Capítulo 2

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 Desperté con la sensación de gotas de frío sudor resbalando por mi cuello. Me encontraba en mi habitación. Rápidamente me impulsé para sentarme y sentí que una mano me empujaba de vuelta a la cama.

—Calma Lily, ¿estás bien? –escuché la voz de mi madre a mi lado, solo una leve silueta se visualizaba ya que la habitación se encontraba en completa oscuridad.

—Eso creo… -mi boca y garganta estaban secas por lo que me costó trabajo hablar, cubrí mis ojos con la mano tratando de recordar que había ocurrido - ¿qué fue lo que me pasó?

—Te desmayaste antes de cenar, justo en la entrada del comedor –dijo la voz de mi hermano un poco lejana.

—No… no recuerdo nada. –“No mientas” la voz masculina en mi cabeza. -¿Qué pasó con la cena? –“Se canceló por supuesto, ¿esperabas que continuara con tu cuerpo en el suelo? Aunque hubiese sido cómico”.

—Se canceló querida. –mi madre comenzó a acariciar cariñosamente mi mejilla. –no te preocupes, mañana iremos al doctor… solo descansa.

Asentí con la cabeza, ella salió de la habitación. Mi hermano se acercó la ventana, la abrió y un aire frío entró causándome escalofríos por toda la columna.

—Mamá piensa que te estas saltando las comidas, hermanota. –Mauricio encendió un cigarro y el olor a tabaco inundó la habitación a pesar de que el aire circulaba continuamente. Odiaba que mi hermano fumara, sobretodo en mi habitación. –también piensa que te estas convirtiendo en fumadora.

—Seguramente es porque alguien viene a mi habitación a destruirse los pulmones a largo plazo, y no soy yo. –espeté tapando mi nariz con la cobija. En verdad no comprendía como la gente podía soportar el aroma del humo de tabaco.

—A mi háblame en español, no en tu lenguaje raro de administradora.

—Lárgate. –acto seguido, apagó el cigarro y lo lanzó por la ventana. Escuché cuando cerró la puerta y bufé frustrada.

Me sobé las sienes con los dedos intentando recordar lo que había ocurrido, pero nada me venía a la mente. ¿Por qué me había desmayado? Cerré los ojos y un intenso mareó inundó mi cabeza, ganas de vomitar vinieron a mí.

—Lily, ¿qué demonios te ocurre? –dije casi escupiendo las palabras, de nuevo el aire me faltaba en los pulmones.

“Trata de calmarte, tonta” escuché la misma voz masculina dentro de mi cabeza. “Cállate” quería decir pero el mareo y la falta de aire no me permitían reaccionar adecuadamente.

Don’t hesitate anymore, please.

Take away my heart.

Yes, the sharper the better.

The night when even the moon closed her eyes”

La voz de aquél chico cantaba melodiosamente a través de mis pensamientos, abriéndose paso entre mis neuronas y haciendo reaccionar a mi cerebro, fui calmándome gracias a él, quien me había perseguido en mi mente durante tantos años.

Baby, don’t cry tonight

After the darkness passes

Baby, don’t cry tonight

It’ll become as if it never happened

You’re not one to disappear like foam

Something you never should’ve known

So baby don’t cry, cry

My love will protect you”

Mi respiración poco a poco se acompasó hasta volver a la normalidad. Frente a mis ojos comenzaron a pasar las imágenes de lo que había ocurrido antes de mi desmayo. La imagen de Cristopher, su rostro, su rubio cabello y su sonrisa al decirme que era una placer conocerme por fin. Y de nuevo me sumergí profundamente en la oscuridad.

***

En un mundo ideal, cuando alguien acude a al médico es por que previene antes de contraer una enfermedad, en el mundo real la gente casi siempre va porque ya está enfermo. Pero lamentablemente en mi mundo, mi madre nos llevaba al médico cuando no estábamos enfermos y ella se imaginaba que sí, siempre al término de la consulta se daba cuenta que nuestras enfermedades solo eran inventos suyos.

—Mamá, es la décima vez en el día que te digo que no me estoy saltando las comidas y tampoco me volví anoréxica. –caminábamos por el pasillo del hospital dirigiéndonos hacia el consultorio de nuestro doctor familiar, mi padre.

—Sabes que odio que ustedes se enfermen porque en consecuencia tengo que encontrarme con tu padre, a quien por cierto también odio.

—En el fondo sabes que tú inventas nuestras enfermedades porque amas el hecho de que tu corazón se acelera cuando lo ves, a pesar de que siempre digas que lo odias e insultes. La verdad es que no comprendo por qué te divorciaste de él si ahora te comportas como una adolescente enamorada.

—Lily, no me hace gracia tu sarcasmo. –mi madre me miró enojada aunque podía ver su nerviosismo a través de los ojos.

—El plan no era que te causara gracia, ya que no fue sarcasmo. –estábamos frente al consultorio de mi padre, donde una placa en la puerta tenía grabado “Dr. Méndez”, mi apellido paterno. –sabes que no es mentira lo que acabo de decir. Piénsalo.

—Hija, a veces me pregunto si lees la mente o te equivocaste de licenciatura y deberías estudiar psicología. –respondió en un murmullo, exhaló aire y me recordó que en cierto modo ella era joven, cuando nacimos mis padres tenían veinte años.

—Un poco de los dos, aunque no creo ser buena como psicóloga, odio escuchar los problemas de los demás, me causa sueño y dolor de cabeza, prefiero los negocios.

Mi madre sonrió de lado, yo había sacado el sentido del humor de mi padre. Inhaló y exhaló profundamente antes de indicarme que abriera la puerta y nos dirigiéramos a un encuentro con mi padre.

***

Una semana después de análisis de sangre y demás estudios, mi padre le comprobó a mi madre que yo me encontraba en perfecto estado de salud y que no tenía por qué seguir preocupándose por mí ya que era una de las personas más sanas que él había conocido. Mi madre le ordenó que cerrara la boca y mi padre calló.

Desde aquella madrugada donde Cristopher me cantó para lograr calmarme, no había vuelto a escuchar su voz en mi mente. Era un hábito del cual me sentía aliviada y entristecida por haberme liberado.

Había muchas cosas que me intrigaban de aquél chico rubio de ojos marrones. Muchas preguntas y ninguna respuesta. Necesitaba saber cómo lograba entrometerse en mis pensamientos y por qué. Lamentablemente solo existía una forma de saberlo…

Tenía que buscar a Cristopher y lograr que me diera las respuestas que quería.

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Aclaración: La canción que Cristopher le canta a Lily es una traducción de la canción original en coreano Baby Don't Cry interpretada por EXO.

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⏰ Última actualización: Aug 09, 2014 ⏰

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