Era un domingo a la madrugada, y por dios, nadie quería despertarse un domingo a la mañana. Los domingos solía tener clases de violín con mi prima, Josefina, pero desde su muerte todo dio un giro de trecientos grados. Ahora tenía toda la mañana libre y sin hacer nada. ¿Qué podía hacer? También salía con Danilo y Azul, pero desde hacía tiempo que no los veía por mi barrio. La luz alumbraba en mí mientras estaba en la cama aún.
-¿Hija?- Me preguntó mi madre sentada a mi lado- ¿Por qué estás despierta a esta hora? Tú casi nunca despiertas un domingo a estas horas.
-Es que...- Dudé un momento en decirle- Saldré con un amigo
-¿Un chico?- Quedó asombrada con una mano en su pecho y con expresión helada- Tu sabes que las relaciones a tu edad son inútiles, mi amor. No desperdicies tu valioso tiempo.
-¡Mamá, es sólo un amigo! ¿Por qué nunca entiendes algo de lo que te digo?- Me enfadé.
-¿Sólo un amigo?- Preguntó.
-S-sí.-Afirme.
-¿Cómo es su nombre?- Me volvió a preguntar.
-Ru-Me frené, mi madre sabía de nuestras peleas con ese chico- R-u...-Pensé algún nombre- Ruy.
-¿Ruy?- Quedó nuevamente Shockeada- ¿Qué clase de nombre es ese?
-¡Si existe mamá! Él me ha dicho que es una abreviación de Rodrigo.
-¿Rodrigo?- Volvió a preguntar, estaba extrañada a tal extraño nombre.
-Que sí...
-¿Por qué no lo invitas?
- ¿A dónde?
-A casa- Me respondió mamá- Yo los puedo llevar.
-No creo que acepte...-Dudé
-Vamos, invítalo.
Marqué el número de Rubius, sin que mi madre vea el nombre, claro.
-¿Ruy? Escucha amigo yo quería invitarte- Empecé a decir.
-¿Ruy? Pero si soy Ru-
-¡Ruy! ¡Sí! ¿Me escuchas? Habe...habe me esperas tantito que tengo mala señal- Lo interrumpí y fingí.
Tape la salida del celular con una mano y me dirigí a mi madre.
-Mami, mejor me voy a hablarle afuera. Ya vuelvo eh- Le dije sin escuchar su respuesta y me dirigí al patio trasero. Destapé el celular.
-¿Ruy? ¿Qué carajo?- Me preguntó Rubius- ¿Algún nombre creativo no se te ocurría verdad?
-Ya calla, necesito que vengas a mi casa y me dejes llevarte hasta la convención. Mi madre no me dejará en paz si no lo hago- Le comenté a Rubius- Ya se e ocurrirá algo para que no venga con nosotros.
-¿Qué?- Preguntó confundido.
-¡Vamos! Ya sabes donde vivo, no seas malo- Le rogué.
-Hm...-Dudó.
-¡Rubius!- Me ofendí.
-Vale, vale...relaja las tetas, pero luego me deberás una.
-Agh
Le colgué y nuevamente me dirigí a mi habitación, mi madre estaba esperando ansiosa mi respuesta.
-¡Adivina!- Le dije falsamente animada- Vendrá.
-Oh, genial mi niña.
En fracción de minutos Rubius estaba en la puerta de mi casa. Me daban nervios porque algo se le escape a Rubius, o peor, que mi madre lo reconozca.
-Hola, buenas tardes.- Le dijo a mi madre sonrientemente.
-¡Hola, Ruy!- Le respondió mi madre como si lo conociera de toda la vida- ____ (Tn) me ha comentado mucho de ti.
Yo estaba atrás de mi madre y le hice un signo de negación a Rubius.
-Oh... ¿De veras?- Preguntó alagado. Pero se veía torpe y vanidoso.
-Oh, sí, sí...todo el tiempo...-Mi madre se detuvo en fracción de segundos al observar su rostro- Vaya...eres mono
Rubius hizo una cara de sorprendido y a la vez resistió una fuerte carcajada.
-Bueno, muchas gracias...-Respondió algo confuso.
-Tu rostro- Lo miró aún más de cerca- Se me es muy familiar...
Se quedó pensante unos minutos y se le fue acercando cada vez más a Rubius, mientras este se alejaba.
-Bien, nosotros ya nos vamos- Corrí a tomarle del brazo para salir por la puerta principal.
-¿No los iba a llevar yo?- Preguntó ella tranquilamente.
-¡No, no gracias! Tengo que probar mi licencia mami, ¿Recuerdas? Ya tengo dieciocho - Le dije subiéndome al auto.
-¿Estás segura? No estoy muy segura...pero, está bien. Maneja con cuidado.
-Lo haré, ¡Adiós!- La saludé desde la ventana de mi coche y acelere y me alejé de mi casa.
*Treinta minutos después*
¿Es enserio? No me ha hablado desde hace treinta minutos, ¿Qué rayos le pasa?
-Ey...-Le dije y me miró inmediatamente lo cual hizo que me asustara- Em... ¿Te sucede algo?
-No...es que...Ella casi me reconoce-Dijo con voz un poco cortante.
-Pero yo te salvé antes de que lo descubriera, ¿Okay?- Le respondí mirándolo por un segundo para volver mi vista a la autopista.
-Okay...- Respondió sin animo.
-Hay algo más que te está molestando, ¿Verdad?- Lo conocía bastante bien...
-Supongo...
-¿Piensas que hoy puede ser el último día?- Le pregunté algo triste yo también.
-Algo así...nunca pensé que estaría tan mal por eso...- Dijo mirando el suelo del auto.
-¿Con más razón verdad?- Le dije.
-¿Eh?- Preguntó confundido.
-Hay que disfrutarlo hoy...porque dudo que haya otro día así...-Le dije cómo si fuera algo natural en mí, pero hasta yo estaba maravillada con mis palabras.
Él se quedó mirándome unos pocos segundos, como recalculando
- ¿Eso es natural en ti? Nunca te escuché hablar así.
-¿Así cómo?- Pregunté
-Madura.
Paré en un peaje, y la cola de coches era larga.
Aproveché y lo miré por unos segundos. Intercambiamos miradas por unos segundos y largamos a reír, pero...unas risas bastante enfermas. Era tan estúpido y gracioso al mismo momento que no sabía cómo explicárselo a alguien a través de cualquier medio de comunicación.
-Sabes...-Dijo después con unas lágrimas en sus ojos, obviamente de la gran risa que habíamos compartido repentinamente.
-Extrañaré esto- Dijimos exactamente lo mismo al mismo tiempo.
No sabíamos que decir.
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Cuando estaba en la secundaria /Rubius y tu/
Jugendliteratur____ (Tn) ______ (Ta) es una chica común de secundaria básica. Vive con sus dos padres en una casa medianamente normal. Sus mejores amigos son Danilo y Azul, quienes siempre la acompañan hasta la escuela. Un día, un estudiante transferido de España...