→Introducción←

52 1 4
                                    

Rose.

Todo comenzó aquel día. Me encontraba llorando, pues estaba destrozada. ¿Cómo esperaban que me sintiera si mi futuro esposo viajaría a unos días de que nuestra hija naciera? Lágrimas y más lágrimas. Entrelazó su mano con la mía y me regaló una sonrisa de comodidad y tristeza.

—Regresaré amor —dijo él, e incontrolables lágrimas volvieron a caer —. No estés así, serán unos días.

—¿Le llamas unos días a eternos años? —pregunté sonando molesta pero más deprimida que nunca.

El amor de mi vida rió divertido enseñándome sus blancos dientes.

Es tan embriagador.

Y desde ese día, mi pequeña princesa no para de preguntarme: mami, ¿en dónde está papá? Y eso que tan sólo a sus 4 años, qué me espero cuando ella crezca. Ha hablado con su padre por teléfono, pero mi pequeña aún no lo conoce.

—Mami —musita cuando entra a mi habitación. Está embarrada de chocolate, es muy traviesa.

—¿Qué pasa, mi vida? —pregunto curiosa, aunque sé a donde se dirige esto.

—¿En dónde está papá? —Me responde con una pregunta. Lo sabía. Aquí viene la rutina de las 24 horas al día.

Y yo...

Me quedo helada sin saber qué decirle, mientras que,  en mi mente proceso una excusa.

—Mi amor, tu papi está en un avión buscándote un regalo para ti —Miento y ella sonríe.

Y por último ella sale dando saltitos por la sala.

MAMI, ¿EN DÓNDE ESTÁ PAPÁ? ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora