DESCARTADO

[Mi monólogo] . . .

Me di cuenta tarde de que él no era para mí.

Bien sabía que las oportunidades que había tenido, las había desperdiciado una a una en el pasado y ya habiendo madurado, no podía volver el tiempo atrás.

Pero a pesar de todo lo seguía amado como a nadie nunca antes había amado.

Me llegué a acostumbrar a su voz, a su cuerpo, a su carácter, su humor... me impregné de amor al ver sus ojos claros y su sonrisa despreocupada.

El día en el que lo vi con ojos de amor, sabía que no había vuelta atrás.

Según otros, él es un chico ordinario. De cabello castaño, tez clara, ojos color miel y algo subido de peso.

A eso sumándole su arrogancia, su inmadurez, su indiferencia y el absoluto terror de demostrar sus verdaderos sentimientos.

Pero, ¿para mí? Él lo era todo.

Su preocupación por los demás, sus inseguridades respecto a su cuerpo, el hecho de que sólo pocas personas realmente prestaban atención cuando él hablaba, su risa escondiendo todo el daño que había sufrido años atrás.

Daño que sabía yo no podía arreglar...

Me dolía profundamente sentir que no podía hacer nada más por él mas que permanecer a su lado, escuchándolo y apoyándolo cuando a mí acudiera. Brindándole siempre una mano amiga.

Haciéndole sentir que no estaba solo en este mundo. Que al menos yo estaría aquí para él.

Pero, ¿quién soy yo para creer que puedo brindarle esa seguridad?

Ah... sí. A sus ojos no soy más que una amiga ocasional. Alguien que no hace ninguna diferencia en su día a día. Del montón, la sobrante, a la que habla sólo cuando está aburrido.

Y, ¿saben qué? Me he cansado de esto.

Me he cansado de este amor unilateral que no me está llevando a ninguna parte.

He pasado por altos y bajos, en una montaña rusa de emociones, pero nunca caminando hacia el frente o hacia atrás.

Un día parecía que la esperanza que por tantos años había guardado iba hacia algún lado, pero otro parecía que yo no importaba en lo más mínimo.

Mis 2 últimas relaciones han terminado porque no he sido capaz de superarlo por completo.

Uno de ellos era un chico extraordinario que no se merecía pasar por todo el dolor que mis inseguridades le causaron. Hoy en día no ha sido capaz de perdonarme y perdimos todo tipo de comunicación.

Es por eso que tengo que hacer esto por mí. Porque estoy cansada de permanecer en el mismo lugar, enamorada de la misma persona que sé que estoy persiguiendo inútilmente.

He decidido superarlo y que este grande amor sea descartado de una vez por todas.

Gracias por leer.
—Amélie Lucía.