Todoroki.

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-¿Quieres venir a mi casa el día de hoy?

La joven de ojos heterocromaticos y larga cabellera negra observaba al chico delante de ella. Todoroki Shoto, hijo de un exitoso y rico empresario, como casi todas las personas que asistían a esa universidad.

-¿Por qué no?- Luego de pensarselo un poco, decidió que podría relajarse pasando tiempo de calidad con Shoto, ¿Qué podría salir mal?

A menudo el bicolor se ofrecía a llevarla a casa con el pretexto de pasar más tiempo con ella y la situación peligrosa del lugar donde su amiga vivía. Sucedía que Misaki Tachibana no era hija de empresarios, ni de politicos y mucho menos de personas con mucho dinero en sus manos, ella era hija de unos simples sastres que habían invertido todo su dinero en su educación y gracias a su apoyo logró conseguir una beca completa en esa prestigiosa universidad. El único problema era que al ser de clase humilde el único departamento que podían pagarle a su hija era en un lugar un poco peligroso. 

-¿A qué vamos a tu casa?- Misaki miraba por la ventana del auto último modelo de su compañero. Su voz sonaba cansada.

Shoto balbuceó algo incomprensible para la joven, quien suspiró y cerró los ojos con tristeza.

-Podemos ver una película.- El bicolor parecía estar algo nervioso al sentir como la chica en el asiento del copiloto se giraba a verle.

Misaki sólo asintió.

🌸

-Joder, que gran historia.- Se quitó una lágrima imaginaria y Shoto rió ante su comentario. Misaki sonrió.

-Eres... muy linda.- El bicolor se acercó un poco más a la chica, que se removió incómoda en su lugar.

Misaki soltó una risa nerviosa y dirigió su vista al cojín que mantenía en sus piernas. Se sentía incómoda, ¿Por qué Shoto creía que por aceptar que la llevara a casa en su auto ya tenía motivos para besarla o intentar algo más? 

-¿Podemos ver otra película?- Dijo, esperando que el bicolor dejara ya sus ideas y se concentrara en el reproductor de DVD. Extrañamente funcionó.

El silencio que se había formado fue interrumpido por el ruido de la puerta principal de la casa. Seguido de un "Ya vine" dicho por una gruesa voz.

-¿Tu padre?- La joven miró algo confundida a Shoto. Él frunció el ceño, parecía estar molesto.

Misaki pudo observar al progenitor de su "amigo". Era un hombre fuerte, con músculos trabajados y pelirrojo. Un saco negro colgaba de su brazo izquierdo y los primeros cuatro botones de su camisa estaban desabrochados, dejando ver el comienzo de su pecho. Se detuvo al ver a su hijo, pero su mirada se fijo directamente en la joven de mirada apagada.

-Ella es Misaki Tachibana.- Shoto se levantó del sofá y la mencionada hizo lo mismo.

Extendió su mano al frente sin decir nada. El hombre de ceño fruncido tomó su mano sin muchas ganas, pero Misaki le dio un gran apretón a pesar de que el tamaño era muy diferente.

-¿Es tu novia?- Su voz fuerte y autoritaria se posó en su hijo.

-No, es... una compañera.- Shoto pareció buscar las palabras adecuadas.

Misaki pensó que, a diferencia de ella, era triste que Shoto no la considerara su amiga.

-Mil disculpas por invadir su hogar, me marcho ahora.- Tomó la mochila que se encontraba en el sofá y pasó de largo a los dos hombres.

Shoto reaccionó hasta que escuchó la puerta principal siendo cerrada por la sirvienta.

-Te odio.

-Cállate, Shoto.

🌸

-Así que esa tal Misaki te gusta.- Enji leía el periódico mientras tomaba algo de café.

Escuchó como su hijo dejó caer los cubiertos con los que comía un huevo estrellado. Bajó el periódico y observó la mirada de su hijo furioso.

-No te importa.- Se levantó cerrando con fuerza la silla en la que estaba sentado hace unos momentos.

Enji le siguió con la mirada, era una suerte para Shoto que se hubiera propuesto contener su ira.

🌸

Estaba feliz por el reciente trato millonario que había cerrado con una gran compañía. Pensó que quizá podría invitar a su hijo a cenar, pero desechó la idea apenas le vino a la mente. Era obvio que su hijo le odiaba por su desapego familiar, pero no podía discutirle nada, gracias a eso él podía darse los lujos que quisiera y andar en ese bonito auto deportivo que había conquistado a más de una muchachita de su universidad, como la de ayer. Era común para Enji encontrar distintas mujeres en su casa con el pretexto de que iban a estudiar con su hijo y aunque le pidiera a Shoto que dejara de meter mujeres a su casa poco caso le hacía, pero la chica de ayer, se veía diferente.

-Bueno, eso no me incumbe. Es la vida de Shoto.- Cerró las carpetas que se encontraban en su escritorio y salió de su oficina.

Una hora después entró a su casa, algo cansado por todo el tiempo conduciendo y contemplando la idea de contratar un chofer. Se llevaba una mano a los hombros para darse un ligero masaje cuando la vio, Misaki estaba sentada en la mesa, rodeada de algunos libros y con unas gafas puestas. La chica volteó al escuchar sus pasos.

-Señor.- Se pusó de pie y le tendió la mano. Enji no la aceptó.

-¿Qué haces aquí?- Su ceño fruncido y su cara intimidante lograban dar miedo a cualquiera, pero la joven ni se inmutó.

-Shoto quería que viniéramos a su casa, así que yo aproveché para que avancemos en un proyecto.- La chica miró a los libros y luego a Enji.

El pelirrojo soltó un "Ja" seco. A Shoto jamás le había importado hacer tareas o ir bien en la escuela, si reprobaba, pagaba y ya, a fin de cuentas era una universidad para niños ricos, por eso era tan gracioso ver como una niña arruinaba sus planes, esa chica era extraña.

-¿Qué haces aquí?- Shoto apareció, traía más libros en sus manos y parecía enojado.

-Vivo aquí.- Soltó su padre, mirándolo intensamente.

-Misaki, creo que sería mejor que hiciéramos el trabajo en mi habitación, es grande y podríamos...- Shoto fue interrumpido por un rotundo "No" de Misaki.

Ambos hombres dirigieron su mirada a la joven cuando esta tomó del brazo al Todoroki mayor.

-En realidad creo que el proyecto quedaría más completo si agregáramos el punto de vista de una persona exitosa como lo es tu padre.- Misaki suspiró al terminar la oración y Enji pudo notar como parecía apretar su agarre.

-Bien, como quieras, yo me largo a mi habitación, entrevista tú sola a mi padre o lo que sea, adiós.- El bicolor soltó los libros sin cuidado en la mesa, haciendo que algunos de estos cayeran al suelo. Acto seguido desapareció por el pasillo.

Misaki soltó al hombre del brazo y este tomó asiento en la silla más próxima de la mesa, esperando que la chica hiciera lo que había dicho que haría. 

-En realidad mentí, señor. No necesito nada de usted, sólo quería que Shoto me dejara en paz.- La chica comenzó a levantar y a ordenar los libros que su compañero había tirado sin cuidado.- No se preocupe, ahora mismo me retiro.

-Espera.- La voz autoritaria del hombre se hizo presente y la chica se quedó quieta en su lugar para escuchar lo que el hombre diría. 

-Te llevaré a tu casa.

Cold and hot. [Todoroki Enji x OC]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora