Capítulo 2: Escuelas mágicas.

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7 de noviembre de 1965

El frío se podía sentir cada vez más fuerte mientras pasaban los días, mientras pasaban los meses y mientras en las noches una niña soñaba llamando a sus padres.
La turbulencia que generaban sus sentimientos en las noches alborotaban toda su habitación, los libros y las muñecas salían volando, y ella despertaba como cada noche desde que llegó a la casa de los Potter, no porque no quisiera estar ahí o algo así, pero si quería a sus padres con ella, se habían ido tan repentinamente que ella aún creía en vano que llegarían a recogerla luego de que volvieran de su viaje diplomático. Pero no volverían.

Con lágrimas en sus ojos ella abrió con un parpadeo la puerta y la ventana, se escabulló entre el desorden y gateó hasta la habitación de enfrente, abrió con las manos temblorosas la puerta y mientras se iba acercando a la cama sollozaba despacio.
—James —llamó al niño durmiendo en la cama, babeaba y se veía distinto sin sus lentes, pero Kathleen sabía que era él, lo removió sin cesar mientras lo llamaba hasta que se despertó.
—¿Kath? -preguntó, al abrir sus ojos y ver los de su amiga -y desde hace cerca de un año, hermana- no pudo evitar abrazarla —pesadillas otra vez, ¿Eh? Ven a dormir aquí.
Ella asintió llorando mientras se acurrucaba como todas las noches con su hermano James. El viento se detuvo alrededor de la casa de los Potter, se sintió un ambiente tibio y agradable.

...

Pasaron años desde ese día.

Phillip -el nombrado por James, mejor amigo de Kath, aunque en realidad le llamaba «roba Kaths»- se mudó a medias ya que a sus padres les dieron trabajo en la MACUSA, por lo que sólo pasaba los veranos con su abuela y por ende, con los hermanos Potter, como les decía para referirse a ambos y es que los dos tenían el pelo oscuro y desordenado luego de bajar de sus escobas, y sus personalidades bastante similares a la hora de jugar y tener aventuras.

Kathleen por un lado comenzó a descubrir a temprana edad sus habilidades con la magia -cerca de los 5 años-. Resultó que podía entender y realizar hechizos con sólo leerlos y jugar con la varita de su padre, cuando su madre la descubrió jugando con James se sorprendió y llamó a Moody, quién se propuso investigar (ya que esos avances no eran para una niña normal) a cambio de no decir nada al Ministerio. Pero eso no evitó que la tía Jean llegara a enterarse y por ende, avisar a la gran comunidad mágica, o al menos intentarlo, ya que Fleamont y Euphemia junto con Moody lograron evitar una tragedia mayor.

—Podría iniciar la escuela desde este año —decía la tía Jean, quién estaba empeñada en que su sobrina asistiera a la escuela francesa en la cual ella y su hermana estudiaron, nada que ver con los pensamientos de los Potter y de los fallecidos Fortbront.
—Jenny quería que fuera a Hogwarts, como su padre —respondió Fleamont.
—Hogwarts no la aceptará hasta que tenga 11. Beauxbatons, por otro lado; puedo conseguir que la acepten para hacer cursos —siguió Jean —Es una genio mágica, no pueden dejarla así. Es mi sobrina, creo que puedo decidir sobre estás cosas.
—Es nuestra hija bajo la ley, si no se te ha olvidado —respondió tajantemente Euphemia.
Fleamont observó a su esposa tensa en esa silla de madera de la casa de campo en las afueras de Londres que tenía Jean, miraba su reloj, esperando a Moody.
Un fuerte sonido hizo retumbar la casa, alertando a los tres magos, unos pasos se acercaron mientras una voz decía:
—La niña puede decidir donde estudiar también, tiene 9 años y todos sabemos lo que es capaz, pero yo sé el porque. Ella es una bruja de Merlín —Entró diciendo Moody, Jean le empezó a reclamar sobre la puntualidad y que no podía ingresar a una casa ajena de ese modo, ignorando lo que el mago decía.
—¿Bruja de Merlín? —Cuestionó Euphemia.—Eso es un mito, una novela. Nada más.
—Oh, créeme. Lo es. También se les conoce como las brujas de...
—Cinco siglos —interrumpió Jean, —Es una historia famosa en Francia, nadie puede confirmarlo, nadie vive tanto.
—Oh, alguien lo hizo, me reuní con ellos. Les mostré las señales y creen lo mismo, aunque dicen que es distinto.
—Es un mito —respondió simplemente Fleamont.— Y aunque no lo fuera, nadie lo creería.
—Mejor así, estaría en riesgo, ya lo esta por su estatus sanguíneo, que nos crean sólo agregaría peso a la balanza. Dejen que sólo sea una genio —Dijo Moody.
—Irá a Beauxbatons —declaró Jean.
—No.
—De acuerdo.
Respondieron al mismo tiempo los Potter y Moody.
—Hay alguien en Francia que ella debe conocer, ir a Beauxbatons a esa edad probará que sólo es una genio. Sólo denle un año —pidió Moody.
Euphemia y Fleamont lo pensaron, luego respondieron:
—Ella va a decidir y será cuando James ingresé a Hogwarts.
—Ingresa este primero de Septiembre. Una semana antes su hermana se irá con la tía Jean —Declaró contenta Jean Delà Pur, cerrando la parte importante de la charla.

Cambiaremos El Destino. «Era De Los Merodeadores»Donde viven las historias. Descúbrelo ahora