Shared | h.s ↬ mature [PAUSADA]

hi, you

Esta es la historia de dos chicas, Aubrey y Lily, dos hermanas y Harry Styles, su tío.

Él nunca imagino estar envuelto en una peligrosa y caliente aventura amorosa con sus sobrinas pero la carne es débil y aquellas adolescentes eran una constante tentación.

—Amor, ¿estas emocionado por ir a casa de mi madre?—cuestiona mi prometida desde el cuarto de baño, dándose lo últimos retoques de maquillaje y acomodando las perlas alrededor de su cuello.—muero por verla, a ella, mis hermanos y toda mi familia, estoy muy emocionada.

—Si, amor. Es la primera vez que voy a compartir con toda tu familia y eso es bueno.—respondo acomodando mi camisa.

—Solo falta arreglar mi cabello y listo. ¿Te gusta mi vestido?—se recuesta sobre el marco de la puerta, luciendo increíblemente hermosa, ese vestido se lo había obsequiado yo.

Me acerco y susurro sobre sus labios:—me gustaría más quitártelo.

Ella palmea mi hombro y solo deja un corto beso en mis labios y se aleja para terminar de arreglarse.

Minutos después estamos bajando las escaleras de nuestra casa para dirigirnos a la casa de campo de sus padres, donde será la reunión familiar que han planeado por meses y ella ha estado realmente emocionada por asistir. Su familia es muy amplia a diferencia de la mía, solo son mis padres y mis abuelos paternos, no hay nadie más. Mientras conduzco, pienso en todo lo que ha sucedido en el último año y como mi vida cambió. Es bueno estar con alguien que te ame ... se siente bien.

***

—¡Aquí estas, querida Megan!

La voz de la madre de mi esposa es lo primero que escuchamos una vez bajamos del auto, la mujer se apresura a abrazar a su hija que ha estado más de seis meses fuera del país y hoy estaba de regreso con ella. Nos reciben con abrazos, besos y felicitaciones por nuestro matrimonio.

—Nos alegra que estes aquí, Harry.

—Es un gusto compartir con ustedes.—les hago saber mientras disfruto de la copa de champagne rosé.

—Ven, amor. —Megan entrelaza nuestras manos para presentarme algunos familiares que no conozco y todos son muy amables.

Las horas pasan y todos celebran y bailan, comen y conversan bajo un cielo estrellado y un jardín decorado con luces de navidad. Le robo uno que otro beso a mi esposa y me excuso con nuestros acompañantes para ir dentro de la casa y usar el baño.

Dejo la copa de la que he estado bebiendo sobre la mesa y subo las escaleras algo desubicado, está casa es enorme. Toco una de las puertas y nadie responde, entonces giro el pomo y cuando confirmo que no es el baño, escucho detrás de mi una dulce voz:—hola, tú.