No es el Fin del Mundo

Introducción

Lee Everett, un hombre que se volvió criminal tras haber asesinado a alguien, iba en camino a la prisión. En el camino, él y el conductor iban platicando. La plática en realidad no iba tan bien, era más como una discusión. Al estar distraído, el conductor no se percató de que en el camino había un obstáculo. Intentó evadirlo pero lo único que logró fue desviarse hacia el bosque y chocar con un árbol.

Lee quedó inconciente tras el impacto. Tras haberse despertado, voltea a ver a su alrededor y él piensa que el conductor estaba inconciente. Sin embargo, no era así. Él había muerto. Lee se asombrá e intenta escapar, pero le es algo díficil ya que el auto había quedado volteado. Al salir, se da cuenta de que el conductor se comienza a mover. Le intenta hablar pero no obtiene respuesta alguna, así que decide acercársele un poco. Al acercarse, éste adoptó un comportamiento agresivo contra Lee. Él sin saber que estaba pasando, agarró una escopeta que venía en el auto pero había quedado fuera tras el choque. Le disparó a la cabeza.

Después de dispararle, él estaba muy asustado ya que no entendía cómo era que el conductor era capaz de moverse a pesar de haber muerto hace unos momentos. Él decide que ir de vuelta a su ciudad es la mejor opción, ya que también quería investigar que estaba pasando con la " gente " y sus comportamientos raros. Pero, en el camino de vuelta, se encuentra con muchos más seres de este tipo. Analizando la situación, él se da cuenta de que llegar a su casa le resultaría imposible ya que prácticamente todos actuaban igual. Decidió entrar a una casa cercana a pedir ayuda. Desde ese entonces, su vida cambió...