, pero gracias.

Sus palabras me confundieron pero decidí no comentar al respecto.

- ¿Por qué necesitabas que viniese? - pregunté cambiando de tema.

La japonesa se apoyó en una de las paredes, jugando con sus dedos frente a su estómago. Permaneció en silencio mientras me observaba, recostando su cabeza contra en el muro lentamente y observandome bajo sus largas pestañas.

Su mirada era...

- Necesito ayuda en literatura. - finalmente sentenció la mayor - Debo leer 'Cómo matar a un ruiseñor' y hacer un análisis. No me gustan los clásicos así que... - se encogió de hombros.

- Así que quieres que lo haga yo. - culminé su oración. Sana simplemente sonrió de lado, sinceramente su mirada me estaba poniendo un poco nerviosa así que decidí cortar con eso. Antes de que pudiese hablar una voz grave detrás de mi logró sobresaltarme:

satan is a woman  ↟  satzu  Donde viven las historias. Descúbrelo ahora