Lady Habladora Adams (Saga héroes de guerra 1)

Capitulo Veinticuatro

Harding y Cristal se encontraban en completo silencio.

Él en bata y ella con un ligero camisón blanco, sentados uno frente al otro en los sofás situados delante de la chimenea .

Harding tenía la cabeza apoyada sobre su mano y miraba expectante a Cristal , quien observaba consternada sus manos , que no paraba de revolver.

- Tienes un minuto exacto para explicarte antes de que se me colme la paciencia . Me queda muy poca , y créeme , no quieres verme enfadado. - dijo Harding en un tono escalofriantemente calmado .

Seguramente os estaréis preguntando a qué se debe esta tensa situación después de un día tan maravilloso como había sido ese para ellos .

Pues bien , hacía exactamente cinco minutos que Harding había entrado, después de uno de los mejores días de su vida,en su habitación , esperando encontrar a Cristal ya lista para disfrutar de su tan esperada noche de bodas. Pero en lugar de encontrar a su esposa acostada en la cama la había hallado en el marco de la ventana, intentando escapar.

Misma ventana por la que su hermana se había tirado .

Sobra decir que, aterrado, la había cogido en brazos y dejado en el sillón donde se encontraba ahora y se había sentado enfrente de ella mirándola e intentando calmarse con la explicación que esperaba escuchar por su parte pero que ella se negó a darle .

Hasta ese momento .

-¡No es mi culpa! No me mires con esa cara reprobatoria . Oh, si tú hubieras escuchado lo que yo acabo de escuchar... -dijo mientras se ponía de pie sin dejar de hablar y gesticular.- No me juzgues .Tú lo sabías, estoy segura de que sí. Pero yo no . Y francamente me parece mal que nadie más me haya advertido de algo así. Dolor, sangre ... Parece un libro de terror. Eso es algo que hay que decir antes de la boda, no después . ¿Cómo se supone que voy a pasar por eso todos los días de mi vida empezando por hoy ? Aún no he tenido tiempo de asimilarlo . Vale, lo reconozco, lo de la ventana no ha sido mi mejor plan, pero...¿Qué más podía hacer? Después de lo que me ha contado Victoria... Qué por cierto ,no sé, ni quiero saber cómo lo sabe , y ....Y después me puse a pensar en las infidelidades. Vale que el hombre sienta placer, pero no entiendo como una mujer puede aceptar algo así sabiendo lo doloroso que va a ser. No, si la culpa es mía. Siempre he querido niños, pero parecía tan lejano que nunca me planteé como ... Oh, que estúpida soy.- dijo Cristal mientras se despatarraba de nuevo en el sillón como si se hubiera quedado sin fuerzas solo para, unos segundos después , levantarse y plantarse derecha enfrente de Harding- Perdóname , he tenido un comportamiento muy infantil . Estoy retrasando lo inevitable . Esto va ha pasar tarde o temprano . De todas maneras estoy segura de que lo del dolor estaba un poco exagerado, después de todo, los besos no están tan mal...Podré soportarlo . De verdad , olvídate de todo esto . Seguro que te resultará fácil . No entendí mucho , pero lo de la satisfacción del hombre o algo así, sí. Solo... solo haz lo que tengas que hacer rápido y terminemos con esto .- acabó mientras se ponía aún más derecha y cerraba los ojos.

Aterrada, sintió como él se levantaba y se situaba erguido a escasos centímetros de ella .

Cristal entreabrió uno de sus ojos par mirar por qué tardaba tanto y observó consternada la cara divertida de Harding, quien, al ver este último gesto ,no se había podido contener y había comenzado a desternillarse de risa.

Su esposa no pudo evitar ponerse roja de la cabeza a los pies, gesto que lo conmovió he hizo que se compadeciera de ella e intentara componerse de nuevo , pero no sin perder del todo la sonrisa en su cara .

Para su consternación , Harding se agachó y depositó un beso en su frente .

-Eres sin duda la persona más tierna e inocente  que he conocido en toda mi vida , mi querida esposa. - dijo enternecido mientras le acariciaba la mejilla.