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Caminaba tranquila por los pasillos de mi instituto, los hombros ya me dolían por llevar tanto peso en mi mochila.
Entré a aquella enorme sala donde todos los estudiantes que tienen beca del comedor- Que simplemente la puedes tener si vas en transporte escolar o no puedes quedarte en casa a comer- y me dirigí a mi mesa, somos cuatro en ella, tres chicos y yo, una chica. He de admitir que me lo paso muy bien, no paran de hacer tonterías cosa que me provoca risa, y aún más cuando viene la gerente a tratar de calmar nuestra mala conducta, en el comedor no suelo comer mucho, aprovecho no comer ahí ya que mi madre siempre me tiene obligada a comer, con suerte el instituto no le dice a mi madre si he comido o no, noté como mi compañera de detrás mío se giraba.
-¿Hoy vas al repaso?- si... vamos al mismo repaso, el repaso es apoyo, básicamente vamos a casa de una mujer que nos ayuda con los deberes y a estudiar, obviamente vamos más personas.
-Si.- contesté
-¿Te importa si viene Andrés?- Andrés es su pareja, realmente nunca me incómodo estar con ellos mientras ellos se agarran de la mano, o cualquier cosa de pareja, es más me resulta tierno.
-Nah, tranquila Amanda, no me importa- contesté yo algo inexpresiva, últimamente yo y Amanda hemos estado algo distantes, sinceramente no me importa siempre fuimos así, he notado -desde que éramos niñas- que ella me habla o queda conmigo para no estar sola, tantas veces me han echo eso que ya ni si quiera me importa. Amanda se giró para continuar comiendo en su mesa. De repente escucho risas y me fijo a mis tres compañeros riéndose entre ellos, ¿es por mi? Una sensación de vergüenza me invade y entonces me señalan a la silla que está vacía, estaba a la punta de la mesa, ni si quiera me di cuenta de que estaba ahí. Me incliné para ver mejor y ahí había un trozo de queso con una verdadera pinta vomitiva,instantáneamente me empecé a reír por la risa de Jorge
-¿Que...- no podía parar de reír -...cojones?-entonces vimos entrar a la gerente y como pudimos tratamos de no seguir riendo fuerte, me estaba aguantando tanto las ganas de reírme que pensaba que iba a explotar, entonces la cuidadora -la señora que nos da la comida- aparece con una servilleta y recoge aquel trozo de queso, cuando se giró no pude evitar estallar y empezar a reírme como psicópata.
Fue nuestro turno, agarré mi bandeja con las dos manos y fui hasta la gran basura para depositar las sobras, por el camino sentía miles de miradas, comencé a temblar, con suerte el de delante mia acabó y yo rapidísimo tiré toda la comida, con las prisas incluso salió fuera de la basura, y la cuidadora lo notó y se empezó a quejar, ni caso le hice estaba demasiado nerviosa, como un rayo corrí hasta mi mesa y disimuladamente miré mi bragueta o cualquier zona de mi ropa o mi aspecto por notar tantas miradas, al ver que tenia todo normal y era más o menos una persona decente me relajé.
La cuidadora nos hizo la seña de que ya era nuestro turno, me puse la mochila y empujé la silla hacia adentro, salí del instituto e inmediatamente saqué mis auriculares, había tantas personas que me sentía muy pequeña, vi a Amanda a lo lejos con Andrés, agarrados de la mano, Amanda me hacia señas con su mano y cuando vio que ya la vi me mostró su dedo corazón, no pude evitar sonreír, fui hasta ellos y miré a Amanda
-Lo siento Amanda, pero hoy no te puedo acompañar, tengo pensado irme a otro lugar.- le expliqué
-¿Es por Andrés? - me sorprendió que lo dijera delante de el y yo negué con la cabeza
-No de veras, es porqué quiero ir a otro lugar y aprovechar esta hora y media que tengo.- ella asintió y cada una se fue por un distinto camino. Amanda y yo vamos al mismo repaso, solo que los lunes ella va una hora y media antes que yo, entonces la suelo acompañar, pero hoy como esta con Andrés, pues no me importa tanto.
Tengo pensado ir a la biblioteca, últimamente suelo ir mucho, hace dos semanas cogí prestado un libro de ahí y el vencimiento es hoy, ya me lo acabé, sinceramente amo los libros, los amo. Puse mi música muy alta y empecé a caminar a paso rápido, no quería tardar mucho.
Cuando por fin llegué, pulsé el botón para llamar al ascensor y así que este baje, las puertas se abrieron y dejaron ver un gran espejo donde ahí estaba yo reflejada, mi expresión cambió a decepción y tristeza,no puedo evitar mirarme en un espejo y sentirme así de culpable y mal, me odio. Miré al suelo y pulsé el botón "3", me apoyé en el espejo así evitando ver mi cara, una ola de lágrimas chocaron contra mi y lo único que podía hacer es lo de siempre, aguantar. El "tin" del ascensor me dio a entender que ya se abrieron las puertas, caminé hasta la biblioteca y una sonriente Luna me miraba desde su escritorio
-Hola. - saludé, si, de tantas veces que he venido aquí ya conozco a la bibliotecaria.
-¡Hola Sandra, ¿libros?- me preguntó una Luna sonriente, y yo asentí, agarré mi mochila y busqué los libros, de repente una sombra me tapa y noto la presencia de alguien a mi lado, tan poca importancia le di que incluso parecía que no me di cuenta.
-Me llevo este.- escuché una voz grave decir eso con acento extranjero, lo miré y vi a un chico de ojos rasgados, alto, y con pelo castaño, serio, llevaba una chaqueta realmente larga, me sentí increíblemente atraída por esa chaqueta, me puse de pie y le dejé los libros al escritorio de Luna
-Voy a la mesa de siempre.- le dije y ella solo asintió y me dedicó una sonrisa, agarré mi mochila y fui a mi mesa, me tapaba una gran estantería, por eso me agradaba aquella mesa, dejé mi mochila en un costado y saqué mi portátil, mientras esperaba a que se enchufara decidí ir a la sección de "Poema" y mirar un poco, saqué como tres libros y empecé a ojearlos, leí la contraportada, realmente no me interesan mucho, suspiré pesado, los guardé y quise ir a mi mesa pero en cuanto me giré sentí chocarme contra alguien
-Perdón.- automáticamente salieron esas palabras de mi boca.
-¿Te gusta la poesía?- es el chico de antes, miré al suelo y asentí.
-Me gusta porque no escriben letras, escriben sentimientos.- dije en un susurro al ver su cara de duda, vi como me seguía mirando serio, miré sobre su hombro y vi como mi portátil ya se ha encendido y esta en el escritorio, dejando ver mi fondo de pantalla de Eminem, me hice hacia un lado y fui hasta mi mesa, en cuanto me giré el ya no estaba, no le di importancia y seguí con mis cosas, saqué mis auriculares y los conecté a mi portátil, encendí el programa de música y empecé a investigar sonidos digitales, los que más me gustaban los apuntaba en una hoja, acabé haciendo una pequeña introducción de una canción melancólica, cerré el portátil ya que eran las 16:28, y sin prisas salí despidiéndome de Luna, en cuanto salí me encontré a el coreano apoyado en la pared mirando al suelo, cuando notó mi presencia me dio un pequeño libro, tenia toda la pinta de estar hecho a mano
-Un poema donde tiene más sentimientos que los que caben en una persona.- me dijo y se fue por las escaleras dejándome atónita, ¿que...?

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⏰ Última actualización: May 19, 2021 ⏰

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