EL SOL DEL ATARDECER

CAP 22: CONFIAR.

Gente, edite el capitulo, agrage un par de cosas....

Espero que les guste....

Nath...

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Pareciera que las cosas en la mansión están bien, sobre todo después de la vuelta de Thiago y Vale, dado de que los guardianes estaban todos juntos, y parece que ya se habían perdonado todo lo que había pasado entre ellos, pero como dice el dicho, no todo es lo que parece.

No todos se habían perdonado todo, pero Cielo sabia que tarde o temprano eso iba a suceder, dado que la magia del reloj iba a ayudarlos, pero ellos también tenían que poner de su parte, por lo que Cielo trataba de darles una mano en todo lo que podía, por lo cual ayudo a los Teen a organizar el concierto.

Aún había cierto resentimiento entre Thiago y Rama, pero por el bien de la banda decidieron tratar de arreglar sus diferencias. Mar era un caso aparte, ella por naturaleza es desconfiada y es complicado recuperar su confianza una vez que la perdiste, eso lo sabía de sobra Thiago, y Vale estaba viviendo en carne propia lo difícil que era que la petisa volviera a confiar en ella. Rama era diferente, un poco más confiado, pero no le gustaba que le mintieran y que lo engañarán, pero podía resultar más fácil recuperar su confianza que la de Mar, aunque no al cien por ciento.
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Narra Rama:
Acompañar a los peques a la plaza me ponía feliz, porque al fin podía verlos disfrutar después de tanto sufrimiento.
Amo ver cómo Alelí y Luz juegan juntas como si fueran hermanas, al igual que Cristóbal y Monito, es muy lindo ver qué ellos crecen felices, juntos.
Tras un rato de estarlos observando no pude evitarlo y me uní a ellos. Jugamos todos juntos como una gran familia y no podía sentirme más feliz.

-Rama- me llamo Luz

-¿Que pasa mi chiquita?- le pregunté acercándome a ella.
Todos los peques se me acercaron y formamos un círculo todos juntos.

-Que con los chicos queríamos preguntarte algo- dijo Alelí poniéndose a mi lado.

-¿Y qué es eso que me quieren preguntar?- pregunté me sentaba en el suelo junto a ellos.

- ¿Que si vos....- había empezado Monito, pero se calló a mitad de la frase.

-Que si yo ¿Que?- pregunté un tanto asustado...

-¿Que si vos nos podías llevar a tomar un helado?- sonreí aliviado.

-Claro que puedo, pero después vamos a la mansión que se va a ser tarde- conteste con una sonrisa.

-Si, vamos- me contestaron en cuarteto y nos dirigimos a la heladería.

Fue una brillante idea llevarlos a la heladería, después de la plaza un día de calor, ¿que mejor que tomar un helado? Fuimos a la misma heladería de siempre, los peques pidieron sus helados y nos quedamos ahí hasta que los terminaron.

-Bueno chicos, es mejor que vallamos yendo a la mansión se esta haciendo tarde-les dije levantándome de la silla, esperando que ellos también lo hicieran.

La última en levantarse fue Alelí, quien me tomo de la mano y salimos juntos de la heladería. Llegamos a la mansión, y en cuanto cruzamos la puerta de entrada los peques salieron corriendo hacia sus habitaciones, dándome las gracias por el paseo a los gritos mientras subían la escalera.   

Yo solo miraba desde el pie de la escalera como corrían a sus habitaciones con una sonrisa en la cara, me encantaba pasar tiempo con ellos y disfrutar muchos momentos juntos.