Tú Mentira en Otoño; Ayato Sakamaki

•Tu mentira en otoño-10•

—A-Ayato..!—suspiro.

Ayato dio otra embestida haciendo que ella soltara otro pequeño gemido.

—Se sienta tan bien dentro de ti, no quiero salir.. —susurro Ayato.

—¡Ahh! ¡Ayato!

—Lo siento —susurro. —Es inevitable hacerlo, se sienta tan delicioso, siento tan bien.

—No lo digas con esas palabras, me haces sentir avergonzada —sonrió Hikaru.

Ambos comenzaron a hacerlo de nuevo, entre besos, caricias y más sexo.

—D-debemos parar, tenemos que ir a la escuela

—Maldicion, detesto que ames la escuela. Déjame terminar.

—¡Ayato!—soltó un gemido incorporándose.

Él la tomó con fuerza acercándola aún más a él.

•••

—Hikaru-senpai, ¿te gustaría comer con nosotras?

—Ahh, Hola —sonrió gentilmente. —Por supuesto me encantaría

Ayato por su lado siempre permanecía en su butaca jugando con la silla, observando de lejos a esa chica que tantas veces había sido suya en la cama.

—Detesto que esté con demás gente. —susurro soltando un suspiro.

Las clases pasaron normal, sin ningún problema alguno, se preguntaran ¿porque a pesar de que ya hicieron cosas más íntimas, no están juntos? Realmente fue porque ambos lo decidieron así, mantener su relación en un secreto que solo ellos dos supieran.

Al llegar el fin de las clases Ayato coló de costumbre la espero en el salón.

—¿Llegue tarde?—sonrió.

Él con pereza levantó su rostro y la observó cada pequeño detalle que ella tenía, las pecas debajo de sus ojos, su cabello había crecido aún más, su ojo aprecia estar más alegre que de costumbre, su voz era más alegre y su sonrisa era aún más grande.
Se levantó de la butaca y se acercó a ella para tomarla de la cintura.

—Eres tan hermosa.

Ella sonrió y besó a Ayato de la misma forma en la que él la besó.

—Vamos, yo te llevaré a tu casa

—De acuerdo Ayato —sonrió Hikaru.

Ambos se tomaron de la mano y salieron de el salón.

—No sabía que estabas involucrada con ese tipo de personas, Hikaru.

Ambos pararon en seco y observaron a sus espaldas.

—Maldito —dijo Ayato.

–Ruki —sonrió. —Que sorpresa.

—Sabía que tenías que hablarle por ser presidenta pero, nunca me imaginé verte de estas forma con el.

—¿Te importa si ella está así conmigo?

—Ruki.

Ambos la observaron serios. Ella sonrió abrazando el cuerpo de Ayato.

—Yo estoy muy feliz de estar con Ayato, no quiero que nadie me arruine esa felicidad.

—¿Feliz? ¿Te sientes feliz con esa persona? ¿Que te puede ofrecer el?

—Muchas cosas —susurro.

Otra vez esa mirada, otra vez esa mirada burlona, ¿porque tendrás esa mirada?

—Debemos irnos. Vamos Ayato —sonrió tomando su mano.