CASTIGOS - ZARRY STALIK (EN EDICIÓN).

17.

Momentos como este eran mis favoritos, el momento donde Zayn me apoyaba incondicionalmente sin importar lo horribles que mis decisiones podían ser.

La noche finalmente cayó, Harry estaba emocionado por contarle a Zayn sobre su nuevo y totalmente inesperado empleo, ¿cómo lo tomaría? Los nervios comenzaban a rascarle la garganta a medida que deseaba contarle, ¿por qué no hacerlo y ya? Respiró hondo más de cinco veces y decidido se plantó frente a su novio.

  —Conseguí empleo.—la expresión del moreno no era una que deseaba, pero no era tan mala como la imaginaba.

—¿No piensas que es un poco innecesario?—observó la expresión insatisfecha de Harry. Oh, no.

  —Quizás, pero yo deseo trabajar, ¿algún problema con eso?

 —No, por supuesto que no. Sólo que podría mantenerte a ti y a tus caprichos fácilmente.—la expresión de Harry cambió totalmente, temió por su vida un poco, era jodido realmente tener un novio terco en varios aspectos.

  —Zayn, quiero ser alguien, tenemos cuatro años juntos. ¡Cuatro! He trabajado sólo los primeros dos, déjame dejar de ser un inútil.—colocó ambas manos en su cintura, pataleando fuertemente contra el suelo. 

Después de una larga discusión a Zayn no le quedó más remedio que aceptarlo y asumirlo, ser catador no era una tarea muy complicada y mucho menos peligrosa, pero decidió apoyarlo porque su niño jamás se rendía.

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Niall aún no podía superar la muerte de su joven amigo, recordaba haberlo conocido en el jardín de niños. Su hermano mayor solía molestar a su compañero, y un día, el rubio decidió enfrentarlo para que dejase de abusar del pobre chico, ¡era un esqueleto!

  —La enfermedad lo consumió.—murmuró el rubio por el microfono.—Harry y Zayn eran la pareja perfecta, aunque escondían siempre sus problemas, y ver a uno de ellos en ese atúd me hace pensar en que... ambos huían de todo, se refugiaban en ellos mismos, ¿pero con quién podrían refugiarse de ellos mismos?—llorando observó la foto del ataúd, una imagen de Zayn con Harry a su espalda, la perfecta imagen de la perdición.—Zayn golpeaba a Harry, a veces mucho más allá de un juego sexual, sí, Anne, tu hijo practicaba sadomasoquismo, ¿estuviste para él en algún momento?—escupió el menor con rabia, mientras observaba a Anne y después a Trisha con aires de grandeza.—No me hagas hablar de ti, señora Malik, que cuando tu hijo buscaba protección lo único que hacías era dejar que Yasser le diese una golpiza, menudas madres. No quiero justificar lo que Harry y Zayn hicieron, pero de lo que ellos jamás tendrán la culpa es su manera de ser, así los crearon, y verlo muerto.—apuntó hacia el ataúd cercano al microfono, sintiendo su alma partirse en dos. —Ustedes van a recordarlo siempre, de eso voy a encargarme yo.

Horan bajó, acunándose a sí mismo sumido en la rabia, no soportaba la idea de saber que... joder, no podía ni decirlo. No soportaba que ambos estuviesen escondiéndolo tanto tiempo. Pero era todo, no quedaba nadie que pudiera darle una respuesta.

¿Quién habrá muerto? ¿Zayn o Harry? Espero sus apuestas.

Quedan cinco capítulos.