“Los besos tienen todo el derecho a interrumpir cualquier frase y cualquier silencio, porque un beso a veces, tiene el poder de decirlo todo".
Llevaban toda la noche investigando sobre la criatura de la semana y Derek estaba cansado de escuchar el constante parloteo del chico. Si bien podía simplemente irse y dejar que el humano de la manada investigase por su cuenta y luego lo llamase una vez encontrase algo, no podía hacer eso. ¿Por qué? La respuesta era simple, aparentemente Stiles era el blanco de la semana.
La chispa que había en Stiles había crecido y ahora era como un faro para muchas criaturas sedientas de poder. Desde que el poder de Stiles había emergido un miembro de la manada siempre debía estar con él cuando el Sheriff no estaba en casa.
Derek pudo haber asignado a cualquiera a cuidar al molesto humano pero sinceramente, su lobo no toleraría estar lejos y que Stiles estuviese en algún problema. Pero el problema no era acompañar al humano, ya se había resignado a que siempre terminarían juntos de una u otra forma, lo que le molestaba, lo que realmente lo tenía emputadísimo era que Stiles no cerraba la maldita boca.
—¿Crees que vaya a ser así todo el tiempo o es algo de un par de meses? Porque déjame decirte que estoy hasta las narices de tener que esconderme todo el tiempo por esta chispa, que déjame decirte que no la quería. De verdad, y eso de tener una niñera veinticuatro siete me está hartando. ¡Hombre! Todos son alguna criatura sobrenatural y tengo necesidades ¿me entiendes? y aunque suene desagradable debo decir que siento que dentro de poco podré abrir mi propia fábrica de queso...
Y siempre una frase lo llevaba a otra porque la mente de Stiles nunca paraba. Y el filtro, ¡El maldito filtro! ¡Era inservible! Decía todo, absolutamente todo. Y aunque no lo dijese su olor, sus ojos ¡Todo lo delataba!
—¿Me estás escuchando, sourwolf? ¿Derek? ¿Por qué me estás mirando así? No me mires con esos ojos tuyos que sabes que no me dan mie…
—Si sigues hablando te arrancaré la garganta con mis dientes —dijo Derek mostrándole los dientes y los irises de beta.
—Esa amenaza perdió fuerza hace mucho tiempo, Derek. Es lo único con lo que me amenazas y no estoy diciendo que quiero que amenaces mi integridad física de otra manera y sé que eres hombre de pocas palabras, pero amigo, hablar un poco no te hará daño deberías…
Stiles se calló abruptamente porque Derek lo había callado, y no precisamente porque le hubiese arrancado la garganta.
Abrió los ojos desmesuradamente, sin saber que decir. Ni un solo pensamiento corría por su mente, salvo responder el beso que Derek le estaba dando. Cerró los parpados y se dejó llevar por la suave sensación de los labios de Derek contra los suyos. Jamás pensó que alguna vez aquello sería posible.
Derek rompió con suavidad el beso, miró directamente los ojos de Stiles y aguardó alguna reacción por parte del castaño.
—Sigue investigando —ordenó con la voz enronquecida, sintiendo al lobo en la superficie y no necesariamente por alguna molestia.
Stiles asintió y de manera calmada regresó su atención a la pantalla y comenzó a teclear con velocidad pero sin ser molesto para los sensibles oídos de Derek.
El mayor miró sorprendido al humano, un poco sorprendido por la razón del silencio. Pero a pesar de todo sonrió, porque ahora sabía cómo podía callar a Stiles de una manera gratificante.
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Cállate
Short StoryLos besos tienen todo el derecho a interrumpir cualquier frase y cualquier silencio, porque un beso a veces, tiene el poder de decirlo todo.