Si hubiese imaginado que por más que me esforzara en mantener un contacto con una persona todo acabaría destruyéndome a mí, me hubiese alejado en ese mismo instante
y de esa manera esta historia sería diferente.
Muchas veces nos destruimos por comp...
Es una de esas tardes lluviosas de new York , este clima me deprime más, apenas puedo observar bien la lluvia por la pequeña ventana que se encuentra en el mini estudio en el que vivo, es para lo único que me alcanza.
¿Cuál será mi propósito en esta vida?
El trabajo que tengo me agrada porque es tranquilo estar en una librería, me apasiona.
Cierro el libro que se encuentra en mis piernas y me dispongo a salir de aquí con un paraguas. Es domingo y pretendía dormir todo el día pero sentía que me asfixiaba.
Las personas circulaban por las calles aún con la tremenda agua que caía, esta ciudad nunca descansa.
Siento que me voy a enfermar.
Estaba cerca de una cafetería así que emprendí mi caminata hacía el lugar. Habían muchas personas pero aún así logré conseguir una mesa disponible.
Me siento tan sola.
Un suspiro triste sale mí antes de tomar un sorbo del café que tenía entre mis manos.
—¿Disculpa?— levanté la vista para ver quien me estaba hablando. Abrí mis ojos un poco sorprendida, era un adonis de hombre quien me hablaba.— ¿Puedo sentarme aquí? El lugar está lleno— asentí un poco tonta.
Se sentó frente a mí y por un momento sentí que me estaba analizando por completo, puedo decir que yo hice lo mismo pero más disimulado.
Tenía un traje que se ajustaba perfectamente a el, tenía una barba que sin duda le quedaba bien y puedo decir que un cabello mejor arreglado que el mío.
Oh Dios mío! Una foto para tenerla de recuerdo sería perfecto, el día en el que Keyla Lewis ve a un hombre lo suficiente atractivo y sentado en su mesa!
Su celular comienza a sonar a lo que este contesta bastante enojado. — Tienes 5 minutos o pierdes el trabajo.— su voz sonaba demandante, parece un hombre con carácter.
Cerró la llamada y su vista se dirigió hasta a mí.— Disculpe.— Murmuró con voz ronca.
—No hay problema— murmuré.
Me observó hasta cierto punto de intimidarme. — Pensé que no hablabas.— apoyó sus codos sobre la mesa.
Una pequeña risa de vergüenza y nervios salió de mí.— No hay mucho que decir.— el asintió a mi respuesta.
—Mi nombre es Rowan Davies, un gusto.— me tendió su mano.
—Keyla Lewis.— Sonreí.
—¿Y eres de por aquí?— Preguntó antes de dar un sorbo al té que tenía.
—Si, vivo a unas cuantas cuadras.— Sus ojos me volvieron a observar detalladamente, en este momento recuerdo que estoy despeinada y tampoco llevo mi mejor vestimenta.
Menuda suerte.
—Me gustan tus ojos.— dijo esta vez y bajé la mirada. Siempre es lo que halagan de mí y no me gusta, mis ojos me recuerdan a mi madre y cada vez que me observo al espejo la veo a ella.— Creo que por el gesto que acaba de hacer, a usted no les gustan.— usted. Un hombre bastante educado.
—No es eso, solo pienso que no son la gran cosa.— Sonreí incómoda.
Justo cuando el iba hablar un señor vestido en traje igual se paró en la mesa. — Disculpe la tardanza Señor Davies.— esté se notaba un poco nervioso.
Se levantó de la silla y se despidió de mí con un beso en la mejilla.—Hasta luego chica de los ojos Lindos.— dijo en mi oído antes de retirarse.
Así fué como lo conocí.
❤️❤️
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Nick Bateman como Rowan Davies.
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