Our Little Secret [AtsuAku/Mpreg]

Capítulo 5: Inquietudes

Caminaba por los pasillos del supermercado viendo las góndolas en busca de un producto de su agrado. No era necesario que se preocupara por los precios, pero desde que se había hecho cargo de la casa, había adquirido esa nueva costumbre, por lo que estaba al pendiente de las ofertas.

Inconscientemente, quedó en frente de la góndola de productos femeninos, observó por un rato estos, estudiandolos. Con un poco de timidez sostuvo la rectangular cajita entre sus manos para, finalmente, meterla dentro del changuito de compras. Con aquel objeto se completaba su lista de compras de la semana, o al menos eso pensó.

Sin previo aviso, una infantil voz se anunció en el lugar, llamando su atención.

— ¿Mami, podemos comprar este cereal? —preguntó un niño de cabellera rubia, con expresión suplicante, mientras unía sus manitos tiernamente en forma de rezo.

El azabache enarcó una ceja observando al menor.

— Pero ya compramos este cereal —refuta, mostrado la caja de cereales que yacía en su changuito de compras — ¿Qué diferencia hay entre este y ese?

— ¡Que este tiene nuevos personajes, además que en la publicidad de la televisión dijeron que si comprabamos este, estamos ayudando a salvar a los leopardos en África! —responde el menor, totalmente serio.

Akutagawa lo mira incrédulo por unos instantes. Podía ver que el pequeño se tomaba muy en serio aquella publicidad, no podía arruinar las esperanzas del menor de querer ayudar a los animales. Así que permite que el niño meta aquella caja de cereales tan colorida en el changuito.

El pequeño rubio comienza a seguirlo hasta la caja donde le cobrarán los productos que eligió.

Tras aquello, ambos caminan hasta el estacionamiento del supermercado. Una vez colocan las bolsas en la parte trasera del auto, ingresan al vehículo. Ryuunosuke comienza a conducir tras asegurarse previamente que el cinturón del menor, quien está sentado en los asientos traseros, esté bien abrochado.

Luego de un viaje de aproximadamente 20 minutos, estaciona el auto, como habitualmente lo hace, en el garaje de su casa. El pequeño niño lo ayuda con las compras, el azabache se asegura de darle las bolsas más livianas.

Así ambos trasladan todas las bolsas hasta el interior de la casa, específicamente, la cocina. Tras ello, Akutagawa le dice al niño que puede ir a jugar a su habitación.

Cuando el azabache se queda solo en la cocina, comienza a guardar todos los productos que había comprado a su correspondiente lugar.

Al final de la bolsa de la última bolsa de compra, aquella cajita vuelve a llamar su atención. La agarra y se dirige hacia el baño con ella.

Las palabras “Prueba de embarazo” están grabadas en la caja de forma detallada. Abre el pequeño paquete y lee las instrucciones. Una vez las realiza, se sienta a esperar.

Estaba bastante nervioso por el resultado. Lo ve claramente en su reflejo en el espejo. Para quitarse un poco la tensión, se lava la cara con agua fría, necesitaba relajarse.

El pequeño aparato comienza a emitir una pequeña alerta, informando que los resultados estaban listos. El azabache agarra el aparato, asegurándose de cubrir el resultado con una mano, aún no estaba preparado.

Tras unos minutos, retira su mano. Lo único que pueden ver sus ojos son las dos rayitas que marca la prueba de embarazo. Inmediatamente, los recuerdos de la primera vez que se hizo una de esas pruebas vuelven a su cabeza.

Un alboroto en el living llega a sus oídos, impidiéndole procesar sus recuerdos y los recientes sentimientos por el resultado del test.

Reconoce la voz del pequeño rubio, quien grita a todo pulmón “¡Papi Atsushi!”. Aquello confirma la llegada del hombre tigre.