/Memorias\✓

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J: Tengo hambre, muero de hambre, muero de hambre por amar, porque me amen, -Mete la mano en un bote de basura muy desesperado... no encuentra nada y la saca- !pero así en la ruina nadie se percata de mi! Soy invisible.

J: Recuerdo que a la edad de quince años no sabía nada, no conocía el mal, quizá porque crecí al lado de unos padres protectores, Y me mantuvieron siempre al margen de hacer el bien, tenía continuamente  una sonrisa dibujada, nada me preocupaba, nada...
Pero las cosas cambian, cambian tan abruptamente que cuando nos damos cuenta, reaccionamos, la vida misma te da un golpe y dice: ¡Despierta! Estás desperdiciando tu vida.

J: Y aquí estoy, con 25 años, buscando cosas de la basura, buscando un propósito de por qué sigo viviendo, todo me duele, las piernas, los huesos, me duele la soledad... ¡Todo! Quizá ahora mismo no esté viviendo para vivir, sino vivo para saber por qué vivo...

Son las 3 AM de la mañana, el frío penetra bruscamente sobre el cuerpo de Joseph, va caminando sobre la acera, tambaleándose de lado a lado, hasta que cae al suelo rendido...

J: Casa... Ca..sa.

-Joseph entra a un profundo sueño-

-Leticia: Hijo, ¡Correee! -Lo dice mientras está tirada en el suelo-
-J: Pero mamá, no puedo dejarte sola.
L: Ahí vienen, salvate tu, corre! Mi pierna ya no da más.

Joseph la alza en su hombro y comienza a correr, mientras oye cómo una camioneta enfurecida se acerca hacia ellos, escucha una ráfaga de disparos y siente cuando le penetra la costilla izquierda, justo traspasando el cuerpo de mamá.

J: ¿Mamá? ... ¿Mamaaaa?MAMAAAAAAAAAAA!! -Grita de manera descontrolada-

La camioneta se desvía...

L: Hijo... -Ella estira la mano y le entrega una llave con aspecto muy raro- necesitarás esta llave más adelante, no dejes que te atrapen, perdón pero mi cuerpo ya no da más, Te amo mucho, Joseph.

J: También te amo, Mamá.

Comienza a llover, el ambiente se torna tosco, y un olor moribundo en el aire asecha, olor a sangre, olor a muerte... De la nada se oye una camioneta acercándose  nuevamente.

J: Oh no! No de nuevo, Demonios Demoniooooosss!

Sale a correr huyendo de ella, sangrando desmesuradamente desde su costilla izquierda, mientras la camioneta acelera con intensión de atropellarlo, suena un estruendo.

Joseph se despierta muy sudado, y una lágrima corría por su débil rostro.

J: De nuevo ese maldito sueño, al parecer nunca me dejará en paz.

      ^°[El Incidente De Joseph Splinder]°^  (EN EDICIÓN).Donde viven las historias. Descúbrelo ahora