Cap. 1 -. La desepcion

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Él... era diferente; sentía que estaríamos juntos siempre, despertar a su lado era lo mejor, al principio todo parecía perfecto pero pronto las cosas cambiaron.

Seiya había comenzado siendo la mejor parte de mi vida pero hacia ya algún tiempo sospechaba que algo no andaba bien, llegaba tarde, no contestaba mis mensajes y casi siempre estaba de mal humor, pero... Como siempre cuando estás enamorada no crees que algo malo está sucediendo, confías fervientemente en esa persona que has elegido para compartir tu vida.

Trabajo en un hotel en Tokio como recepciónista, termine la carrera en comunicacion y mi sueño siempre ah sido llegar a la televisión, ser reportera es mi mayor ambición, tengo una relación hace dos años, conocí a Seiya en la universidad, nos enamoramos y al cumplir un año nos mudamos juntos, todo era precioso, nuestra relación era perfecta, él era mi única familia, mis padres murieron cuando yo tenía dieciséis años y desde entonces eh salido adelante por mis propios medios, no me da miedo, soy una mujer fuerte y sé que soy capaz de lo que sea.

Mi mejor amiga Mina y Andrew trabajan conmigo en el hotel, son como mis hermanos, me cuidan y siempre me aconsejan y claro yo no les hago caso, soy muy testaruda!, Ellos no confían en Seiya y pienzo que solo es paranoia, aún así los amo.

En fin... Cada día de mi vida estaba siendo una mentira.

Una noche estaba sola en casa, eran pasada las once y esperaba a Seiya viendo un poco de televisión, el sueño me estaba venciendo pero no quería dormirme sin antes verlo entrar a casa, le había llamado varias veces y su móvil desviaba directamente al buzón, me acurruque un poco más en el sofá y tape mis piernas con una cobija de lana, hacía frío.

Cerré los ojos por un momento y al abrirlos con la esperanza de que hubiera llegado me di cuenta que había dormido hasta las dos de la mañana y Seiya aún no había regresado, me puse de pie y camine a la cocina, tome un vaso y un poco de leche, tome mi móvil y marque de nuevo su número y nada; de pronto la puerta se abrió y él entró, corrí para abrazarlo y justo cuando lo hice él de mala gana me aparto de su lado, me sorprendí y me quede ahí de pie mientras él caminaba a la habitación.

Lo seguí en busca de una explicación, acaso había hecho algo mal? Que sucedía con él?

-. Llegas a esta hora y molesto? Acaso hice algo mal? — pregunté tomándolo del brazo.

-. Déjame tranquilo, estoy cansado, solo quiero dormir... — me dijo quitándose la camisa.

-. Seiya que sucede contigo, estás tomado? has estado extraño y no entiendo por qué, acaso eh hecho algo malo? — sentía el escozor de mis lágrimas amenazando salir.

-. Ya por favor Serena entiende! — grito lleno de enojo.

-. No! Me dirás ahora mismo que sucede? — exigi plantandome frente a él.

En un instante fugaz y sin previo aviso, sentí el ardor de una bofetada en mi mejilla izquierda, instintivamente mi mano subió a mi rostro para calmar el dolor que sentía, mis lágrimas se dejaron venir y me senté al borde de la cama aún sin poder comprender lo que había pasado, mis ojos se clavaron en el suelo.

Seiya salió de la habitación sin mirarme, sin darme una explicación, me dejo ahí sola. Cuando recobre un poco la cordura, me levanté, cerré la puerta y me dirigí al baño, me mire en el espejo y mi mejilla seguía color rosa, aun me dolía... Pero me dolía aún más la acción, — que había sucedido? - me pregunté.

Me di una ducha, mis lágrimas caían con el correr del agua y no podía evitarlo; dolía. Salí del baño y me cambié, me recosté en la cama y me tape con la cobija, pronto el sueño me venció por el cansancio de tanto llorar.

A la mañana siguiente unos labios tibios me despertaron con un beso en los labios, abrí poco a poco los ojos y frente a mí estaba Seiya, tenía cara de arrepentimiento, se sentó en la orilla de la cama a un lado de mi; me acomode en el respaldo de la cama y abrace mis rodillas, baje la mirada evitando la suya, ya no dolía el golpe pero el alma estaba destrozada.

-. Lo lamento... — dijo casi inaudible.

-. Porque lo hiciste? — pregunté tímidamente.

-. Estaba cansado, tome un par de tragos y... Tú insistencia, Dios! Me colmo la pasiencia... - acariciaba su cabello con desesperación.

-. Jamás me habías golpeado Seiya... No comprendo lo que pasó? El haber ingerido alcohol no es excusa, sient... — no me dejó hablar se puso de pie bruscamente y sin mirarme se alejó.

-. Ya te pedí disculpas, deja tus dramas un momento por favor...

Seiya se fue y quede igual que antes, con la angustia a flor de piel, pero pensé que tal vez yo podía tener la culpa, lo había molestado y claro su enojo causo lo que pasó.

Me levanté de la cama, me di una ducha rápida, me arregle y salí pensando que lo encontraría en la cocina pero no, él ya se había ido... Me entristecí pues intentaba arreglar las cosas, prepare una tortilla de papa y un poco de jugo de naranja, desallune rápidamente pues ya se estaba haciendo tarde para el trabajo.

Dejé los trastes sobre la encimera y tome mis cosas, camine para tomar el autobús pero mire el reloj y note que no me daría tiempo así que tome un taxi, llegué a tiempo por suerte, camine por el largo pasillo hacia el checador del hotel, registre mi entrada y guarde mis cosas en mi casillero, Mina apareció detrás de mí.

-. Hola; Dios se me hizo tarde!! — dijo guardando sus cosas rápidamente.

-. Lo sé; un poco más y llegamos juntas, también a mí se me hizo tarde...

-. A ti! Oh eso sí que es nuevo, siempre llegas temprano, me sorprendes — me miró algo extrañada - estuviste llorando acaso?

-. No, porque lo dices? — voltee la mirada y escondí mi rostro.

-. Por esos ojos inchados; que sucedió? Peleaste con Seiya de nuevo?

-. Sonreí para disimular — no, no te preocupes, solo es la mala noche, vamos a trabajar.

El día paso sin más novedades, Andrew nuestro supervisor y amigo noto que estaba algo o más bien muy distraída y se hacerco a mi para preguntar cómo estaba; le comenté que no pasaba nada y sonreí, mentí.

La verdad es que me sentía miserable, solo quería ver a Seiya y arreglar las cosas con él, creo que en el fondo siempre supe que aquello no estaba bien y que debí alejarme de él pero lo amaba y no podía dejarlo.

El Amor es... tu y yo juntosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora