III

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"Pero un día, jugando a las escondidas decidí esconderme en el clóset de mi habitación, tardó más de lo normal en encontrarme.

Y después de un tiempo, hyung dejó de buscarme."

   

Ya ha pasado mucho tiempo, y hyung aún no me encuentra ¿Qué tan complejo era mi escondite?. Flexioné mis piernas pegándolas a mi pecho, rodeándolas con mis brazos, dejando descansar mi cabeza sobre mis rodillas en un abrazo solitario ¿Por qué aquel ardor en mi pecho no se iba? quemaba como el infierno.

Minutos transcurrieron. Nada pasó.

No se escuchaba a Yoongi hyung cerca ni tampoco a mamá, ¿Cuánto tiempo tendría que estar encerrado ahí? Quería salir. Quería llorar en los brazos de mamá hasta que mi pecho dejara de encogerse dolorosamente, hasta que las palabras de hyung se esfumaran y ya no lastimaran.

Hasta que dejara de sentir cosas que no estaban bien.

Hasta que Min Yoongi dejara de estar grabado en cada rincón de mi mente y corazón. Y una vez eso pasara, ¿Realmente podría salir de aquí?

La oscuridad y el silencio no eran buena combinación, comenzaba a ponerme nervioso, a asustarme. Traté de concentrarme en la delgada línea de luz que entraba, repitiéndome una y otra vez que saldría pronto de ahí, aunque por algunos momentos, deseaba que fuera hyung quien me sacase. ¿Por qué sus palabras dolían tanto? ¿Por qué sus ojos habían dejado de brillar y ya no había estrellas en su mirada? ¿Por qué amarlo estaba mal? No lo entendía. Aun cuando pensé, cuando lloré, cuando grité y cuando callé, no pude entenderlo. No entendía el dolor de mi pecho ni porqué las lágrimas no paraban de caer. No entendía porque hyung aún no me encontraba.

[...]

Ya ha pasado mucho tiempo, el dolor no ha disminuido y aún no salgo de aquí. Es triste porque aunque no quiera, la idea de que hyung no vendrá por mí no abandona mi mente ni un solo segundo, pero al mismo tiempo una llama de esperanza crece en mi interior, rogando en silencio a la oscuridad para poder finalmente salir. ¿Hyung, dónde estás?

[...]

El dolor es cada vez más insoportable, ¿Cuánto tiempo se supone que dure el sentimiento de vacío? Ya he perdido la cuenta de los días, mañanas, tardes y noches que he esperado pacientemente, y nada ocurre. Solo el asfixiante silencio el cual me repite sin cesar que todo es mi culpa, por haberlo visto con otros ojos, y la abrumadora oscuridad que evoca su imagen sin descanso. Una, y otra, y otra vez. Y aunque las lágrimas no han dejado de caer, la llama de esperanza sigue ardiendo en mi interior.

[...]

Hoy es un buen día.

A pesar de la tristeza perforando mis huesos, las lágrimas bañando mi rostro y el intento de sonrisa en mis labios que terminó por deformarse en una mueca de dolor silencioso.

Hoy es un buen día porque su abandono no duele tanto como ayer. Porque hoy miento y finjo que no duele de mejor manera que todas las veces anteriores.

Hoy es un buen día, porque a pesar del tiempo que ha pasado, la llama aún no se ha extinguido.

No se apagó cuando sufrí en soledad, ni cuando fingí ser indiferente, tampoco cuando cruzamos miradas luego de meses y él siguió caminando como si nunca en la faz de la tierra nos hubiésemos visto, ni siquiera cuando el aroma de una fragancia masculina que no le pertenecía se coló por las puertas del armario y me arrulló hasta caer dormido.

Clóset » Taegi Donde viven las historias. Descúbrelo ahora