Luke Evans

138 11 11
                                    

Luke es el próximo líder de la manada, el príncipe. Su vida entera está en juego, tantos años de entrenamientos bruscos, cacerías, peleas, brujas intentando sacarle sus ojos y demás. No es tan fácil ser un hombre lobo, y muchísimo menos ser el hijo del grandísimo rey Thomás Evans Blier, quién libero a los hombres lobo de la maldición de la luna roja, la cual los condenaba a asesinar cualquier ser viviente que se les pasará en frente y los que llegaran a asesinar a un ser mágico, sería condenado a una muerte lenta.

Luke miraba por la ventana a sus antiguos compañeros de cacería, quiénes estaban comenzando sus entrenamientos. Comienza a caminar por la habitación, y decide salir ¿Quién va a querer permanecer más de un mes en su habitación sin salir? Oh sí, ése es Luke. Cuando está a punto de salir de su habitación siente algo raro en dentro de ella, se gira, nota que sobre su cama está el collar, que tiene un diamante mágico, que brilla cuando la persona que tiene la otra mitad está en problemas o intenta darle una señal. Cuándo está en problemas uno de los dos dueños se torna oscuro, pero si es una señal comienza a brillar.

Lo toma y se lo coloca, sale trotando de su habitación, se encuentra con varios chicos de la manada, el solo ignora su alrededor, ¿Cómo puede brillar el diamante, si Jane estaba muerta?.

Comienza a caminar por todo el castillo, buscando a Vicent, quién es viejo amigo de su padre, era la única persona que le podría dar las respuestas que estaba buscando, ve a su antigua amiga Natasha rodeada de un pequeño grupo de niños, Luke se acerca trotando. Ella al verlo sonríe y se acerca un poco, no sin antes decirle a los niños que jugarán algo.

Luke —susurró emocionada—. ¡Qué bueno verte fuera de tu habitación! —exclamó mientras abrazaba a un Luke desesperado.

Nat necesito tu ayuda —soltó sin más—. No sé cómo pero...

Nat lo interrumpe y toca el diamante, el cual estaba comenzando a brillar cada vez más. Ella mira aterrada, ella era asistente de Vicent, tal vez ella podría saber.

—Eso es imposible —susurró aterrada, Luke mira la expresión de su rostro y era terror puro—. Ella está muerta, no pu-puede estar brillando.

Nat se voltea y llama a los niños, estos comienzan a quejarse, Luke a pesar de tener un gran oído no logra escuchar que les dice Nat, ya que estaba sumido en sus pensamientos, no encuentra una explicación lógica al porqué el diamante brilla. La única persona que podría hacer que brille sería Jane, nadie más...

—¡Luke! —grita Nat, Luke sacude su cabeza y se da cuenta que ella estaba unos cuantos metros de distancia—. ¡Te dije que me siguieras!.

Él no responde, solo corre hasta ella. Al estar a su lado nota que ella está nerviosa, o podría decirse, aterrada.  

Caminan por todo el castillo, el cual era propiedad de Luke, ya que es de su familia, quién está a cargo por los momentos es su madre. Luke se extraña al ver que Natasha lo guía hasta el cuarto de posiciones ¿Qué deberían estar haciendo ellos ahí? Está en uno de los pasillos prohibidos, nadie puede entrar ahí. Ella entra de forma sigilosa, pero como ella jamás puede hacer algo en silencio, choca con una estatua, la cuál casi se estrella en el suelo, pero gracias a los reflejos de Luke eso no llega a suceder.

—Lo siento —murmura apenada—. Es que estoy nerviosa, jamás había visto que esto sucediera.

Nat comienza a buscar entre muchos estantes, toma un bolso sucio y lo sacude y comienza a vertir frascos dentro del bolso, mientras que Luke miraba extrañado una estantería.

Luke EvansDonde viven las historias. Descúbrelo ahora