Anécdotas de una Hayaca.

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Recuerdan cuando el venezolano hacía un tour de casa en casa;

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Recuerdan cuando el venezolano hacía un tour de casa en casa;

para probar diferentes tipos de hayacas. Comían un poquito de aquí y de allá;  

pero las hayacas más sabrosas siempre eran las de mamá. 

La nevera guardaba guarniciones de todas ellas; vegetarianas y con carnes; 

que a Rosita  disgustaba; hasta el agua con sabor a hayaca y;  

pasar toda la temporada comiendo todos los días  una de ellas; 

extendiéndose muchas veces; a los meses del año siguiente.

Pero el menú no se cambiaba

Hasta no ver finalizadas las hayacas de la nevera; 

junto con el pan de jamón y la ensalada navideña; 

pues no se hacía más comida;

 Llegando incluso a aborrecerlas.

 Pero si te vestías de color verde; te parecías a una de ellas;

Llegando a escuchar entre murmullos: "Parece una hayaca mal amarrada y fea"

Y aunque tuvieras el autoestima alta; 

Esa frase siempre afectaba;

Regresando por cambiarte con un atuendo mucho más holgado

y de otro color que disimulara tu parecido al de una de ellas.


Las visitas como Yolanda;

que iban de casa en casa; con botellas, torta negra 

y por supuesto, las esperadas hayacas; combinadas con puerco y pollo, y el pedacito de huevo cocido;

ornamentando esa hayaca y dándole un toque distinguido.

Y pobre de los empleados!  si Yolanda se percataba que no se estaban cumpliendo con las 

especificaciones por ellas dadas.


Y para continuar disfrutando de los platos decembrinos; 

debías desabrochar el botón del pantalóncito; 

olvidando por completo que el año venidero; 

la culpa y el remordimiento te terminarán absorbiendo; 

bajando la cabeza en la consulta con el doctor; 

escuchando con asombro tu nuevo peso;

Y; aunque no crees el peso de tu propio peso; 

echándole la culpa al pobre peso, 

y no al hecho de todo lo que has hecho para llegar a eso: Comer en exceso!

Anécdotas de la  HayacaWhere stories live. Discover now