Based on lies (Ongniel)

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—¡Daniel es un idiota!— Exclamó Kuanlin, furioso, azotando la puerta al entrar al salón.

—Me alegra que por fin lo notes— Rió uno de sus "amigos", Jinyoung, pero le decía "Baejin", pues había tantos Jinyoungs en la escuela que era fácil confundirse.

—¡Ve esto!— Le mostró todas las llamadas que le había hecho a Daniel, todas sin contestar.

—Uno, dos, tres...— Las empezó a contar, tardó un poco —¿Treinta y ocho?— Preguntó el chico extrañado.

—¡Treinta y ocho llamadas perdidas por ese estúpido!— Kuanlin se tiró en una silla, con los brazos cruzados.

—¿Y para que le llamaste ayer?— Preguntó el chico de pelo negro.

—Solo tenía que hablarle; te diría, pero es muy tonto y no pareciera que te importara— Solo hablaba con la verdad.

—Pues, ahí tienes un punto.

—Maldito Daniel— Se encogió en si mismo.

—No vengas a quejarte conmigo sobre tu novio— Baejin se alejó un poco de Kuanlin.

—Ya quisiera ser mi novio el muy- Daniel— Suspiró.

No entendía porque Daniel de la nada actuaba como si Kuanlin no existiera; cada que este le hablaba, Daniel solo asentía o sacaba un frío "Ajá".

Entonces pensó: ¿Y si trataba de llamar la atención de Daniel?

Si empezaba a hacer cosas que le molestaran a Daniel o que le llamaran la atención, por fin actuaría como si existiera; volvería a ser como antes.

Pero no sabía, ¿que le molestaba a Daniel? Tal vez la forma de ser de una persona, o alguna maña, como morderse las uñas o masticar con la boca abierta. Esas cosas le molestaban en todo su ser a Daniel, tal vez podía intentarlo.

Aunque, si lo hacía, podría solo lograr alejar más a Daniel, y eso era lo opuesto de su plan.

Suspiró internamente.

Bien, entonces, ¿que llamaría la atención de Daniel? A lo mejor, algo sobre él, como un secreto o un escándalo que le interesaría.

No, ni que fuera una de esas chamacas chismosas.

No lo sabía, no pensaba bien al tener muchas cosas pasando por su cabeza, y Daniel era una de ellas (no homo).

Observó como Daniel entró al salón y se sentó al lado de Kuanlin.
Bien, a lo mejor y ya había vuelto a la normalidad.

—Hola— Lo saludó Kuanlin. Esperaba que Daniel se le quedara viendo raro, nunca se saludaban de maneras tan cordiales.

—Hola— Contestó con una ligera sonrisa. No, Daniel seguía siendo el tonto de hacía ya unas semanas.

—Muy bien, algo te sucede— Kuanlin se cruzó de brazos.

—¿Ya vas a empezar?— Daniel rió. Tal vez tenía maña de reír solo pues nadie se reía con él por no encontrar la gracia en sus palabras.

—Algo malo te está pasando. El asesinato ocurrió hace mucho tiempo atrás, y desde ese momento te comportas muy extraño, y me gustaría la respuesta del por qué actúas así— Se le quedó viendo fijamente.

—No sé; ¿tal vez me traumé por matar a alguien? Tú solo cálmate, ¿Sí?

Kuanlin se quedó sin palabras, bueno, si tenía, y mucho que decir, pero no importaba debatir sobre un tema que terminaría en "Cálmate, Kuanlin, no me pasa nada".