Gary jamás había experimentado la menstruación durante la pubertad, pues es era un hombre y vivió su adolescencia como tal.
Experimentarlo será extraño, pues es la primera vez que está en el cuerpo de una chica y vivirá los cambios de humor, de los que alguna vez se burló o criticó.
Andrea despierta por la mañana como cualquier día en su nueva realidad. De inmediato el levantarse logra percibir algo extraño en su entrepierna, rápidamente levanta las sábanas... con la esperanza de que todo volvió a la normalidad por arte de magia, solo para descubrir una mancha roja. Es sangre.
Por inercia se apoya en sus manos y se recorre hacia atrás unos cuantos centímetros, con terror después de ver esa mancha rojiza. —Mamá...corre, ven—alza su voz para que su madre le escuche.
La mujer llega casi de inmediato, abriendo l puerta y poniéndole atención a su hija.
Su mirada de preocupación es evidente. —¿Qué sucede, Andrea?... ¿Por qué el grito?—centra su vista en ella.
Apunta a la sábana con una mancha roja. —Mira eso... ¿Qué me pasó?...—pregunta con miedo.
La madre se sorprende un poco de la pregunta. —Pues menstruación. Lo normal... ya deberías saberlo. Es común, solo se usan toallas femeninas y listo—ríe mientras le avisa con obviedad. —Supongo que las últimas te las acabaste y te olvidaste de comprar, no te preocupes... compraremos nuevas—expresa con serenidad.
Andrea intenta cambiar la versión y no parecer muy obvia. —Es que me tomo desprevenida... y sí, olvidé de comprar. Lo siento—responde ya un poco más tranquila.
No debes preocuparte, es tu periodo. Nada más. Es algo totalmente normal en las chicas, o al menos en la mayoría... así que ni hay nada de que avergonzarse—agrega la mujer mientras le da unas palabras de tranquilidad.
Andrea sonríe mientras prepara su ropa para darse una ducha.
1 hora más tarde...
Mientras Andrea camina a la salida de su casa y tomar el Uber que le lleva a su institución. Su madre le alcanza y se acerca a ella. —Andrea. Me olvidé de decirte que iremos a Walmart a comprar unas cosas, y después te llevaré a tu clase de natación, faltaste el otro día—avisa su madre para después ver cuando su hija está por retirarse.
Su hija asiente. —Muy bien. A las 3 estaré aquí. Creo que después de eso iré con Tanya—responde.
Sonríe. —Muy bien, cariño. ¿Se puede saber qué harán?...—pregunta con intriga.
Andrea encoge los hombros. —Cosas de chicas, mami—sonríe por lo irónico de su frase. —No te preocupes—abre la puerta y se va.
Su papá escucha la pregunta, y estaba en silencio leyendo las noticias, se percata de la respuesta. Genera inquietud en él y su esposa.
—¿Crees que podamos confiar en nuestra hija después de todo lo que ha pasado? Es entendible que haya cambiado su forma de ser, pero siento que estos sucesos están cambiando su vida y esta un poco desorientada. Pero no se, algo no me late tu que piensas—pregunta la madre de Andrea a su esposo.
Su padre suspira mientras le pone atención a su esposa. —Hay que confianza en ella. Recuerda que ya no es una niña, es una adolescente. Al igual que las demás personas de su edad, quiere salir a divertirse y conocer personas... chicos, tal vez. Tampoco creo que podamos evitar eso. Recordar que nosotros vivimos esa etapa es... melancólico—responde el padre de Andrea. —¿Lo recuerdas?—inquiere.
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Cambio de Cuerpos💫 (Editando)
FantasíaUn chico de nombre Gary, se imagina como sería experimentar estar en el cuerpo de la chica que le gusta. Antes de dormir pide un deseo, uno que cambiar su vida para siempre... Deberá resistir y resolver el misterio mientras lleva una vida común, pu...