Me encantas ♡

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Termino de imprimir mis cosas y las guardo en la extensa mochila, preparándome para un día más, ajusto las correas de mi máscara y reviso que todo esté en orden antes de abandonar mi casa de nuevo.
Paso cerca de la feria en mi zona y saludo a los habitantes, que parecen más felices desde la llegada del Bateador, o tal vez desde que lo conocí todo se ha vuelto más brillante y vívido.

El primer día que apareció ahí de la nada me encontraba hablando con El Juez, mientras él lo distraía no pude hacer más que observarlo, su traje de beisbolista, piel blanquecina, manos largas y fuertes que sostenían un bate sencillo, quedé enamorado a primera vista sin remedio alguno, y aunque hubiera solución, nunca tomaría la decisión de borrar ese sentimiento tan cálido dentro de mi.

—¿Dónde estará? Han pasado dos días, tal vez sea hora de que venga aquí...¡Que emoción! Por fin lo veré, estoy tan impaciente, quiero verlo, quiero verlo, quiero verlo, podré tocar sus manos, oler su piel, ¡Lo tendré tan cerca! —Sin darme cuenta había tenido una pequeña reacción en mi cuerpo de la cual me deshice rápidamente.

Al llegar a mi puesto saqué unas tijeras de un filo aterrador, con las que corté las hojas antes impresas, asegurándome de darle la misma forma a cada una sin errar. Tomé el resultado final de mis habilidosas manos, miles de autorretratos con mi suéter en forma de corazón, reí inocentemente antes de salir a distribuirlas por todas las partes en las que pasaría, convencido de que las vería.

。。。

—Zacharie~ El Bateador está a punto de entrar a esta zona, será mejor que regreses al puesto antes de que lo encuentre vacío —Canturreó Sugar, entrando tranquilamente a la desolada fila para la montaña rusa, salté del asiento en que dormitaba, apresurándome en arreglar un poco mi aspecto, aunque hiciera lo que hiciera, mi corazón golpeteaba como un tambor frenético entre mis costillas.

—¿Ya viene? —Mi cuerpo se derritió entero con tan sólo pensarlo, "Haré lo que sea para hacerlo mío, CUESTE LO QUE CUESTE" Salí del vagón dando pequeños saltos de felicidad que sorprendieron a Sugar, pero no dijo nada, en su lugar, desapareció de nuevo hacia la próxima zona, esperando para cuando fuera necesario.

Algunos Elsen se reunieron para murmurar sobre mi estado de ánimo, pero sólo bastó un giro para hacerlos desaparecer como si se tratara de una plaga, volví hacia mi destino, que aunque no fuera visible, hacia que tuviera una sonrisa de oreja a oreja.
Dejé varios orbes en mi oficina junto a las fotos, acariciándolas contra mi verdadero rostro y labios antes, pensar que pronto pasarían a las manos de él.

Corrí de regreso a mi puesto, tratando de relajarme y tener mis objetos lo más lujosos posibles. Lo escuché entrar al salón, y por fin, frente a mí ahí estaba, tan espectacular y seductor como siempre, con los labios rajados por peleas y callos en las manos, que me hicieron tener la fantasía que sostenía mi cuerpo con esa fuerza.

—Bonjour, ¿Necesitas algo en particular? —Al principio pareció confundido por mi pregunta, pero al relacionar el anuncio de "tienda", recorrió con la mirada los objetos, seleccionando unos cuantos.

—Tú...eres Zacharie ¿Cierto? —Mi rostro y cuerpo se encendieron al escuchar su grave voz diciendo mi nombre, sin darme cuenta me contraje de amor, tardando para reaccionar.

—Así es querido cliente —Él saco varias de las fotos, poniéndolas sobre la mesa, dando golpes una a una, contándolas en voz alta, hasta haber acabado, sólo llevaba cien.

—¿Por qué me he encontrado con tantas de estas fotos? No lo entiendo...—Mi corazón se movió desde mi pecho a la garganta, haciendo que me fallara la respiración y las manos me sudaran con pavor desesperado.

—Considéralo un regalo de mi parte —Levanté las puntas de mis pies para poder acercarme hasta su rostro, descubriendo mis labios y el delicioso sabor de los suyos entremezclados, un fino roce que me bastó para poner fin a toda cordura.

Sin decir nada, se alejó rápidamente, confundido por mi acción aunque no se haya quejado en ningún momento, sólo eso necesitaba, un beso de Bateador, nada ni a nadie más.

。。。

—¿En el cuarto? Repito por segunda vez la pregunta al ver como el bateador ingresa a "esa" zona. Le he estado siguiendo por todo el mapa del juego como un perro faldero, regalándole los objetos necesarios para su viaje, sin esperar realmente nada a cambio.

—Hmmm...¿Crees que se encuentre con la Reina? Desde hace tiempo optó por tirar las fotos que le dejaste, tal vez no quiere seguir perdiendo tiempo en ello —Le dirijo una sonrisa de incredulidad y furia a El Juez, sacándolo del camino con una patada que lo deja medio inconsciente.

—¿Qué no te das cuenta? Está tan enamorado de mi como yo de él, de seguro dices eso porque estás celoso y amargado por tu querido hermanito Valerie —Parece más dolido por mi comentario que por el golpe, pero no responde, así que decido entrar al cuarto con espada en mano, desplegando mis alas y usando la máscara de gato por frente.

—Miaou —Aviso antes de llenar la habitación con la ya tan conocida sangre, que aumenta el calor, pero pronto ya no habrá más formas de calor, ni ahí ni en ningún otro lugar, sólo él y yo. Siento que algo detiene mi espada, doy media vuelta para ver a la Reina, dañada a muerte pero aún con la suficiente fuerza como para detener el filo.

—¿Ahora estás feliz? Después de haber hecho todas estas locuras, sólo por ese hombre dominado por la ambición, pero te lo recuerdo Zacharie, él algún día fue mi Rey, y Hugo sigue siendo la prueba viviente de nuestro puro amor —La miro con asco, comprobando que no soportaría uno de mis golpes.

—Si él te hizo eso siendo tu supuesto esposo, está claro que ya no te ama, y para este momento debería estar destruyendo aquello a lo que llamas "prueba"...ahora muérete, vieja zorra —Le doy un toque con mi espada, que hace un agujero impresionante en su pecho, arrancándole por completo la vida.

Sonrió con calma al ver que ya no hay rastro de vida en esa área, listo para continuar mi destino hacia el interruptor, donde me encuentro de nuevo a El Juez, tratando de detener a El Bateador, que se niega contundentemente a dejar el switch en ON, aunque se encoge al ver que estoy presente y decide salir corriendo antes que volver a sufrir.

—Por fin hemos llegado a este punto, los dos solitos, he estado esperando este momento desde hace tanto —Le muestro mi rostro, y dejo que mis instintos se lancen sobre él, haciendo que ambos nos resbalemos, con algo de intención pongo el interruptor en OFF—. Ahora serás completamente mío, y no podrás escapar jamás...

—¿¡Q-QUÉ ME ESTÁS HACIENDO!?— Sus gritos de horror tal vez lleguen hasta la Zona 0, pero dudo que Sugar y El Juez quieran escuchar los sonidos del amor, mientras que ya no hay nadie más en las demás zonas.

—Nos estoy juntando Bateador, porque...

ME ENCANTAS ♡

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⏰ Última actualización: Oct 20, 2018 ⏰

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