«El amor es más peligroso que cualquier arma»
Después de su secuestro y tras una horrible ruptura con su novio Trevor, Alexia se ve atrapada en un mundo de pesadillas, alcohol, drogas y armas. Ver como su vida se ha echado a perder por culpa de los...
La habitación permanece casi a oscuras. Cierro la puerta a mis espaldas y camino lentamente. La camilla aparece ante mí, y cuando veo a mi padre sobre ella mi corazón se acelera.
Los pitidos del electrocardiograma son lo único que se escucha en la penumbra, a parte claro, de la pesada respiración de mi padre.
-¿Papá? -mi voz tiembla levemente por las ganas de llorar.
Él abre los ojos y me mira.
-Alex -su voz es suave y débil pero consigue esbozar una sonrisa.
Me coloco a su lado.
-¿Cómo te encuentras? -digo mientras cojo su mano entre las mías.
-No termino de creer lo que ha pasado, y esto es incómodo -habla refiriéndose a los tubos que le permiten respirar.
-Pero ya puedes fardar de que has sobrevivido a un disparo -intento bromear a pesar de la situación.
-Tu madre me ha dicho que estás viviendo aquí -cambia de tema -en nuestra casa, en tu casa.
Sé que mis padres me echan de menos, sé que les resulta difícil no tenerme cerca.
-Si, y voy a quedarme todo el tiempo que queráis -sorbo por la nariz.
-¿Y la universidad? Te quitarían la habitación de la residencia.
Agacho la cabeza. Hay tantas cosas que tienes que ocultar para no herir a los que más quieres, incluso aunque esas mismas cosas te destruyan a ti.
-Hablaré con la directora, no te preocupes, -miento -ahora mi prioridad sois vosotros.
Mi padre guarda silencio unos minutos, con la mirada completamente perdida, recordando algo que le pesa.
-Volvía de trabajar, solo quería llegar a casa y sentarme en el sofá con tu madre para ver una de esas películas malas que echan de madrugada en la televisión, -oígo su voz quebrada e incrédula -pero eso no importa porque lo que es importante es que esté tu madre -guarda silencio -. Luego de un segundo al otro unos adolescentes borrachos te disparan y tú te preguntas, ¿Si no llego a casa qué pensará mi mujer? Estará sola esperándome, preguntándose dónde estoy, quizás enfadada por hacerla quedarse despierta para nada, imaginando que quizás esté con otra, -sus ojos se empañan -y en realidad estás muerto, te has ido sin poder despedirte, sin poder darla un último beso, sin decirle que la amas.
Inevitablemente comienzo a llorar. Jamás había visto a mi padre tan deshecho, tan roto, y mucho menos me había hablado de como se sentía.
Algo más que los Reyes y Peones han hecho en mi vida.
-Pero ahora os lo puedo decir, la vida me ha dado otra oportunidad para decir que sois los mejor que tengo -me mira a los ojos y sujeta mi mano entre las suyas -. Os quiero Alex, tú y tu madre sois mi vida y por vosotras haría lo que por nadie.
Su mano aprieta la mía con fuerza y entonces comienza a subir hasta el punto en el que la manga de mi jersey se sube y el tatuaje queda al descubierto.
Aparto la mano bruscamente y me echo hacia atrás, como si su tacto me hubiese quemado.
-¿Qué era eso Alex? ¿Un tatuaje? -pregunta, algo impresionado por mi actitud.
Bajo la manga todo lo posible.
-Si, es una tontería nos lo hicimos una amiga de la universidad y yo -miento pero mi voz temblorosa me delata.
-¿Me dejarías verlo? -insiste.
-Lo siento, pero me tengo que ir -digo precipitadamente -. Te quiero papá, vendré a verte mañana.
(...)
Gabe
El humo se acumula en mi salón haciendo una capa tan densa como la niebla. Jessie se pasea de un lado a otro del cuarto impaciente, los tacones de sus botas repiqueteando contra el suelo a cada paso.
-Por mucho que estés nerviosa no va a llegar antes -replico y tiro la ceniza del cigarro.
Sus pies frenan en seco.
-No me digas -inquiere de forma sarcástica -pero lleva quince minutos de retraso y Alex vendrá en una hora.
Trago saliva, no veo a Alex desde la carrera, desde aquel momento incómodo que vivimos en el coche, desde que nos besamos por última vez.
-Trevor sabe lo que hace, ven y siéntate ¿Quieres un cigarro?
-¿Por qué estás tan despreocupado? -se acerca a zancadas y pone su cara a la altura de la mía -Vamos a matar al Rey, ese hombre que puede acabar con nosotros y nuestras familias.
Sonrío de lado pero mi expresión solo denota sarcasmo.
-¿Qué familia?
Jessie pone los ojos en blanco y se vuelve a separar de mi no sin antes quitarme el cigarrillo.
-¿Por eso estás así? ¿Crees que ya no tienes nada que perder? -dice mientras comienza a pasear de un lado a otro de nuevo.
-No es que lo crea, es que lo sé.
-El papel de víctima y odiador del mundo no pega contigo, eso es más de Trevor -inquiere -. Tu eres el que siempre le ve un lado positivo a todo, el que sonríe a pesar de las circunstancias.
-Puede que eso haya cambiado desde que casi mato al padre de Alex -me acomodo en el sillón mientras recuerdo la forma en que la bala impactó contra Steve.
-¿Vas a mandar tu vida a la mierda por el padre de esa chica?
Algo en su voz suena roto. Jessie y yo estuvimos juntos varios años, no era nada serio pero ambos nos hemos preocupado mucho por el otro, ese tipo de sentimiento no se borra nunca. Estoy seguro de que le duele ver como me dejo marchitar sin hacer nada así que me quedo en silencio.
________________________
HOLAAAAAAAAAAA
YA ESTOY AQUIIIIIIIIIIII Os ha gustado? He tardado menos en actualizar :)
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Estoy súper emocionada con seguir escribiendo esto, Espero que os guste
Nos leemos pronto
<3
PD:las canciones de los dos últimos capítulos las descubrí hace nada y me encantan, qué opinan??
