Player Two | jjk {One Shot}

1

ㅡ¿Habéis comprado las bebidas?

ㅡ¿Cómo? Pensaba que de eso os encargábais vosotras.

ㅡ¡Por supuesto que no! ¿Acaso prestaste atención cuando aclaramos que los chicos comprarían las bebidas y las chicas, la comida?

ㅡEl error fue tuyo por contar con él, Chaeyoung.

La reunión de aquella tarde estaba resultando un verdadero caos.

Esta era una de las pocas veces que todos nos poníamos de acuerdo para hacer un hueco en nuestras ajetreadas agendas y reencontrarnos después de tanto tiempo. Al ser nuestro primer año de Universidad, no nos era posible invertir nuestro tiempo en otra cosa que no fueran los estudios. Estaba contenta de empezar una nueva etapa de mi vida, pero echaba de menos a mis amigos y todas esas discusiones y conflictos por los que nunca llegábamos a un acuerdo. A pesar de eso, siempre acabábamos improvisando los planes y las risas estaban aseguradas.

Ese día propusimos hacer un picnic en medio de la naturaleza, pero el temporal no estaba de nuestra parte y es que hasta había previsión de lluvia. Nos conformamos con refugiarnos en una de nuestras casas y pasar la tarde jugando a videojuegos. Las consolas no eran lo mío especialmente, pero me entretendría de la misma manera viendo a los demás pelearse por ocupar los mandos.

Y ahora nos hallábamos desamparados bajo las gélidas temperaturas de otoño con cinco bolsas de comida en total.

ㅡLlamad al timbre de una vez. Me estoy congelando.

Chaeyoung estaba en lo cierto. Hacía frío, pero mi estómago no temblaba debido al descenso de temperatura.

ㅡ¡Pero si tú estás más cerca!

Mientras mis amigos se dedicaban a jugar con el timbre, mi cabeza no hacía más que darle vueltas a una misma cosa.

El hecho de reencontrarnos no sólo implicaba ver a mis amigos de la adolescencia, sino que también tendría la oportunidad de compartir el mismo entorno con la persona que formaba parte de mis sueños.

ㅡQué pesados... ¡Ya voy!

Aquella voz desde el interior de la casa se hizo notar y mi corazón comenzó a latir con fuerza.

«Es él», pensé para, a continuación, coger una bocanada de aire fresco y apaciguar mis nervios a flor de piel.

Todos permanecimos en silencio, escuchando atentamente cómo desbloqueaba el cierre de seguridad para recibirnos.

La puerta se abrió finalmente y todos dirigimos nuestras miradas hacia un único objetivo.

ㅡ¡Jungkook!

Mis ojos analizaban atentamente la figura del susodicho. Su cuerpo había vuelto a cambiar en tan sólo unos meses, incluso después de haber superado la pubertad. Las proporciones de su cuerpo eran aún mayores. Juraría que su estatura había aumentado y sus brazos lucían más gruesos. Por no mencionar sus hombros, que habían alcanzado una anchura propia de un hombre completamente desarrollado. Además, su fisonomía poseía unos rasgos ligeramente cambiados. Ahora su mandíbula estaba más pronunciada y le arrebataba al joven la forma ovalada que en toda su adolescencia había sido común en él.

La nueva imagen de Jungkook me sorprendió, pero no desagradablemente. Me era imposible quitarle los ojos de encima pues me estaba acostumbrando a su nuevo él. Por un momento pensé que se trataba de otra persona, pero cuando nos recibió con esa sonrisilla característica en él, supe que era el verdadero Jungkook.

Además, el chico portaba una sudadera negra que realzaba la frescura de su piel blanca. Su cabeza estaba cubierta por la capucha de la misma prenda, así que lo único visible era su perfecta fisonomía junto al cabello que caía sobre su frente, y su realzado cuello del cual sobresalía la forma de la nuez. Ese estilo de vestir era muy usual en Jungkook incluso cuando todavía estábamos en el instituto, y nunca dejaría de ser mi favorito.